Las denuncias siguen siendo la principal alerta ante casos de violencia contra la mujer
A pesar del apoyo posterior a las agresiones y la voluntad de la víctima de seguir adelante con el proceso judicial, se registran casos donde la violencia persiste.
Diversas modificaciones legales hacen que hoy la violencia hacia las mujeres, sobre todo los casos más extremos, sean reconocidos por el Estado como un problema de la sociedad. No obstante, pese a los esfuerzos por concientizar sobre estas situaciones, tanto para quienes son víctimas como a quienes atestiguan situaciones de riesgo, las denuncias siguen siendo el punto de inicio para obtener ayuda, pero sobre todo para dar seguimiento a casos que pueden escalar rápidamente hasta llegar a las expresiones más gravosas, como lo son los femicidios.
Solo este año en la región se han contabilizado 6 femicidios frustrados, siendo uno de los más recientes el que tuvo lugar en Yumbel la primera semana de marzo, cuando un sujeto agredió brutalmente a su ex pareja. En este caso, la víctima abandonó el hogar en común junto a sus hijos, precisamente por los malos tratos que sufría de parte de él. Pese a la decisión de alejarse, el sujeto la llamó para que se llevara algunas cosas de sus hijos, momento en que la amenazó, golpeó, lesionó e intentó atropellar, lo que fue catalogado finalmente como un femicidio frustrado.
Denuncias
Con casos de este tipo se vuelve a reiterar la importancia de las denuncias como una forma de alerta y seguimiento, siendo la concientización de esta práctica la punta de lanza de la institucionalidad. No obstante, la seremi de la Mujer y Equidad de Género, Camila Contreras, reconoce que no es tan simple.
"La denuncia no es fácil ni inmediata. No es como si me asaltan y decido hacer la denuncia o incluso hacerlo online. Es diferente cuando se trata de violencia de género, porque yo convivo con el agresor. No es un delincuente que me asaltó y no vi nunca más, por lo tanto es una decisión más compleja, más lenta y para ello tenemos programas de SernamEG que acompañan a esas víctimas. Aunque no quieran denunciar, pero acompañamos psicológicamente y orientamos sobre las alternativas", ejemplificó.
Parte de la realidad es que las denuncias suelen ser retiradas, en muchos casos ante delitos de agresiones en contexto de violencia familiar ni siquiera se llega a obtener medidas cautelares (como resultado de una formalización). Al respecto, Contreras indicó que cuando esto ocurre "son los tribunales correspondientes los que tienen que dar seguimiento a esos casos y nosotros como Ministerio damos seguimiento siempre que la víctima quiera aceptar nuestro patrocinio jurídico, el que ofrecemos a las víctimas de casos de violencia grave o de femicidios, a las víctimas, sobrevivientes o familiares directos de las víctimas".
La limitante está en el patrocinio, ya que si las víctimas o familias no lo aceptan, el caso se puede mantener monitoreado pero sin acceso a la información. Sin embargo, en casos en donde el riesgo es explícito, como cuando una mujer embarazada o en situación de discapacidad es víctima de violencia; el agresor utiliza algún tipo de arma blanca o de fuego e incluso en casos de consumo de sustancias, los indicadores de riesgo derivan a otros servicios que intervienen, acompañan y vigilan el caso.
Líneas de apoyo
"Nos preocupa que muchos casos de violencia extrema que vemos en la región terminan tipificándose como femicidios frustrados o tentados. Vemos situaciones donde hay una negación al término de la relación por parte de los agresores y entre otras situaciones de violencia psicológica, económica, secuestro, aislamiento, que anteceden o acompañan al femicidio frustrado", dijo Contreras.
Para estos casos indicó que la denuncia o al menos la búsqueda de ayuda es importante, de tal forma que a través del apoyo psicológico y social se puedan trazar objetivos en dirección a una vida independiente, abordando la recuperación de autoestima, solvencia económica, vinculación con la comunidad, entre otras.
Pero de forma paralela, también permiten pedir medidas cautelares para resguardar su integridad. Sin embargo, la seremi reconoce que esto aún hay debilidades cuando consideran que la situación amerita una prisión preventiva, pero solo se decreta una orden de alejamiento, para lo cual también hay dificultades de seguimiento.
6 femicidios frustrados se han contabilizado en 3 meses de este año, considerando que el 2024 fueron 14 en Biobío