Gremios cuestionan dichos de seremi sobre que Chile "es una taza de leche"
La declaración se da luego de que el fin de semana casi 50 máquinas fueran destruidas en un ataque a obras de la central Rucalhue.
"Estoy de acuerdo que lo que ha sucedido esta semana es grave, es grave sin duda, pero si usted analiza desde el punto de vista nacional e internacional, el país es una taza de leche". Con estas palabras, el seremi de Energía Jorge Cáceres intervino en el debate de la actividad Agenda Económica 2025, que realiza el Instituto Regional de Administración de Empresas (Irade).
En esta oportunidad, la conversación estuvo marcada por el ataque ocurrido el fin de semana a las obras de la central Rucalhue, ubicadas en Santa Bárbara, uno de los hechos de violencia con mayor afectación a maquinaria en los últimos años y que, por ende, ha generado gran preocupación por el impacto económico, así como de imagen región para los inversores.
Por eso, entre los asistentes se desmarcaron inmediatamente de los dichos de Cáceres, incluido el delegado presidencial regional, Eduardo Pacheco, quien señaló: " No la comparto (la afirmación), yo lo que creo que el país ha tenido aumentos muy importantes en materia de seguridad (...) y el objetivo final siempre es que no exista violencia".
Mientras que el presidente de Irade, Paul Esquerré, dijo que "creo que, indudablemente, no puedo estar de acuerdo (...) justamente la virtud de estas mesas es que las personas expresen con pasión o más pasión sus opiniones. No me puedo hacer cargo de las opiniones de los demás, pero ustedes conocen la realidad de Chile y pueden sacar sus propias conclusiones".
Asimismo, el presidente de la Cámara Chilena de la Construcción Concepción, Jorge Coloma, comentó que "no estamos viviendo en una taza de leche (...) llevamos 40 años trabajando para no ser como el resto de los países sudamericanos".
Seguridad
Una de las preocupaciones que dejó el atentado en Santa Bárbara tiene relación con que este tipo de hechos merman la confianza de futuros inversionistas o incluso de distintos rubros, como el forestal o el de la construcción presentes en el panel de debate, que ven afectados sus ingresos.
El presidente de Corma Biobío-Ñuble, Alejandro Casagrande indicó que "es una mala señal, pero que el sector nuestro lo ha venido viviendo hace 27 años. Es una mala señal para los inversionistas porque lo que requieren es seguridad, confianza para realizar inversiones. La misma que necesitan las personas para vivir tranquilos".
Por su parte, Paul Esquerré precisó que este hecho "tiene que marcar un antes y un después respecto a cómo podemos prevenir estos desastres y, efectivamente, cuando son inversiones de gran magnitud, extranjeras, con mayor razón, porque aquí está juego la imagen del país, está en juego la imagen de la región y esas confianzas cuestas muy poco destruirlas y mucho conseguirlas".
Más crítico fue Jorge Coloma, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) Concepción respecto al rol de las empresas en resguardar su propia seguridad. "No podemos hacernos cargo de que vengan, no sé, 30, 40, 50 personas que ingresan a una obra y se la toman. Entonces, es imposible tener seguridad que pueda prevenir eso. No creemos que las empresas privadas tengan que hacerse cargo de ese tipo de seguridad".
Crecimiento
En la instancia también se debatió respecto de poder contar con políticas de largo plazo que enfrenten el decrecimiento, particularmente marcado por la guerra arancelaria que hizo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ajustara a la baja las perspectivas del próximo año.
Respecto a este tema, el presidente de Irade puntualizó que "creo que una década de crecimiento con un 4% promedio es algo lograble, es alcanzable si nos ponemos todos de acuerdo y ese es el gran llamado a la institucionalidad: a construir un modelo que vuelva y permita crecer. Con un 4,5%, un 4%, en una década más, podemos sacar a mucha ente de la pobreza".
En la misma línea se manifestó Alejandro Casagrande, presidente de Corma Ñuble-Biobío, respecto a crecer entorno al 4%: "El país tiene que volver a crecer a tasas de 4% o 5% y, para eso, yo recuerdo que antes, para crecer al 5% transpirábamos y para crecer al 7% tenemos que inspirarnos. Bueno, hoy día estamos transpirando para crecer al 2%".
Ahí se puso el foco de la planificación del Plan Maestro Regional, una mirada a 25 años, donde se puede dar pie a un desarrollo local que incluye la construcción en sus distintas áreas.