Violencia en los colegios
La violencia escolar no es un fenómeno nuevo, pero se acentúa en forma progresiva. La mayoría de las 12.388 denuncias que recibió la Superintendencia de Educación, entre enero y septiembre de 2024 se refirieron a peleas entre alumnos, hechos de connotación sexual y bullying. Pero ahora se conocen casos de agresiones a profesores, como lo ocurrido en Trehuaco, por parte de un alumno.
Hasta hace unos años, la violencia escolar se manifestaba en ataques de palabra, sobrenombres, publicaciones ofensivas en las redes sociales, entre otras, pero ahora son frecuentes las informaciones que dan cuenta de que niños y jóvenes llevan armas blancas o de fuego a los establecimientos, para atacar a sus compañeros. La agresión escolar es una de las situaciones más dolorosas para los niños y sus familias, considerando que los menores muchas veces sufren en silencio el ataque. Lo más probable es que esto comience con colocar un sobrenombre, para pasar a las bromas mal intencionadas, mofarse de un compañero por diversos motivos, hasta llegar al acoso constante y finalmente a las agresiones físicas.
Los profesores dicen que también existe una violencia cruzada, ya que algunos apoderados agreden a los docentes, verbal o físicamente, responsabilizándolos por el rendimiento conductual y académico de sus hijos. En los últimos años se ha pasado al ataque a través de las redes sociales y a la violencia física. La Unesco ha estimado que dos de cada diez escolares son víctimas de bullying a nivel mundial y es una realidad que va en aumento. Es un maltrato que deja huellas físicas o psicológicas en los niños y jóvenes, que en casos extremos pueden incluso llevarlos al suicidio.
La encuesta "Chile nos Habla", elaborada por el Centro de Políticas Públicas de la Universidad San Sebastián, reveló que un 77,3% de las personas cree que la violencia es uno de los principales problemas en la educación escolar pública, seguida de la baja calidad de la educación. Asimismo, un 97,4% de los encuestados considera "grave" o "muy grave" la violencia escolar dentro del sistema educativo.
Y cuando se consultó ¿Quiénes cree usted que son los principales responsables de la violencia en los colegios?, el 77,4% apuntó a los padres; el 57,5% a los estudiantes; el 46,1% a las redes sociales, y el 37,3% a los grupos radicalizados. Asimismo, al consultar respecto a los protagonistas claves para superar la violencia que se genera en los establecimientos de educación pública, la gran mayoría apunta a la familia: el 89,8% cree que los padres y apoderados deben jugar un rol clave para superar este fenómeno en los establecimientos educacionales.
El acoso es intimidación, persecución y agresión que sufren algunos escolares de parte de sus compañeros. Un estudio realizado hace unos años, previo a la pandemia, por el Instituto Nacional de la Juventud reveló que ya entonces el 84% de los estudiantes declaraba que habían sido testigos de las prácticas de bullying en sus escuelas o liceos, lo que reveló que se trata de un problema que entonces estaba más extendido de lo que se suponía.
El acoso es intimidación, persecución y agresión. La violencia en la escuela, por agresiones a alumnos o a profesores es el reflejo de la sociedad. Se tiende a mirar el colegio como un mundo aparte, como si estuviera al margen de la comunidad, pero hay un entorno que hoy es más violento, en la casa, en el barrio, en las calles, y esto se refleja también en las escuelas. Los padres son los primeros responsables de la conducta de sus hijos y por lo tanto deben controlar que no lleven armas a los establecimientos. Es evidentemente un tema que requiere conversación en el nivel familiar, ahora que se ha iniciado el período escolar de 2025. La solución parte en el hogar. La participación del grupo familiar, de los profesores, y de los mismos jóvenes es clave para lograr que mejore la convivencia al interior de las salas de clases.
Una encuesta realizada por la USS reveló que el 77,4% cree que los padres son los principales responsables de la violencia en los colegios. Asimismo, el 89,8% estima que ellos son la clave para superarla.