Informalidad laboral golpea con fuerza a comercio, profesionales y científicos
La zona cuenta con 197.619 personas bajo esta condición. En el trimestre abril-junio se sumaron 13.618 ocupados informales.
La Región del Biobío sumó 13.186 ocupados informales durante el trimestre abril-junio 2024, de acuerdo al INE. La cifra representa un incremento de 7,1% respecto a igual período del año anterior, número con el que la zona llega a 197.619 trabajadores en esta condición, con una tasa de informalidad que alcanza el 27,6%, anotando un alza de 0,9 puntos porcentuales en doce meses.
El informe del instituto da cuenta que este es un problema que hoy se experimenta con fuerza en grupos ocupacionales como trabajadores de los servicios y comercio, con 55.131 hombres y mujeres que ven en la informalidad la mejor fórmula para llevar ingresos a sus hogares. La mayor tasa de ocupación informal, sin embargo, la tienen los agricultores, trabajadores agropecuarios y pesqueros, pues acá el porcentaje se dispara del promedio regional y alcanza el 65,9%. Asimismo, es posible advertir que la mayor variación anual de la tasa la sufre el grupo de directivos y gerentes, con 71,5%, aunque aquí la estimación no es fiable, según indica el INE. Atrás de ellos, el alza más pronunciada la tienen profesionales, científicos e intelectuales (27,7%).
Otros datos exponen que la informalidad se concentra con fuerza en trabajadores por cuenta propia (91.195) y asalariados privados (73.097).
Inflación y debilidades
Frente a la realidad de los grupos ocupacionales, la economista e investigadora de Faro UDD, Viviana Véjar, dice que en el caso del segmento de directivos y gerentes la información podría no ser tan fiable debido al tamaño de la muestra y porque la tasa de informalidad sigue siendo la más baja. Por ello, precisa que los trabajos menos calificados, como agricultores y artesanos, son los que presentan una tasa de informalidad mayor.
"Dejando de lado los directivos y gerentes, el mayor aumento anual de la informalidad lo sufren los profesionales, científicos e intelectuales (27,7%). Se evidencia que la tasa de informalidad en los últimos doce meses de los empleos de nivel técnico y los operadores de máquinas es la que más ha descendido", explica.
Para la experta, la inflación ha sido un factor determinante a la hora de buscar actividades económicas que no retengan el monto de las leyes sociales para aprovechar el monto íntegro de la remuneración, por lo que la informalidad asoma como una salida de corto plazo "a un problema que se ha gestado por un sinnúmero de políticas públicas previas y que ha crecido como una bola de nieve, cuando los encargados de llevarlas a cabo deciden realizar intervención tras intervención para solucionar los efectos inintencionados de las primeras".
Agrega que los riesgos de confiscación derivados de la inseguridad han hecho que haya mayor escasez de puestos de trabajo disponibles y, por lo tanto, las personas busquen soluciones rápidas para generar ingresos lo antes posible. "Esta crisis de la informalidad demuestra lo poco eficiente que son las leyes de salario mínimo, ya que no logran retener el empleo y distorsionan el mercado laboral en épocas de crisis", subraya Véjar.
El académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas UdeC Juan Saavedra ve que la tasa sube de una manera leve, algo que a su juicio va de la mano con la debilidad del mercado laboral. Para el profesor, todo esto es consecuencia, simplemente, de la falta de puestos de trabajo, "y esto se perjudicará bastante con el tema de Huachipato".
"Todo esto refleja la debilidad de la economía. Los estudios dicen que todavía tienen que crearse muchos puestos de trabajo, pero lógicamente la gente que no encuentra algo formal va a lo precario, y eso hace que la tasa suba tanto en hombres como en mujeres, sobre todo en lo informal", puntualiza.
Por último, Saavedra pone su preocupación en el grupo de directivos y gerentes. Si bien ahí la informalidad llega a 2.655 personas, el aumento de la tasa igual sigue siendo algo sorpresivo, pues esta condición sucede más especialmente en áreas del comercio o agricultura. "Estas no son buenas señales", lamenta.