La caracterización de la población migrante regional
Como cada año, el Servicio Nacional de Migraciones (Sermig) publicó su informe donde detalla la estimación de los extranjeros residentes en Chile a 2023, donde se reveló que esta cifra a nivel país es 1.918.583 personas. De ese mismo reporte se desprende que la Región del Biobío concentró el mayor crecimiento relativo respecto al 2022, con un 25,1%, pese a no ser la zona donde mayor cantidad de personas residen.
De hecho, en la región residen el 2,6% de la población extranjera total nacional y cifras se traduce en 50 mil 563 personas. Sin embargo, se revela que el interés por llegar a Biobío, en desmedro de otros territorios nacionales, es más alto en este tipo de población y, en esa línea, se establecieron dos principales atractivos: la oferta laboral y la universitaria.
El primer punto queda reflejado en comunas como Talcahuano, Concepción y Los Ángeles, que concentran la llegada de foráneos. El informe no detalla residencia por ciudad, pero la directora regional del Servicio de Migraciones, Carmen Moreno, señaló que como organismo sí tienen la caracterización de este desglose y que está dado, en el primer caso, por el trabajo portuario, le sigue la capital regional con toda la oferta de servicios que eso implica y luego el área agrícola que permite atraer mano de obra por temporada que existe nula capacitación.
En esa línea, Moreno explicó que "los trabajos que están desarrollando los extranjeros son muy variados y dependen de las capacidades, de la formación, la situación migratoria, porque la oferta es variada, desde el área académica, servicios o mano de obra, son las diferentes oportunidades que da Biobío".
A este dato laboral también se le debe agregar el rango etario de quienes eligen a Biobío como residencia habitual para entender a la población foránea: el 55,1% tienen entre 25 y 44 años.
Así se puede ahondar aún más en el leitmotiv de esta población foránea, entendiendo que se trata de personas jóvenes, que se suman o buscan sumarse a la fuerza laboral que ofrece esta zona y que es relevante poder analizar el impacto que están generando o que podrían generar en esta área, particularmente en un momento en que la economía regional está pasando por un momento de ajuste.
En esa línea, hace falta una caracterización actualizada de este grupo poblacional que pueda mostrarnos no solo los datos duros de quienes están llegando -como edad, género, cuántos son o su país de origen- para poder adecuarnos como región y poder transformar estas cifras en un aporte local.
Si hace dos décadas se veían llegar docentes universitarios con experiencia muy específica, esto dio paso a quienes llegaban buscando oportunidades laborales de países como Perú y Haití, que venían solos o con sus familias. Actualmente los oriundos de Venezuela, motivados por la crisis política, concentran el 59,5% de la población migrante y aumentaron en 8,2 puntos porcentuales respecto al 2022 y acumulan un 23,3% respecto al 2018, cifras que podrían seguir en aumento al no visualizarse en el corto tiempo un cambio en la situación de su país.
Si bien, a esta población foránea se le ha atribuido un aumento en la crisis de seguridad y están pasando por una época donde se ha acrecentado su rechazo por parte las comunidades, es una arista relacionada a poder aumentar el control de pasos fronterizos y el aumento de la población indocumentada.
Las cifras del Sermig consideran personas legalizadas e irregulares, pero los segundos corresponden al 17,6% a nivel nacional. Por lo que más del 80% sí cuenta con sus papeles al día y habrá que pensar en cómo se trabaja para no estigmatizar a esta población y aprovechar las capacidades que tienen para mejorar la región, en la línea de que, independiente de cómo se modifique a nivel gubernamental la política migratoria chilena, la caracterización de este grupo seguirá permeando nuestra zona.
En esa línea, hace falta una caracterización actualizada de este grupo poblacional que pueda mostrarnos no solo los datos duros de quienes están llegando