Violencia escolar
Hasta hace unos años, la violencia escolar se manifestaba en ataques de palabra, sobrenombres, publicaciones ofensivas en las redes sociales, entre otras, pero ahora son frecuentes las informaciones que dan cuenta que algunos estudiantes llevan armas blancas o de fuego a los establecimientos.
Esta semana se informó que dos estudiantes del Liceo Politécnico de Lota protagonizaron una riña que terminó con uno de ellos apuñalado. Ambos fueron detenidos por Carabineros y trasladados al Hospital de Lota. Con anterioridad, un alumno del Liceo Carlos Cousiño fue atacado con un arma de fuego en la calle, a cinco cuadras del colegio. Carabineros y la PDI iniciaron diligencias, pero los padres se negaron a denunciar el ataque, mientras el Gobierno calificó como "gravísimo" el silencio de la familia de la víctima. Y más recientemente se ha conocido el video viralizado de una alumna del Liceo Santa Leonor de Talcahuano que agrede violentamente a una compañera que padece Trastorno del Espectro Autista (TEA).
Estos hechos de violencia en los colegios y su entorno se suman a los casos de agresiones a profesores, como lo ocurrido en Trehuaco, por parte de un alumno, y otro en San Javier, donde una docente fue agredida por un estudiante de quinto básico. El lunes pasado el Colegio de Profesores realizó una movilización nacional tras los casos de agresiones a docentes que han ocurrido en las últimas semanas. Con la consigna "que educar no nos cueste la vida", el gremio se manifestó para rechazar, llamar la atención y levantar un clamor, para que se detenga la violencia contra docentes y contra las comunidades escolares.
Abordar la violencia escolar es un problema urgente que sigue en ascenso y no podemos ignorar. El ministro de Educación, Nicolás Cataldo, ha señalado que se encuentra en trámite legislativo el proyecto de ley sobre convivencia, buen trato y bienestar de las comunidades educativas. Actualmente lo está revisando en segundo trámite la Comisión de Educación del Senado y ha indicado que con esta norma, se va a generar más capacidad institucional de instrumentos, pero también de recursos, para enfrentar las dificultades que hoy asume el sistema con este aumento de los problemas de convivencia.
Sin embargo, aunque legislar sobre convivencia escolar puede ayudar, no hay que perder de vista que los aprendizajes y el clima escolar no son dimensiones aisladas, sino que se potencian mutuamente. Los esfuerzos para mejorar el clima y la seguridad escolar deben ir acompañados con medidas que impulsen los resultados académicos. Luego de más de una década de reformas centradas en los cambios institucionales, hay que enfocar las políticas públicas para el desarrollo pleno de los jóvenes.
Los profesores dicen que también existe una violencia cruzada, ya que algunos apoderados agreden a los docentes, verbal o físicamente, responsabilizándolos por el rendimiento conductual y académico de sus hijos. En los últimos años se ha pasado del ataque a través de las redes sociales a la violencia física. La encuesta "Chile nos Habla", elaborada por el Centro de Políticas Públicas de la Universidad San Sebastián, reveló que un 77,3% de las personas cree que la violencia es uno de los principales problemas en la educación escolar pública, seguida de la baja calidad de la educación. Asimismo, un 97,4% de los encuestados considera "grave" o "muy grave" la violencia escolar dentro del sistema educativo. Y el 77,4% cree que los principales responsables de la violencia en los colegios son los padres. Se tiende a mirar el colegio como un mundo aparte, pero hay un entorno que hoy es más violento, en la casa, en el barrio, en las calles, y esto se refleja también en las escuelas. Pero los padres son los primeros responsables de la conducta de sus hijos y, por lo tanto, deben controlarlos.
Se han hecho frecuentes las agresiones entre alumnos y ataques a docentes. Legislar sobre convivencia escolar puede ayudar, pero no hay que olvidar que aprendizaje y clima escolar van unidos.