De su inicio sacerdotal a su controvertida visita papal: los lazos de Bergoglio con Chile
Con 23 años, el argentino estudió 12 meses en la Congregación Jesuita, donde cultivó importantes amistades. En 2018 volvió como papa, ofreció perdón por los abusos sexuales, defendió al obispo Barros, se arrepintió e inició una reforma cabal.
A los 88 años y a causa de un ictus cerebral falleció ayer el papa Francisco. La noticia la dio a conocer en el Vaticano el cardenal Kevin Ferrel casi un mes después de haber recibido el alta por una pulmonía bilateral que lo tuvo internado por 37 días. A lo largo de su vida, Jorge Bergoglio tuvo una importante conexión con Chile y fue el segundo papa en visitar el país tras Juan Pablo II.
Luego de confirmarse el deceso, el Presidente Gabriel Boric escribió en X que Francisco "hizo un genuino esfuerzo por acercar la iglesia al pueblo en un mundo donde lo espiritual pareciera haber pasado a un segundo plano. Pero la justicia social es trascendencia y así lo vivió y enseñó Bergoglio. Gracias por ello. Un abrazo a todos quienes profesan la fe católica y especialmente al pueblo argentino".
El mandatario decretó tres días de duelo nacional e informó que enviaría una delegación oficial al Vaticano para sus exequias.
Emocionado con la noticia, el cardenal y arzobispo de Santiago, Fernando Chomali, presidió a las 12:30 horas una misa de réquiem en la Catedral Metropolitana, a la que asistieron figuras de la política. Tras la liturgia el prelado comentó que estaba "impresionado" con que "dos días antes de morir fue a la cárcel de Roma. También estoy conmovido que a pesar de la dificultad que tenía, como una persona que estaba muy enferma, se fue a visitar a los peregrinos (...) Él era un hombre de Dios, un hombre entregado a la sociedad, creo que es un ejemplo. No basta con rendirle un tributo, sino que también hay que imitarlo".
Consultado por sus opciones para sucederlo, Chomali bromeó diciéndoles a los periodistas que "tengo más posibilidades que ustedes", para luego recordar que "tengo tres meses de cardenal, la verdad no me conoce nadie y yo conozco cardenales que son tremendamente competentes, hombres muy esculpidos, no voy a dar nombres".
Más temprano Chomali admitió entre lágrimas que le provocaba gran emoción asistir al Vaticano para elegir al sucesor, donde será el único representante nacional con derecho a votar.
"Espero poder representarlos a cada uno de ustedes, voy en representación de todos los católicos chilenos al cónclave", agregó.
El papa en chile
Jorge Bergoglio tuvo su primer vínculo con Chile en 1960, cuando a los 23 años arribó al país para estudiar por un año a la Congregación Los Jesuitas, en Padre Hurtado, donde tuvo una educación orientada en lenguas y formación humanista. Desde esa época es que mantenía varias amistades chilenas.
De manera pública lo más intenso ocurrió cuando, ya como papa, visitó Chile entre el 15 y el 18 de enero de 2018. En el país había un ambiente tenso por los años de denuncias e investigaciones de abusos sexuales a jóvenes por parte de miembros de la iglesia. En esos días estuvo en Santiago, La Araucanía e Iquique. Fue su única visita en su condición papal y la segunda de un pontífice tras Juan Pablo II en 1987.
Su presencia no estuvo exenta de polémicas, pues ofreció perdón al país por dichos ataques, pero confrontado por periodistas descartó las denuncias contra el entonces obispo de Osorno, Juan Barros, quien era acusado de encubrir los abusos del sacerdote Fernando Karadima.
"El día que me traigan una prueba contra el obispo Barros, ahí voy a hablar. No hay una sola prueba. Todo es calumnia. ¿Está claro?", dijo.
Cuando estaba terminando su gira por Sudamérica, Francisco admitió su error. "Debo pedir disculpas porque la palabra 'prueba' ha herido a muchos abusados, fue sin querer. Sé que mucha gente abusada no puede traer una prueba, no la tiene o a veces la tiene y siente vergüenza, sufre en silencio. El drama de los abusados es tremendo", señaló.
Tres meses después de su visita, el papa admitió haber cometido "graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación" en sus dichos sobre Barros y tras ello, en junio, aceptó su renuncia como obispo de Osorno, al igual que la de otros curas, varios de los cuales eran relacionados con Karadima.
Tras ello impulsó una comisión para investigar lo sucedido en Chile, la que encabezó el arzobispo Charles Scicluna, quien documentó los casos. Además, impulsó reformas en la iglesia local y el año pasado la Santa Sede pidió a Caritas Chile elaborar un plan para evitar nuevos abusos.
Junto con ello, recibió en el Vaticano a tres víctimas de Karadima: Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José André Murillo.
"Chile es la bisagra que abrió la caja de Pandora del abuso en la Iglesia católica, un papa incrédulo supuestamente progre tiene la nobleza suficiente y la astucia de reconocer y aceptar la evidencia. ¡Los cambios que inició deben completarse!", escribió en X James Hamilton.
Chomalí contó en radio Cooperativa que el papa "con nosotros fue muy claro, de que había que enmendar el rumbo, y sobre todo, activar protocolos mucho más fuertes para el tema".
En lo anecdótico, Francisco casó en su vuelo a Iquique a los jefes de servicio aéreo, Paula Podest y Carlos Ciuffardi, que tenían pendiente casarse por la iglesia. El terremoto de 2010 se los había impedido. Él contó ayer a Chilevisión que "fue muy emocionante, nos dio la bendición (...) (Nos dijo) 'soy el papa y puedo casarlos acá mismo'".
Ayer, una familia chilena estaba visitando el Vaticano cuando empezó a circular la noticia. En TVN, una madre y sus dos hijos relataron emocionados el momento en que comenzaron a sonar las campanas 88 veces anunciando el deceso del jefe de la iglesia católica.