TRATAMIENTO

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A diferencia de otros tipos de hepatitis, la A no produce daño hepático crónico, por lo mismo, no existe un tratamiento específico y la mayoría de los contagiados se recupera luego de que el cuerpo elimina por sí mismo el virus.

Por ende, el tratamiento está focalizado en aliviar los síntomas, especialmente dolores abdominales. Se recomienda descanso, hidratarse, mantener una dieta saludable sin considerar alimentos grasos y evitar el consumo de alcohol y de medicamentos que puedan dañar el hígado.