Violencia contra las mujeres
Es lamentable que todavía nuestra sociedad no ha sido capaz de erradicar conductas tan dolorosas y terribles, como es la violencia física y psicológica contra la mujer. No obstante, se percibe que en la actualidad se identifican con más claridad lo que son aquellos ataques psicológicos, físicos o sexuales, ya sea en el hogar, en el trabajo, en la escuela o en la calle y se atreven a denunciarlos. Esas conductas ya no se consideran "normales", como ocurría hace unas décadas, lo que revela que hay un paulatino cambio cultural.
Hace unos años, la "Encuesta Nacional sobre la Desmitificación del Amor Romántico y Violencia Simbólica", de la Fundación Prodemu, arrojó alarmantes cifras sobre los conflictos ocultos en las relaciones de pareja, ya que un 77% de las mujeres consultadas dijo que ha sufrido algún tipo de violencia psicológica en su vida, como limitarles el acceso al dinero de la familia, humillarlas por la forma de vestir o agredirlas con amenazas psicológicas. El 16% de las entrevistadas declaró que su expareja las ha amenazado con quitarles los hijos; un 28% se sienten avergonzadas porque su pareja critica su forma de vestir y un 19% ha sido víctima de violencia económica, limitando su autonomía en la disposición de recursos. El 45% de las encuestadas señaló que su pareja "se ha enojado por hablar con otras personas"; a un 48% las han "avergonzado o minimizado"; y al 36% también las han "acusado de infidelidad".
Por ello, con frecuencia las instituciones realizan campañas que buscan alertar y prevenir sobre estos tipos de problemas que en ocasiones no se aprecian a simple vista, pero que pueden ser el paso previo a la violencia física. Otro aspecto que se aborda en esas campañas informativas es que las situaciones que se presentan tienden a encubrirse bajo formas de subjetivación del amor romántico, justificadas por considerarse -de forma equivocada- como "expresiones de amor".
Pese a las insistentes campañas que se han desarrollado durante los últimos años, los ataques a mujeres por parte de sus maridos, parejas o pololos no han cesado, incluso hasta llegar al femicidio, que es la forma más extrema de violencia y una muestra de que en algunos sectores de nuestra sociedad todavía se cree que los hombres tienen derecho a controlar la vida de las mujeres. Los celos, la incomprensión y la violencia se conjugan en la génesis del problema, primero como una agresión sicológica, para luego dar paso a los golpes y, en situaciones extremas, terminar con una vida.
De acuerdo con el Ministerio de la Mujer, durante el presente año 2024, en Chile se han registrado a la fecha 36 femicidios consumados, de los cuales 4 corresponden a nuestra Región del Biobío, y 251 femicidios frustrados, de ellos, 11 en nuestra zona. A la vez, en los tribunales se tramitan miles de causas sobre violencia física.
La violencia contra las mujeres se constituye en un problema social transversal al conjunto de la población del país. Se extiende a todos los sectores de la sociedad y se expresa en diferentes contextos sociales, culturales, territoriales y espaciales en que las mujeres se relacionan y viven.
Por más de tres décadas, desde diferentes sectores e instituciones públicas, se ha contribuido a desarrollar acciones para abordar la violencia intrafamiliar y si bien ésta se manifiesta en el espacio íntimo del hogar, también están las agresiones de todo tipo, especialmente sexuales, que reciben en la calle y en el trabajo, como los casos que han tenido amplia difusión en estos días.
El Congreso Nacional aprobó el proyecto de monitoreo telemático en casos de violencia intrafamiliar y uso de tobilleras electrónicas en los agresores, que se convirtió en ley 21.378 y comenzó a aplicarse en febrero de 2022 en los Tribunales de Familia y en junio de 2022 en los Tribunales de Garantía. Sin embargo, ninguna medida será suficiente si no se cuenta con la colaboración de todos como sociedad para involucrarse en la solución de esta dura realidad.
Durante el presente año, en Chile se han registrado 36 femicidios consumados, de los cuales 4 corresponden a nuestra Región del Biobío, y 251 femicidios frustrados, de ellos, 11 en nuestra zona.