Ausentismo escolar en la Región
La educación atraviesa una de sus crisis más profundas, con retrasos en el aprendizaje y deserción escolar. Una de las principales alertas es la tasa de inasistencia de los alumnos. Un estudio del centro Libertad y Desarrollo, dijo que en 2022 la asistencia promedió 84,6%, una cifra menor al 90,4% que se registraba en 2018, antes de la emergencia sanitaria, o a la de marzo de 2019, que superaba el 92%. La más afectada era la enseñanza preescolar, que entonces registraba una asistencia de sólo 77,4%.
El ministro de Educación, Nicolás Cataldo, señaló el año pasado que durante su gestión los esfuerzos se centrarían en reforzar el sistema docente, ya que las proyecciones para 2025 indicaban que habrá un déficit de cerca de 25 mil profesores y 6 mil educadoras de párvulo. Asimismo, esperaba reducir las tasas de deserción y ausentismo del alumnado, problema que se había acentuado con la pandemia.
Un reporte del Centro de Estudios del Ministerio de Educación para el periodo marzo a junio de 2024, indica que la asistencia acumulada en la Región del Biobío fue de 86,9%, lo que implicó una caída del 0,3% respecto al mismo periodo de 2023. Y respecto a la inasistencia grave, el mismo informe estableció que la región registró un 29,6%, lo que implica un aumento de 1,2 puntos porcentuales en relación con el periodo anterior.
La Región del Biobío aparece a nivel nacional entre las que tiene las tasas más altas de inasistencia a clases, pese a los esfuerzos que realiza el Ministerio para normalizar la situación. Los organismos de estudio indican que en Chile durante los últimos años hay un promedio de alrededor de 1 millón 100 mil alumnos que no concurren a clases en forma regular. Si se considera que el requisito para pasar de curso es tener un 85% de asistencia, de aplicarse la norma de manera estricta, quiere decir que casi cuatro de cada diez alumnos tendrían que repetir el año. De esas cifras de inasistencia en el país, unos 700 mil estudiantes tienen inasistencia grave a clases.
De acuerdo con lo que el año pasado señaló el ministro de Educación en la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, el Gobierno se puso como meta que de aquí a 2026, bajar la inasistencia crónica, a 19,4% de la matrícula escolar.
Las causas de la deserción escolar son muy variadas y se deben observar al interior de las familias, ya que los padres deben tener un papel importante en la toma de decisiones respecto de la inasistencia a la escuela. Y si bien en 2022, luego de la pandemia, se veía con buenos ojos el regreso a las clases presenciales y el término de la educación a distancia, la realidad ha mostrado que no se han cumplido las expectativas. Esto es aún más preocupante en el segmento de familias vulnerables, ya que sus hijos sin asistir a las aulas no tendrán herramientas para salir de ese subdesarrollo y podrían caer en el mundo del tráfico de drogas y la delincuencia. Por otra parte, los especialistas indican que no se dispone de cifras claras con respecto del ausentismo de los profesores por licencias médicas, que también incide en la disminución de horas de clases.
La Fundación Educacional Presente, que asesora a establecimientos escolares de todo el país para que la comunidad comprenda la relevancia que tiene la asistencia a clases, estima que una de las principales causas del ausentismo es el desconocimiento de las familias acerca de su real importancia en la formación y en el futuro que se están esos niños y jóvenes. Según una encuesta realizada por la fundación a más de 4 mil estudiantes y 6 mil apoderados de establecimientos públicos y subvencionados, el 52% de los escolares y el 44% de los apoderados piensa que asistir a clases no influye en lo que niños y jóvenes quieren lograr en la vida.
La deserción es un problema que siempre ha estado presente, pero que se agudizó con la pandemia; es necesario reforzar el trabajo para evitar que los estudiantes sigan abandonando el sistema.
Un reporte del Ministerio de Educación para el periodo marzo a junio de 2024, indica que la asistencia acumulada en la Región fue 86,9%, con una caída del 0,3% respecto al mismo periodo de 2023.