En octubre pasado el Ministerio de Salud inició, tempranamente, la campaña de prevención de contagios con hantavirus, que ha estado dirigida principalmente a personas que realizan actividades al aire libre, en camping o espacios recreacionales, así como a residentes y trabajadores de zonas rurales o semirurales, y que alcanza su período más crítico en verano. De hecho, es una de las patologías que son parte de la Campaña de Verano Minsal 2024-2025 y en la que se hace especial énfasis por su reconocida letalidad.

En una circular de alerta por hantavirus se detalló que el año pasado hasta el 30 de septiembre la cantidad de contagios llegaba a 25 a nivel nacional, con una letalidad del 20%. En la Región del Biobío, hasta noviembre del año pasado los casos llegaban a cuatro y no se registraba letalidad, igual que en 2023, cuando hubo seis casos sin fallecidos.

Las autoridades de Salud han reiterado la importancia de que las personas que viven, trabajan o van de paseo a sectores rurales, adopten medidas de autocuidado para evitar contagios.

El hanta es una enfermedad viral que se transmite al ser humano desde el ratón de cola larga, a través de la inhalación de olores de la orina de roedores contagiados. Al ser un roedor silvestre que en nuestro país habita en zonas rurales desde las regiones de Coquimbo a Aysén, el mayor riesgo lo tienen las personas que viven en los campos y quienes por actividades recreativas van a esos lugares. El primer virus aislado por investigadores se logró en Corea, durante 1976 y fue a orillas del río Hanta donde ocurrieron las primeras infecciones conocidas y documentadas, por lo cual tomó esa denominación.

La enfermedad comienza con un cuadro similar a una gripe, con fiebre, dolores musculares y articulares, dolor de cabeza, a veces acompañado con síntomas gastrointestinales y con dificultad respiratoria progresiva. Estos pacientes necesitan ser diagnosticados oportunamente y derivados a hospitales con camas de Unidades de Tratamiento Intensivo (UTI), ya que su manejo es muy complejo y requiere atención especial.

Los primeros casos de hantavirus en Chile se registraron en 1995, con letalidades iniciales de entre 60 y 80%. Este índice posteriormente fue disminuyendo e incluso durante la pandemia de covid 19 los contagios fueron mínimos, debido a las medidas de confinamiento y encierro que se adoptaron. Esta es una patología que incluso produce muertes, por lo que es importante que las personas conozcan las medidas preventivas antes de salir de paseo o de vacaciones a sectores rurales, que van orientadas al buen manejo de la basura, a evitar que haya maleza afuera de las casas y a manejar bien los alimentos.

El Ministerio de Salud ha pedido que las familias eviten conductas de riesgo, como internarse en matorrales o recoger frutos silvestres. Los llamados están dirigidos a dos grupos especialmente: las personas que viven o trabajan en el campo y las familias que van de camping o paseos al aire libre, para que no se expongan al posible contacto con ratones o sus desechos, con el fin de evitar contagiarse con el virus.

Asimismo, es necesario identificar situaciones de riesgo y ser cuidadoso en el manejo de las basuras, la conservación de los alimentos y comportamientos en el sector rural, en los campings y lugares donde pudiese habitar el ratón de cola larga. Antes de ingresar a cabañas o bodegas se debe ventilar el recinto al menos treinta minutos. Una vez dentro y luego de ver si hay señales de roedores, se debe rociar el piso con cloro, utilizando mascarilla y guantes. Sólo después se puede limpiar, aspirar o barrer el recinto para deshacerse cuidadosamente de la basura recolectada.

Todas las recomendaciones y las medidas de prevención se encuentran disponibles en la página del Minsal, además del fono Salud Responde, donde cualquier consulta puede ser vital para salvar vidas y detectar con anticipación una enfermedad que puede ser grave.

En la Región del Biobío, hasta noviembre del año pasado los casos llegaban a cuatro y no se registraba letalidad, igual que en 2023, cuando hubo seis casos y ningún fallecido.

Chile es un país de contrastes naturales, donde el desierto más árido coexiste con glaciares milenarios, y los valles se extienden entre el mar y los Andes. No es de extrañarse, entonces, que sea un destino atractivo para turistas nacionales y extranjeros. De hecho, ha sido catalogado como el segundo destino turístico más competitivo de Latinoamérica, de acuerdo con el Foro Económico Mundial. A nivel local, una encuesta de Black&White muestra que un 56% de las familias tomará vacaciones, gran parte viajará al sur, y una mayoría relativa pretende gastar entre $500 mil y $1 millón.

Sin embargo, nuestro turismo es altamente dependiente del entorno natural y vulnerable a riesgos, como los efectos del cambio climático, incendios y mal manejo de desechos. Ante estos riesgos, podemos jugar un papel fundamental. ¿Cómo podemos disfrutar de nuestras vacaciones sin perjuicio para las generaciones futuras? Con el auge del turismo interno y el crecimiento de una clase media que tiene mayor acceso a los viajes, las decisiones de cada uno tienen un impacto directo en el entorno. La sostenibilidad no es solo una responsabilidad de los operadores turísticos o de las autoridades, sino también de quienes visitan y disfrutan de los destinos. Adoptar un turismo responsable implica modificar nuestros hábitos y ser conscientes de las consecuencias de nuestras acciones.

Primero, es esencial reconocer cómo nuestras elecciones de transporte influyen en el medio ambiente. La geografía de Chile presenta desafíos particulares en cuanto a la movilidad. Si bien el transporte aéreo es práctico para largas distancias, también es una de las mayores fuentes de emisiones de carbono. Los turistas pueden optar por alternativas más sostenibles cuando sea posible, como el uso de buses interurbanos o el tren. Además, en los destinos mismos, el transporte local ecológico, como bicicletas o caminatas, no solo reduce el impacto ambiental, sino que también ofrece una experiencia más cercana y auténtica. Naturalmente, esto plantea desafíos para la política pública, sobre todo en el desarrollo de infraestructura que haga atractivo utilizar medios de transporte más sostenibles, como el tren, la bicicleta o caminar.

Otro aspecto clave es el alojamiento. En los últimos años, Chile ha experimentado un auge en iniciativas de turismo sustentable, como eco-alojamientos y hospedajes que priorizan el uso eficiente de energía. Además, ha habido un resurgimiento de las familias que prefieren ir de camping. Estas experiencias no solo reducen nuestra huella ecológica, sino que también permiten una mayor conexión con la naturaleza.

Finalmente, es crucial gestionar nuestros residuos. Los plásticos de un solo uso, como botellas o envoltorios, representan un grave problema para los ecosistemas naturales. Llevar una botella reutilizable, bolsas de tela y envases duraderos puede parecer una acción pequeña, pero tiene un impacto significativo cuando se multiplica por miles de visitantes.

El turismo puede ser una herramienta para el desarrollo sostenible, pero esto depende de nuestras decisiones como sociedad y como individuos. Nuestro país posee una riqueza natural y cultural que merece ser preservada, y está en nuestras manos garantizar que siga siendo un lugar de belleza para las generaciones por venir. Hoy, el verdadero lujo no está en viajar más lejos o en gastar más, sino en viajar de manera más responsable. En resumen, apuntar a un turismo sostenible.

La sostenibilidad no es solo una responsabilidad de los operadores turísticos o de las autoridades, sino también de quienes visitan y disfrutan de los destinos.

Empleo y pensiones

El proyecto de reforma al sistema de pensiones tendrá un impacto en el empleo, variable que ha tenido un comportamiento débil. El tamaño del impacto del incremento en la cotización con cargo al empleador sobre la demanda por trabajo dependerá de su elasticidad. Ésta muestra cuánto reacciona la demanda por trabajo frente a cambios en los costos laborales.

Pero más allá de cuál sea hoy este guarismo, es probable que esta demanda se haya vuelto más elástica (sensible) durante los últimos años. Lo anterior, por varias razones. Primero: incrementos sistemáticos en el salario mínimo. Segundo: la disponibilidad de tecnología capaz de sustituir la mano de obra de baja calificación; de hecho, la revolución que está significando la inteligencia artificial, generará una sustitución relevante de empleos humanos. Tercero: el aumento generalizado en el costo de la mano de obra, ha hecho que los costos laborales hayan ido adquiriendo más importancia dentro de los costos totales de las empresas.

Finalmente, no debemos olvidar que la gradualidad propuesta para el incremento de las cotizaciones permitirá a las empresas ajustar sus decisiones de uso de factores productivos, optando por procesos más intensivos en capital y tecnología.

Rodrigo Montero

Cuidador de autos

El fin de semana fui a la Feria Artesanal del parque Ecuador con familiares y nos estacionamos en calle Chacabuco. Grande fue mi sorpresa cuando se nos acercó un hombre vestido con un chaleco reflectante y dijo que debíamos cancelar $1800 para poder quedarnos en el lugar.

Aseguró que era el "cuidador" de la cuadra y que debíamos pagar por adelantado. Como no teníamos la cantidad en efectivo, finalmente le dimos solo $1200, pero con el temor de que pasar algo con nuestro vehículo. Esta es una de las situaciones que deben terminar de raíz, espero que se haga algo para no estar a merced de estas personas.

Felipe Méndez A.

Obsolescencia

La obsolescencia programada es una estrategia de los fabricantes para impulsar a los consumidores a comprar productos nuevos, lo que resulta en un exceso de compras y renovación constante, generando grandes cantidades de residuos, especialmente productos electrónicos como celulares, lavadoras, jugueras y otros electrodomésticos.

En marzo de 2023, la Unión Europea propuso una nueva legislación con lineamientos y prioridades sobre el derecho a reparar, con el objetivo de avanzar hacia un modelo de economía circular para 2050. Algunos países, como Chile, aún no tienen una regulación específica que proteja el derecho a reparar y extienda las garantías de los productos más allá de los seis meses iniciales.

La obsolescencia programada tiene un impacto ambiental negativo, generando basura tecnológica y aumentando el consumo de materias primas. Es fundamental promover la reparación como una práctica para mejorar la salud medioambiental del planeta y reducir la generación de desechos electrónicos.

Michael Silva

Habilidades

Los recientes resultados de la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES) nos invitan a reflexionar sobre el modelo de admisión en Chile y su capacidad para responder a las necesidades del siglo XXI.

Si bien estas evaluaciones miden conocimientos fundamentales, dejan de lado habilidades clave como el trabajo en equipo, la empatía y la comunicación, competencias esenciales en el mundo actual. ¿Qué pasaría si las universidades valoraran no sólo el rendimiento académico, sino también el de sus estudiantes?

Esta ausencia de un enfoque integral limita no sólo el desarrollo personal de los jóvenes, sino también la capacidad del país para formar líderes conscientes, innovadores y socialmente responsables. Es urgente avanzar hacia un sistema educativo que valore al ser humano en todas sus dimensiones: mente, cuerpo, emociones y propósito.

Desde la niñez, necesitamos una educación que promueva la acción social, la reflexión y la comprensión del impacto de nuestras decisiones en el entorno. Este cambio no sólo enriquecerá a los estudiantes como individuos, sino que también fortalecerá el vínculo entre las universidades, los empleadores y la sociedad, construyendo un tejido social más armónico y sostenible.

Repensar la educación de esta manera permitirá transformar las universidades en verdaderas incubadoras de líderes integrales, capaces de generar cambios positivos y duraderos en el mundo.

Antonia Anastassiou

Fundación Mustakis

El Cuerpo de Bomberos de Concepción continúa a la espera de un reembolso por parte del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), correspondiente a los dineros utilizados en las distintas operaciones realizadas para combatir los incendios forestales en la Región del Biobío durante enero y febrero de 2023.

En total, se estima una deudaen devolución de $39 millones, fondos que de acuerdo a una normativa vigente del Gobierno deben ser reintegrados a la Institución voluntaria. En el detalle, los gastos están asociados principalmente a conceptos operacionales, movilización, alimentación y reposición de material dañado productos de los siniestros.

En verano de la temporada pasada, las 10 compañías de bomberos de Concepción registraron 215 atenciones de emergencias del tipo forestal.