Alta concurrencia y gran cifra de votos blancos y nulos: las claves electorales del Biobío
La participación fue la segunda más alta de la última década y en al menos seis comunas la votación superó el 90% del padrón local. Analistas pusieron el foco en las mejoras al proceso, la obligatoriedad del sufragio y el impacto que tendrá en el balotaje de noviembre.
La masiva concurrencia de votantes durante la jornada del sábado recién pasado permitía anticipar que la elección municipal y regional de este fin de semana sería una de las más concurridas en la historia.
Según los datos entregados por el Servicio Electoral (Servel), un millón 198 mil personas de la Región participaron de los comicios, cifra que representa 87,56% del padrón electoral habilitado en el Biobío: la cifra posiciona a la zona como la cuarta región a nivel nacional con mayor participación de la ciudadanía, siendo solo superada por las regiones de O'Higgins (90,72%), Maule (90,19%), y Ñuble (89,22%).
Además, dicho indicador es el segundo más alto de la última década -considerando que el voto obligatorio recién se reestableció hace un par de años con los procesos constitucionales- y sólo es superado por el 88,1% de electores que participaron en el plebiscito de salida del primer proceso constitucional de septiembre de 2022.
Al desglosar el detalle por comuna, destacan al menos seis que superaron el 90% de participación del padrón habilitado: Florida (91,79%), Santa Juana (91,47%), Cabrero (91,19%), Arauco (90,93%), Penco (90,29%) y Hualpén (90,23%).
En contrapartida, las comunas que registraron una menor votación fueron Antuco (82,66%) y Concepción (82,96%), en un análisis donde resulta clave señalar que en todas las comunas del Biobío votaron al menos cuatro de cada cinco electores.
Obligación y deber
La jefa de carrera de Administración Pública y Ciencia Política de la Universidad de Concepción, Susana Riquelme, pone sobre la mesa una serie de elementos para ponderar el alto porcentaje de votación que se registró este sábado y domingo.
"La vuelta del voto obligatorio en elecciones subnacionales significó todo un despliegue del Servel, con una organización logística más grande. La gobernanza electoral está bien preparada para asumir este desafío, pero algunos elementos logísticos dificultaron el proceso debido a las largas filas y eso responde a la fragmentación en las candidaturas, con extensas listas para cada una de la elecciones", explicó.
Junto a ello, dio cuenta que "la alta participación que tuvimos da cuenta de la obligatoriedad, con muchos votos el sábado para terminar pronto con la obligación de votar, pero también el compromiso y responsabilidad de las personas que se tomaron en serio del parte del proceso".
Tras el proceso electoral, la directora regional (s) de Servel Pamela Manríquez dijo que "la evaluación es positiva porque la instalación de mesas se dio temprano", y planteó que "el escrutinio se alargó bastante, y esto se sumó a que eran vocales nuevos para una elección que fue la más grande de todas. Es una materia por revisar que en el futuro la elección de este tipo se haga en dos días".
Blancos y nulos
Otro elemento que los analistas han puesto sobre la mesa tiene que ver con el impacto de los votos blancos y nulos en las distintas elecciones.
Según los datos del Servel, en la elección de gobernador se registraron 238 mil votos blancos o nulo, cifra que escala a los 313 mil votos en la elección de consejeros. En el caso de la elección de alcaldes, el número de blancos y nulos cayó a los 121 mil votos, mientras que en concejales escaló a 239 mil sufragios nulos y blancos.
El académico de la U. San Sebastián y director de Asuntos Públicos de Observa Biobío, Lucas Serrano en tanto puso el énfasis en que "dada la obligación y la imposición, cada vez más pasa a ser atractiva la votación de blancos y nulos sobre todo para las elecciones de bajo conocimiento como son concejales y consejeros. Incluso, algo tan operativo como lo gigante del voto de consejero, a mucha gente le costó encontrar al candidato e incluso ni lo intentaron. Resulta lógico entender que haya un 20% de votos blancos y nulos en la elección de consejeros regionales, y obviamente eso no se cuenta dentro de los resultados finales".
"Es un ejercicio que va en aumento al estar la gente obligada a ir a votar, más no a hacerlo por un candidato, sobre todo en elecciones donde hay un mayor desconocimiento y se prefiere votar nulo o blanco. Es lógico tener esos niveles pese a que no lo habíamos experimentado y seguramente se va a ir acrecentando porque tampoco es que la clase política haga mucho para conquistar a esos votantes", añadió.
Para la académica UdeC Susana Riquelme, el alto número de blancos y nulos da cuenta de "un desconocimiento respecto a cuál es la labor de las autoridades electas, además de una confusión entre tantos candidatos. El voto blanco y nulo nos tiene mucho que decir, que debemos analizar porque no sabemos si es un voto de castigo, desconocimiento o apatía".
Respecto al impacto que tendrá este indicador en la definición del balotaje por las gobernaciones, añade que "los alcaldes electos lo son con un porcentaje bajo respecto al padrón total que votó. En tanto, la segunda vuelta de los gobernadores regionales permitirá que quién sea electo tenga una mayor legitimidad electoral".
Sobre esto, Lucas Serrano dice que "esta elección se va a presidencializar, y eso traerá un montón de consecuencias, sobre todo que se aborden en una lógica binaria, tipo izquierda o derecha. Eso hace que se espere que haya hartos nulos o blancos, sin embargo, la campaña se va a tensionar para evitar que la gente haga eso".