Nombramientos fallidos y vacancias extensas
Una situación compleja fue la que se vivió esta semana en la Región con el nombramiento de quien debía ocupar el cargo de delegado provincial de Biobío y que termino siendo una de las designaciones de menor duración del actual Gobierno a nivel regional.
El rol estaba vacante desde el 15 de noviembre, fecha en que un grupo importante de autoridades tanto municipales como del gabinete regional dejaron sus cargos con el objetivo de trabajar en posibles candidaturas parlamentarias. Entre ellas se encontraban, entre otras, la exdelegada presidencial Daniela Dresdner, y la también la exdelegada provincial de Biobío Paulina Purrán.
En una rápida aproximación, es importante recordar que el cargo de la Delegación Presidencial contó de inmediato con una nueva designación, en este caso el exseremi de Bienes Nacionales Eduardo Pacheco, quien asumió sus responsabilidades al día siguiente de la salida de Dresdner e, incluso, estuvo acompañado por ella durante su presentación pública. Una situación distinta es la que han vivido los otros cargos vacantes, entre los cuales se cuentan la Secretaría Regional Ministerial de Transportes y Telecomunicaciones, la Secretaría Regional Ministerial de Justicia y Derechos y Humanos, y la Secretaría Regional Ministerial de Energía, estas últimas sin nombramiento desde septiembre.
Es importante tener presente el tiempo transcurrido desde las salidas de las exautoridades de las tres seremis vacantes, porque una vez más surgen interrogantes respecto de la falta de nombres para cubrir esas responsabilidades en un plazo acotado. Las alternativas son varias, como la ausencia de nombres que puedan asumir ya sea por disposición, capacidad profesional o simplemente falta de interés en el servicio público, considerando que el actual Gobierno está entrando al último año de administración y en noviembre próximo habrá elecciones parlamentarias y presidenciales.
Por eso fue una buena noticia que el martes el Ministerio del Interior y Seguridad Pública informara que el cargo de delegado presidencial de la Provincia del Biobío era asumido por Alejandro Jerez, kinesiólogo con trayectoria política que hasta esta semana se había desempeñado como asesor y encargado de seguridad, conflicto y violencia rural de la misma repartición del Estado con la confianza de la exautoridad, Paulina Purrán. El nuevo delegado, incluso, se refirió en su primer día a las prioridades de su gestión en el área de seguridad tanto pública como social. Su renuncia el miércoles por la noche generó sorpresa, pero luego la confirmación oficial y el posterior nombramiento del exconvencional Javier Fuchslocher como nuevo delegado comprobó la situación.
Sin embargo, esta vez la rápida salida del exfuncionario, que la ministra del Interior Carolina Tohá adujo a una decisión personal de Jerez, desencadenó una serie de críticas de parlamentarios locales, que tildaron la situación como una muestra de despreocupación e improvisación por parte del Gobierno. Tohá, sin embargo, aseguró que el caso no tuvo que ver "con que los antecedentes no estuvieran bien revisados, sino que con una situación sobreviniente que afecta al exdelegado y que lo hizo renunciar".
Llaman la atención las declaraciones de quienes son parte del oficialismo, como el senador Gastón Saavedra (PS) que apuntó a una despreocupación por la Región, asegurando que era una situación inaceptable que muestra la falta de prolijidad por parte del Gobierno, así como de la diputada María Candelaria Acevedo (PC), que apuntó que casos como estos generan una sensación de incertidumbre, sobre todo por la forma en la que se dio su salida a menos de 24 horas de haber asumido.
Desde otras veredas políticas, el diputado Eric Aedo (DC) lamentó que las vacancias de las seremis sean todas en áreas sensibles, que tienen problemáticas que se agudizan por la falta de una autoridad en las carteras mencionadas, y la diputada Joanna Pérez (Demócratas) catalogó lo ocurrido como el resultado de una improvisación, pidiendo transparentar la causa de la renuncia.
El punto clave de las críticas no tiene relación con el actual nombramiento del delegado provincial, que finalmente se concretó, sino con la percepción de que no hay interés por resolver la situación por parte de alguna de las partes, ya sea autoridades o posibles candidatos a los cargos vacantes.
La seriedad y responsabilidad con que deben ser tomados y ejercidos los cargos de responsabilidad pública deben ser innegables y, por supuesto, con proyección de la labor a ejercer, porque de otra forma se producen salidas rápidas que no se condicen con la confianza recibida desde el Gobierno. Cuando falta poco para iniciar un nuevo año, es esperable que el gabinete regional logre constituirse en su totalidad lo antes posible, en especial para enfrentar un último año de administración que puede ser especialmente relevante para las circunstancias que atraviesa la Región.
Es importante recordar que el cargo de la Delegación Presidencial contó de inmediato con una nueva designación, en este caso el exseremi de Bienes Nacionales Eduardo Pacheco, quien asumió sus responsabilidades al día siguiente de la salida de Dresdner.