"Las canciones terminan siendo parte de momentos queridos de la vida"
El músico trasandino se presentará el próximo 8 de diciembre en el Teatro UdeC, festejando sus cinco décadas de trayectoria musical.
El nombre de Pedro Aznar está indisolublemente unido a la historia musical argentina.
Y es que, ya sea con su carrera solita como su trabajo con Madre Atómica, Alas, Serú Girán, Spinetta Jade y Pat Metheny Group, el trasandino suma ya 50 años de trayectoria musical.
En ese contexto, el músico visitará la zona el próximo 8 de diciembre -a las 19 horas- con entradas disponibles en ticketmaster.cl.
Con el Teatro UdeC como escenario, para el argentino la visita "es fuerte, desde lo musical es emocionante poder tocar canciones de esos 50 años. Es una presentación cabal y exhaustiva de todos mis discos y de los grupos donde toqué, desde los 15 años hasta hace pocos meses atrás. Al hacerlo en orden cronológico es muy movilizante".
"Como persona, es muy tocante. La música es algo que se graba en las células y las canciones terminan siendo parte de los recuerdos, de los momentos más queridos de la vida. Es un volver a vivir ese tiempo y, como el show es en orden, es un verdadero viaje. Muy emocionante", señaló.
Medio siglo
Precisamente, todo el concierto -que se extiende por casi dos horas- es un viaje cronológico por las cinco décadas de carrera de Aznar.
Recordando sus inicios, el músico es enfático en señalar que "teníamos, con mis amigos músicos de los primeros grupos, que la música era una herramienta no solo emocional, sino que de cambio en el mundo. Que, a través de reflejar el momento histórico, las canciones tenían el poder de cambiar el mundo".
Siendo una entrevista a través de una videollamada, la voz de "A primera vista" se detuvo particularmente al observar un cuadro de The Beatles, asegurando que "soy fan desde que tengo memoria, y al ver cómo su música cambiaba el mundo, liberó la cabeza de tanta gente y le hizo bien a esa generación y las siguientes, nosotros éramos muy conscientes de eso".
"Tomábamos el hacer música no solo con una gran pasión, sino que con una gran responsabilidad. Sabíamos que lo que se ponía en las canciones se dejaba como un legado. Pese a ser jóvenes, estaba en nosotros esa semilla", destacó.
Mismo germen que el músico ha mantenido en su interior en cada proyecto del que ha sido parte y en sus más de 30 años como solista.
-¿Cuánto de ese joven Pedro hay en ti?
-Creo que, además de lo que hablábamos, dentro de lo principal está el juego. La sensación de jugar a la música. Hay idiomas donde tocar música y jugar son el mismo verbo como en inglés o francés. Eso es muy hermoso. En ese juego salen muchas cosas que uno no sabía. Me ha pasado decir en las canciones cosas que aprendí años más tarde.
-¿Cómo recuerdas tus primeros acercamientos a Chile?
-Mi primera visita fue muy joven, con apenas 17 años, con el grupo Alas. Fuimos a tocar a Santiago y a Viña del Mar. Hicimos shows con el grupo Congreso y nos hicimos amigos. Conozco Chile desde muy joven.
-Es una relación que se ha profundizado en el tiempo, como países diferentes incluso siendo vecinos.
-Felizmente, en esa diversidad hay riqueza. Uno siempre se enriquece conociendo otros países latinoamericanos, más allá de que hablemos el mismo idioma. Ahondar en esas diferencias es muy importante para un creativo. Estar atentos a la temperatura y la idiosincracia de cada lugar. La música de Chile ha sido una influencia en lo que hago y sé que a muchos artistas chilenos les ha aportado lo que yo hago.
Habiendo visitado Concepción en muchas ocasiones, el músico es enfático en señalar lo especial de este reencuentro con el público penquista, ya es en un contexto y con un cariz totalmente diferente.
"Se van a sorprender gratamente no solo los que ya me conocen bien y me siguen hace años, por el repertorio que es muy cabal en su recorrido, sino también a los que no me han escuchado y que quieren descubrir lo que hago. Este show es una excelente oportunidad para tener un amplio pantallazo de lo que hago. Es un repertorio muy hermoso", puntualizó el trasandino.