Chile es el país número 19 del mundo que más confía en la ciencia
Casi 170 instituciones de todo el planeta encuestaron a unas 72 mil personas en 68 países. Egipto encabezó el ránking y Albania está en el fondo.
Un estudio desarrollado a nivel global por un consorcio con sede en la Universidad de Harvard ubicó a Chile entre los 19 países que más confían en el trabajo científico. La investigación, que encabeza Egipto, fue publicada en la revista Nature Human Behaviour, se basa en una encuesta realizada en 68 países a 71.922 participantes y es el mayor conjunto de datos mundiales sobre la confianza en la ciencia desde la pandemia del covid-19.
La investigación fue realizada por TISP Many Labs, grupo que dirigen Viktoria Cologna (Universidad de Harvard, RTH de Zúrich) y Niels G. Mede (Universidad de Zúrich), y engloba a 241 investigadores de 169 instituciones de todo el mundo, entre ellas el Departamento de Psicología de la Universidad de Concepción.
Los resultados de la encuesta revelan que la mayoría de la gente tiene niveles relativamente altos de confianza en la ciencia, aunque cree que los científicos deberían participar más en la sociedad y estar más involucrados en la formulación de políticas.
Los datos
El estudio incluyó países de África, Medio Oriente o América Latina, habitualmente menos investigados y concluye que la mayoría de los ciudadanos tiene una confianza relativamente alta en los científicos, con un nivel medio de confianza del 3,62, en una escala del 1 al 5, en el que 1 es 'confianza muy baja' y 5, 'confianza muy alta'.
La mayoría también considera que los científicos están calificados (78%), son honestos (57%) y se preocupan por el bienestar de las personas (56%).
Precisamente por ello, una gran mayoría (83%) está de acuerdo en que los científicos deben comunicar la ciencia al público y sólo una minoría (23%) cree que los científicos no deberían defender activamente políticas específicas.
Además, el 52% cree que los científicos deberían participar más en el proceso de elaboración de políticas.
Las conclusiones confirman los resultados de estudios anteriores que muestran diferencias sustanciales entre países y grupos de población.
En particular, se ve que en los países occidentales las personas con opiniones políticas de derecha confían menos en los científicos que las de izquierda. Sin embargo, en la mayoría de los países, la orientación política y la confianza en los científicos no están relacionadas.
"Los datos de este estudio internacional nos permiten observar tendencias globales sobre la confianza en la ciencia, al mismo tiempo que vemos el efecto contextual de algunos factores como la ideología", dice Celia Díaz, científica de la Universidad Complutense de Madrid y coautora del estudio.
El listado
Atendiendo al ránking mundial, los diez países con más confianza en la ciencia son Egipto, con un indicador de 4.30 de un máximo de 5.0), India, Nigeria, Kenia, Australia, Bangladesh, España, Turquía, Nueva Zelanda y Argentina y México, ambos con 3.87.
Los países americanos que siguen son Estados Unidos (3.86), Canadá (3.81) y Chile, con 3.78 y en el casillero 19. Luego están, con la misma calificación, Suecia y Brasil.
Otras naciones de la región evaluadas son Costa Rica (3.74) y Colombia, que está apenas dos décimas por sobre el promedio mundial de confianza, que es de 3.62.
Ya dentro del rango de desconfianza figuran Uruguay, Perú, Nicaragua y la antepenúltima Bolivia, en el puesto 66, con 3.22 de indicador.
La encuesta se aplicó entre noviembre de 2022 y agosto de 2023 y revela algunos aspectos preocupantes, como que menos de la mitad de los encuestados (42%) cree que los científicos prestan atención a las opiniones de los demás.
Los resultados también muestran que muchas personas, en muchos países, consideran que las prioridades de la ciencia no siempre coinciden con sus propias prioridades.
En este sentido, los participantes concedieron una gran prioridad a la investigación dedicada a mejorar la salud pública, resolver los problemas energéticos y reducir la pobreza y menos al desarrollo de la tecnología militar y de defensa, dos ámbitos que creen que reciben más atención de la debida.
Los autores recomiendan a los científicos que se tomen en serio estos resultados y busquen formas de ser más receptivos a las reacciones y abiertos al diálogo con el público, que estudien formas de llegar a los grupos conservadores en los países occidentales y que, con el tiempo, consideren su papel a la hora de establecer prioridades acordes con los valores públicos.