El desafío de generar empleo digno
Pedro Orellana Agüero, Presidente Directorio TPH Concepción,
En un contexto donde acceder a empleos dignos se ha vuelto cada vez más difícil, Fundación Trabajo para un Hermano (TPH), fundada en 1987, sigue firme en su convicción de que el trabajo debe ennoblecer a la persona, otorgándole honor y respeto. Desde esta perspectiva, el empleo no solo beneficia al trabajador, sino que también genera un impacto positivo en toda la sociedad, comenzando por quienes crean estos espacios.
Este desafío nos invita a reflexionar sobre cómo se están invirtiendo los recursos fiscales en Chile y si existe una estrategia sólida que asegure la creación de empleos que se mantengan al margen de las fluctuaciones económicas y éticas del momento. Desde TPH, creemos que es esencial formular una estrategia nacional que garantice la estabilidad y calidad del empleo a largo plazo, independientemente del gobierno en funciones.
Me ayudaré con un ejemplo, consecuencia de mi profesión de arquitecto, centrado en el ámbito de la construcción de viviendas sociales. En 2024, el gobierno destinó MM$ 4.921.338 para mejorar las condiciones habitacionales de las familias más vulnerables. Sin embargo, persiste un déficit de 552.046 viviendas nuevas, según la Encuesta Casen 2022, además de 1.432 campamentos con 71.000 viviendas faltantes. El reto es grande, pero también lo es la oportunidad de generar empleo digno a través de proyectos de autoconstrucción que involucren a las comunidades y a actores de distintos sectores.
Para enfrentar estos desafíos, TPH plantea la necesidad de un diálogo interdisciplinario que incluya a universidades, empresarios, industrias relacionadas con la construcción (como las de madera, acero y placas), y actores de la sociedad civil. La exportación de productos forestales, que alcanzó US$ 383,7 millones en febrero de 2024, es un claro indicador de que existe un potencial económico que puede aprovecharse para impulsar proyectos de autoconstrucción que mejoren la calidad de vida de miles de familias.
La sinergia generada por este tipo de proyectos no solo beneficiaría a quienes participan en la construcción de sus propios hogares, sino que también dinamizaría las relaciones comerciales entre regiones, abriría nuevas oportunidades para las empresas del sector y contribuiría a reducir el déficit de viviendas en América Latina. Según datos de la ONU, entre 1990 y 2000, el déficit habitacional en la región aumentó de 38 a 52 millones de viviendas, una problemática que aún persiste.
Como fundación, TPH está comprometida en contribuir a la creación de empleos dignos y oportunidades para las familias que más lo necesitan. Creemos firmemente en la importancia de dialogar, planificar y unir a todos los actores clave bajo una misma visión de país, donde el trabajo y el bienestar de las personas sean el centro de las decisiones.
El desafío es grande, pero el compromiso de TPH es claro: construir una estrategia que trascienda los gobiernos de turno, permitiendo que las soluciones desarrolladas hoy perduren en el tiempo y beneficien a futuras generaciones. El diálogo, la inclusión y la planificación son los pilares sobre los cuales se debe construir un futuro más justo y equitativo para todos.