Maite Alberdi llega al streaming con su última película: "El lugar de la otra"
La historia está vinculada a la novela "Cárcel de mujeres", de María Carolina Geel, quien mató a su amante.
Este 11 de octubre Netflix estrenará la última película de Maite Alberdi, "El lugar de la otra", su primera incursión en la ficción. Con un elenco encabezado por Francisca Lewin como la escritora María Carolina Geel, autora de "Cárcel de mujeres", que escribió mientras cumplía condena por homicidio; y Elisa Zulueta como Mercedes Arévalo, un personaje de ficción que trabaja en el poder judicial en el Santiago de 1955.
El elenco y la directora ya asistieron a la competencia del Festival de San Sebastián, España, y se aprontan a representar a Chile en los Oscar. Alberdi ha dicho que se sintió cómoda haciendo ficción porque los materiales que tenía eran históricos, tuvo acceso al expediente, a las cartas entre los involucrados y la prensa que hizo un festín con este hecho policial que aconteció a las 17:00 horas del 14 de abril de 1955, en los elegantes salones del hotel Crillón, hoy convertido en una tienda de retail en el Paseo Ahumada esquina Agustinas.
Geel "fue una mujer que no quiso dar explicaciones y que quiso que sus actos hablaran por ella", dijo la también directora de "La once" en San Sebastián. "Mi referente es siempre la realidad, vengo de cierto tipo de uso del lenguaje, de sutilezas en los gestos y en las relaciones que trato de replicar y de buscar, un tono intimista en la actuación que fue desafiante".
Basada en uno de los ensayos del libro "Las homicidas", de la periodista Alia Trabucco, el guión lo hizo la escritora Inés Bortagaray ("Ahora tendré que matarte") y la comediante Paloma Salas, y apunta a una de las tesis de Trabucco: que a las mujeres que mataban se las llevaba al manicomio y luego se las indultaba, que no cabía otra posibilidad ante lo desequilibrante para el orden social que representaba una mujer homicida.
Otras líneas argumentales surgen desde la mirada de la actuaria, Mercedes, encarnada por Elisa Zulueta, y la opresión y mala vida que lleva en una casa de tres hombres -un esposo y dos hijos- que no la ven, que se burlan de ella y son desconsiderados. Su emancipación y cómo forja una identidad surge tras ver el arrojo de la escritora.
Cinco tiros
Georgina Elena Silva Jiménez, nombre real de Geel, disparó cinco tiros a quemarropa a su amante, Roberto Pumarino, y luego se abalanzó a besar el cuerpo ensangrentado. Se habían conocido en el trabajo, en la Caja de Empleados Públicos, y el romance tenía varios años con altos y bajos.
Pumarino había enviudado hace poco y quiso casarse con ella, pero el rechazo fue rotundo, no cabía en la mente de la escritora un tercer matrimonio. Luego de un tiempo, Pumarino se comprometió con otra mujer.
Geel era de clase alta y por sus libros desfilan motivos y personajes que viven dentro de intensidades psicológicas y dilemas sensuales, donde "El mundo dormido de Yenia" constituye su debut, en 1946.
Además, fue amiga de Alone, el crítico que llevaba la batuta en esos años: "La obsesión del suicidio la perseguía, porque su existencia, desde siempre, ha sido profundamente dolorosa. Al matar, quiso, en realidad, matarse", dice en el prólogo que hizo para "Cárcel de mujeres", el libro más famoso de Geel, éxito de ventas y reeditado y estudiado desde su publicación en 1956.
Se cuenta que Alone salía de su casa en las cercanías del Parque O'Higgins y caminaba en línea recta hasta la Casa Correccional del Buen Pastor, que albergaba a las homicidas. Luego salía con los manuscritos de Geel, narraciones de lo que pasaba por su cabeza tras dar muerte a su amor y lo que veía en su encierro. En una de sus reflexiones dice que en el encierro "se llega a conocer la más mortal de las sensaciones de dolor: el tedio del alma".
María Patas Verdes, Chamaca, Ofelia, Regina y María López son algunos de los nombres de sus compañeras que aparecen en "Cárcel de mujeres", galería que completa Adelaida y su historia de amor y muerte que cuenta que para estar siempre con su amada en la cárcel: una vez puesta en libertad, volvió a matar con un hacha a otra mujer para volver a prisión.
La condena para Geel fue de cinco años, de los que cumplió tres, ya que Gabriela Mistral pidió el indulto presidencial a Carlos Ibáñez del Campo. Estando en libertad, Geel volvió a su vida de a poco y retomó algunas amistades. Vivió sola en su departamento de avenida Santa María hasta sus 82 años, y falleció en 1996.
El poeta y abogado Armando Uribe escribió que "tomaba su cartera del suelo, al lado de ella, la abría y nos echamos para atrás como si fuera a sacar un revólver, pero sacaba una cajetilla de cigarrillos para fumar".