Ley Karin: empresas aún avanzan en la definición de sus protocolos
Tras revelarse los primeros resultados se dará paso al plan de fiscalización, fase en la que las entidades deberán haber incorporado sus protocolos al reglamento de higiene y seguridad.
A dos meses de la implementación de la Ley Karin (21.643), que pretende evitar y sancionar conductas de acoso y violencia en contextos laborales, las instituciones públicas y privadas continúan en la elaboración de sus protocolos. Este periodo de "marcha blanca" debería cesar prontamente, tras conocerse el primer balance de esta norma, en función de lo cual se dará inicio al plan de fiscalización.
A partir del 1 de agosto, la Seremi del Trabajo y Previsión Social ha capacitado a 2.133 personas en alrededor de 40 instancias participativas que abarcan las tres provincias de la Región del Biobío, en las que se ha evidenciado una mayor cifra de consultas por agresión hacia trabajadoras.
"Hemos hecho charlas masivas, en el ámbito público, con educación, salud, funcionarios municipales: y en el privado, con sindicatos y empresas, para que se tenga claro que el primer paso es el protocolo de prevención, y luego los sistemas de investigación, en cada uno de los espacios laborales", precisó la titular de la cartera en la región, Sandra Quintana.
Por su parte, desde la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) provincial de Concepción explicaron cómo se ha llevado a cabo este proceso.
Primeros avances
A la fecha, "en la mayoría de los lugares donde hemos hecho las consultas los empleadores han ido avanzando en creación de correos, sólo del tema de Ley Karin, e informando en qué consiste, pero en la parte de la socialización todavía hay un compás de espera respecto de que hagan estos conversatorios con sus trabajadores donde puedan ir viendo si lo que se establece en el protocolo es atingente o si hay aristas que complementar", dijo la seremi.
Tras conocerse las primeras cifras de esta norma, se dará paso a su plan de fiscalización. "Tal como se hizo con las 40 horas, entrará ya en rigor que cada organismo sí o sí debe tener implementada la ley dentro del reglamento de higiene y seguridad", afirmó.
Eso sí, agregó que "cuando existen denuncias directas a la Dirección del Trabajo se le solicita el protocolo a la empresa. Ahí, ya hay una forma de ir fiscalizando que los tengan. Pero lo que se está haciendo es tener un espacio de tiempo en el momento que entra en rigor la ley, para que se haga esta implementación adecuadamente".
La presidenta de la CUT provincial de Concepción, Paola Zúñiga, junto con destacar la colaboración que han tenido con las autoridades a cargo, sostuvo que "con nuestra empresa tuvimos varias reuniones previas antes del lanzamiento oficial de la ley, fuimos haciendo sugerencias y nos enviaron el protocolo con anterioridad para que, como sindicato, fuéramos viendo si había modificaciones que pudiéramos revisar".
En representación de la organización, consignó que "para nosotros es fundamental que esto se cumpla a cabalidad, por lo tanto somos los primeros fiscalizadores y encargados de velar por que se cumpla".
Hallazgos preliminares
La titular de Trabajo y Previsión Social en la región contó que las inquietudes más frecuentes de estos dos últimos meses a partir de estas instancias se relacionan con la confidencialidad de las denuncias e incumplimiento del contrato laboral, principalmente. No obstante, sostuvo que "lo más llamativo es que son mujeres las más afectadas, tanto en acoso laboral como sexual, y por lo tanto las preguntas más frecuentes son relación a ellas".
Además, las áreas de atención de público en sectores como salud y educación son los que más han presentado violencia por parte de terceros. "Ahí hay situaciones en las cuales se va a poner resguardos internos, pero hay otras que pasan a ser temas de seguridad pública", aclaró la autoridad.
Finalmente, precisó que hse ha percibido una mayor disposición de los empleados del sector público a expresar sus necesidades y vivencias complejas que han atravesado, así como de participar en la creación de los protocolos, en contraste con el sector privado.