Analizan 20 puntos viales críticos con la meta de crear pionero modelo de gestión
La información se ha recogido con Waze, drones y entrevistas. Recomendaciones se entregarán cerca de fin de año con la idea de generar pequeños proyectos, pero de gran impacto.
Un documento elaborado por las universidades de Concepción (UdeC) y del Bío-Bío (UBB), en el que participa también el Gobierno Regional, expone 20 puntos de la Región del Biobío. Se trata de zonas que hoy son analizadas por estas casas de estudio con la finalidad de generar, de una manera innovadora, recomendaciones para aminorar la congestión vehicular, un tema crítico en la Región. De hecho, el informe lleva por título "Soluciones innovadoras para el tratamiento de la congestión en Biobío", un trabajo que tuvo sus orígenes en 2022 y que nace con la finalidad de establecer tres objetivos: un diagnóstico de la situación de congestión, crear un plan de soluciones implementables en el corto plazo -aquí se incluye a Los Ángeles- y proponer un diseño conceptual de un sistema de gestión de congestión.
La iniciativa se ha concentrado en 10 áreas y se espera que de aquí a fin de año se sume el resto, de tal manera de entregar a las autoridades un informe con recomendaciones que apunten, especialmente, a soluciones de bajo costo, pero de gran impacto. Para el análisis se han utilizado datos provenientes de la aplicación de tránsito Waze, catastro de cámaras, uso de drones, entrevistas no guiadas, estacionamientos en calzadas, flujos, registro fotográfico y programaciones de semáforos.
Entre los puntos analizados destacan, por ejemplo, el cruce peatonal de la Universidad San Sebastián que está en Paicaví, las intersecciones Briceño-Miraflores (Concepción), Monseñor Alarcón-Jaime Repullo (Talcahuano) u O'Higgins-Colo Colo (Chiguayante).
"Partimos analizando 10 intersecciones de las 20, que eran las intersecciones que no iban a tener mayores intervenciones por ciertos tipos de proyectos, es decir, no sacábamos nada con ponernos a estudiar algo que iba a cambiar (...) Dividimos el problema en dos equipos de trabajo con el propósito de que esta información dura, de distinta naturaleza, se meta en un modelo de tráfico que permita probar distintas medidas, ya sea muy simples o más estructurales que abarquen zonas completas", cuenta el profesor del Departamento de Ingeniería Civil UdeC Tomás Echaveguren.
La idea es que el reporte sea entregado a finales de diciembre o durante las primeras semanas de enero 2025, pero también dejar aprobada la continuación de la iniciativa a través de un programa con la Universidad de California, Berkeley, Estados Unidos, que está pronto a ser presentado al Consejo Regional. Con este último, se busca generar una especie de arquitectura semafórica que otorgue una mayor preocupación sobre estos dispositivos.
Soluciones de bajo costo
Al hablar de "soluciones innovadoras", el profesor explica que eso no sólo tiene que ver con el resultado, sino que con la forma en cómo se llega al resultado, "que es también una solución, porque nosotros podríamos decir (en las recomendaciones) a la Unidad Operativa de Control de Tránsito (UCT) -competencia que se espera comience a operar a finales del próximo año en Biobío- que utilice inteligencia artificial, hacer conteo de tráfico con las cámaras, analizar conflictos, cruzar información de Waze o complementar con levantamiento de drones cada 15 días o un mes, por ejemplo".
Respecto al análisis de zonas, las recomendaciones podrían apuntar a modificaciones de diseño, de señalización, de sentido de tránsito, o que lleven a los planes reguladores a repensar el uso de suelos.
El jefe de la División de Infraestructura y Transporte del Gobierno Regional, Óscar Ferrel, agrega que igual será posible mejorar los ciclos de semáforos o radios de giro, es de decir, curvas que no están bien definidas y en donde sólo se requiere quitar un pedazo a la acera para mejorar el giro de la curva y el tiempo en que un auto demora en doblar. A eso suma la posibilidad de modificar la extensión de las bahías de estacionamiento o su ubicación dentro de una misma cuadra, "algo que puede favorecer que en ciertos horarios un modo de transporte se vea privilegiado".
"A partir de los datos, el objetivo es que esta infraestructura se defina mejor y sea lo más óptima posible, porque esos pequeños segundos que uno gana en viraje, radio de giro o señalización influyen en la fluidez con que los automovilistas toman las intersecciones, o con la que los peatones cruzan. Cada una de esas zonas críticas son un mundo de oportunidades, son pequeñas cosas de gestión que la futura UCT podrá tomar como pequeños proyectos", señala el representante del Gobierno Regional.
En tanto, el profesor Tomás Echaveguren plantea que todo este esfuerzo proyecta una meta ambiciosa: se espera que de aquí a 10 años el Gran Concepción cuente con un sistema informático de gestión de tráfico, algo que ninguna ciudad de Chile tiene y que se instalaría como una especie de "músculo informático" de la UCT para generar soluciones viales.