Reflexionar a 51 años del 11 de septiembre
El país recuerda hoy una nueva conmemoración del golpe de Estado ocurrido el 11 de septiembre de 1973, un hecho que pese a los años que han pasado, aún genera fuertes divisiones y polémica, en especial a nivel de los líderes políticos y de opinión.
El Gobierno que encabeza el Presidente Gabriel Boric ha dicho que, a diferencia del clima de tensión que se vivió el año pasado, cuando incluso se lanzaron pedradas contra La Moneda, en esta oportunidad se espera una conmemoración más reposada. No obstante, las romerías realizadas en los últimos días al Cementerio de Santiago, han concluido en desmanes y en la detención de personas que tenían órdenes pendientes de la justicia.
La vocera de Gobierno ha dicho que hoy al mediodía habrá un acto de conmemoración en La Moneda, no sólo para recordar esta fecha sino también para consagrar las responsabilidades que el Estado no había asumido para con las víctimas.
Por ser relativamente reciente en la dimensión histórica, ni siquiera los especialistas se ponen de acuerdo respecto a desde cuándo se debe hacer el análisis, si a partir solamente del día 11 de septiembre de 1973 o desde su génesis tres años antes, cuando se inició la gestión hacia el socialismo del Presidente Salvador Allende.
Tanto el clima de polarización como de violencia que tenía el país, que podía desembocar en una guerra civil, como los posteriores atropellos a los DD.HH., con detenciones ilegales, secuestros y ajusticiamientos cometidos en dictadura son situaciones que no deben repetirse en Chile. Y para ello hay que fortalecer la democracia, porque nadie está exento de responsabilidades respecto de lo ocurrido.
Es indudable que el tema de las violaciones de los derechos humanos es el más sensible para la comunidad, pero también es necesario reflexionar acerca del uso de la violencia que ha ocurrido en cada conmemoración, cuestión que implica robos, vandalismo y saqueos de locales comerciales y bancarios. Es evidente que no es sano para el país recordar este hecho con más violencia, porque eso implica una espiral de la que difícilmente se podrá salir.
Queda la impresión que los desencuentros respecto de este tema se dan más que nada a nivel de las cúpulas políticas, pues de acuerdo con una encuesta que el año pasado realizó Pulso Ciudadano-Activa Research, sólo una minoría -uno de cada cuatro chilenos- estaba interesado o muy interesado en la conmemoración de esta fecha.
Entre quienes estaban poco o nada interesados en la conmemoración -un 56,5%- destacaban los sectores populares, los mayores de 51 años, los hombres y las personas que se identificaban con la derecha. El 70% consideraba que este hito divide a los chilenos, cuando el país atraviesa una fuerte polarización política.
A pesar de que la mayoría de los consultados cree que el quiebre democrático de 1973 fue negativo para Chile, el 44% creía que un golpe de Estado se justifica dependiendo de las circunstancias que viva el país, cuestión que es preocupante porque revela que no obstante todo lo que se señala, hay muchas personas que van perdiendo la confianza en el sistema democrático.
La justicia debe hacer su trabajo respecto de los acusados de violación de los derechos humanos, y cada cual, de uno u de otro sector, debe hacer una reflexión respecto a este tema, con la idea de ir entendiendo este episodio doloroso, que dejó divisiones que todavía no es posible superar.
Iniciativas como el Plan Nacional de Búsqueda, impulsado por el actual Gobierno y destinado a esclarecer las circunstancias de desaparición o muerte de personas, a garantizar acceso a la información e implementar medidas de reparación, son destacables, en la medida que también logren resultados y sean un aporte para la verdad y la democracia.
La justicia debe hacer su trabajo respecto de los acusados de infringir los derechos humanos y cada cual, de uno u de otro sector, debe reflexionar a este tema, con la idea de ir entendiendo este episodio doloroso.