El oro olímpico que conmueve a Guatemala
Desde 2021 el profesional trabaja con la tiradora centroamericana que logró uno de los hitos a nivel continental de la cita planetaria.
y pone al Biobío en lo más alto del podio
"Con el próximo tiro, la competidora logrará la primera medalla de oro en la historia de Guatemala y podrá alcanzar un récord olímpico con 43 disparos acertados".
Por los parlantes del Centro de Tiro de Chateauroux resuena un mensaje que le pone dimensión de realidad a lo que está por ocurrir. En medio de los aplausos y cánticos, Adriana Ruano cierra sus ojos, respira profundo, toma un segundo y se apresta a entrar en la historia con un tiro perfecto.
Es la tarde del miércoles 31 de julio, y a más de 200 kilómetros de París, la atleta guatemalteca inscribe su nombre con letras doradas en la historia olímpica continental, mientras en la galería uno de los nuestros es parte de esa historia. Se trata del penquista Ricardo González, máster Psicología del Deporte de la Universidad Autónoma de Madrid y parte del staff del CD U. de Concepción, que es miembro del equipo de trabajo de Ruano desde 2021.
"Después de lo logrado en las clasificaciones, dijimos que se podía ir por la medalla, y ver su performance en la final fue tremendo. Ver esa determinación, esa sangre fría, no dudar y tener esa autoeficacia pura", cuenta a Diario EL SUR desde Francia a través de una videollamada sin esconder la emoción de un logro trascendental.
"Para mí era un sueño venir a los juegos olímpicos: ya haber estado en Tokio de forma remota me tenía contento y orgulloso, pero otra cosa es vivirlo, estar en la villa y todo lo que eso significa", cuenta, junto con enlazar parte de sus recuerdos con Barcelona 1992 y lo que pudo aprender en Madrid de sus maestros, quienes le inculcaron una nueva dimensión el olimpismo.
Los altos y bajos
Han transcurrido cuatro horas desde que el logro olímpico comenzara a conmocionar a todo el mundo deportivo del continente -desde los principales medios internacionales hasta destacados atletas y el presidente del país Bernardo Arévalo celebraron el triunfo guatemalteco-, y para el psicólogo deportivo el camino de altos y bajos ha valido la pena en todo momento.
En la llamada cuenta que con Adriana se conocieron en el contexto de pandemia, por medio de una compañera guatemalteca del máster, y que desde allí comenzaron a trabajar con miras a Tokio. "Comenzamos esa preparación en abril de ese año, la cual iba súper bien hasta un mes antes que fallece su papá, y eso le pegó muchísimo", rememora para luego que destacar que "siempre cuidó el proceso, no desistió y creyó en el trabajo que hicimos. La apuesta fue dejar de lado la identidad deportiva y trabajar en su identidad como persona integral, lo que te va a generar ser una mejor deportista", todo con miras a París, en un camino no exento de complicaciones.
"El camino fue súper difícil por diversos motivos, entre ellos la sanción que se le puso al comité olímpico de Guatemala debiendo competir como atletas independientes en instancias como los Panamericanos, donde estuve y pudimos hacer un buen trabajo con su entrenador como equipo", cuenta, entremezclado con las dificultades propias para llegar a París, donde tanto Ruano como la tiradora peruana Daniella Borda le ayudaron a costear el viaje, la estadía y la acreditación, dando cuenta de lo clave de la psicología deportiva en estos tiempos.
"Quiero reivindicar el trabajo que hacen mis colegas, que es fundamental para el desarrollo integral de los deportistas", reflexiona.
La semana dorada
Desde el miércoles de la semana pasada, González está en París y durante toda la semana prepararon junto a Ruano la competencia. "Repasamos lo que ya habíamos hecho de forma telemática y sobre todo conversamos, vi sus sensaciones, como en el campo de tiro y apunté darle feedback. Y a ella la vi muy convencida, diciendo siempre "yo voy a ganar, yo voy a ganar". Aplicamos algunas pruebas y vi muchos componentes sicológicos que daban a entender que esa convicción era fehaciente", dice.
Sobre la competencia, destaca como afrontó las clasificaciones y el camino a la final de este miércoles -"fue una competencia muy mental porque había tiradoras campeonas del mundo con medallas olímpicas y con destacada trayectoria"- en la cual tuvo un desempeño de medalla y récord olímpico.
"Antes de la competencia, le dije que llegaba en un muy buen estado sicológico, bien desde la concentración, sabiendo gestionar los tiempos desde lo sicológico e incluso se vio en la competencia por como compitió", recuerda, para luego marcar un elemento clave: "Le dije dos cosas para estos juegos, que por un lado la idea era mantener una activación óptima y saber gestionar los pensamientos. Y ahí fue muy estratega, porque cuando aparecía un pensamiento negativo levantaba la mano, no disparaba, hacia la pausa, volvía a disparar y le daba. Eso lo hizo seis veces y fue una competencia muy inteligente".
En el cierre, y con los últimos claros de sol entrando a la pantalla, González pone en valor a nivel personal lo que representa este triunfo olímpico en su carrera.
"No sé que es lo que vendrá, pero es algo impresionante y épico. Aún no le tomo del todo el peso a lo que significa esto", reflexiona. La certeza que si tiene clara González es la que resonó por los parlantes en un día grabado con letras doradas.