Imputados por triple asesinato de tres carabineros ingresan a cárcel de alta seguridad
El juez Cristián Rosenberg indicó que las evidencias entregadas por la Fiscalía permiten presumir la participación de los tres formalizados en el crimen, señalando las acciones premeditadas y de coordinación.
Debido a la peligrosidad que representan los hermanos Felipe y Yeferson Antihuen Santi y Nicolás Rivas, imputados como autores del crimen cometido contra Carabineros hace 3 meses en Cañete, el Juzgado de Garantía determinó el ingreso de todos ellos a la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago, donde deberán cumplir la prisión preventiva tras ser formalizados por homicidio calificado reiterado, entre otros graves ilícitos.
Tras dos jornadas de formalización, el juez Cristián Rosenberg acogió la solicitud del Ministerio Público, aplicando la medida cautelar más gravosa para los imputados, dando por acreditada la existencia de los homicidios, el robo con violencia, incendio de vehículo institucional, porte ilegal de armas de fuego y traslado de restos humanos; en los cuales los hermanos Antihuen habrían participado como autores directos y Rivas en calidad de coautor.
Aunque el foco de la discusión en la audiencia fue si es que existía evidencia suficiente para presumir fundadamente que los imputados participaron del homicidio de los funcionarios de Carabineros Carlos Cisternas, Sergio Arévalo y Misael Vidal la noche del 26 de abril, el magistrado sostuvo que con los antecedentes entregados se da cuenta de un plan premeditado y con un fin puntual en lo que terminó siendo la ejecución de los policías.
En este sentido, el juez calificó como extremadamente relevante el hecho de que los tres hermanos apagaran sus celulares entre las 20 horas del día 26 y la mañana del 27 de abril; apuntando a que si bien el salto entre lo que se presume y lo que se concluye sobre los imputados con esta información "nos dice ya algo importante, hay una situación concertada, premeditada y para un fin específico: no ser posteriormente detectados en un lugar determinado y eso no es una mera coincidencia".
Demostración de poder
Ayer los querellantes en esta causa expusieron sus alegatos para respaldar la petición del Ministerio Público sobre la prisión preventiva. En esta línea, el abogado Arnaldo Gutiérrez, representante del padre de Carlos Cisternas, aseguró que el crimen fue cometido por los imputados de forma vil, cruel e inhumana, dando cuenta del desprecio y una violencia inusitada hacia los funcionarios policiales, así como su alto nivel de peligrosidad, incluso recurriendo al uso del fuego para eliminar evidencias.
"A nuestro juicio nos encontramos frente a un crimen de odio, ejecutado por miembros de una organización criminal, que mediante este tipo de hechos y conductas ostentan a terceros tener control territorial, quienes mediante la adquisición de armamento y municiones de manera ilícita exteriorizan una forma de cometer homicidios calificados a miembros de nuestra institución", agregó Gutiérrez.
Por su parte, el querellante por el Ministerio del Interior, Ignacio Sapiain mencionó la necesidad de cautela por el actuar sincronizado y concertado de los imputados, formando parte de una agrupación dedicada a cometer delitos violentos. "La circunstancia de arrodillarlos para luego asesinarlos a sangre fría, no solamente supone un atentado a la vida e integridad, porque no buscaban solo asesinarlos, sino que al mismo tiempo humillarlos, demostrar su poderío para luego simplemente fusilarlos", agregó.
Rumores y presunción
Sin cuestionar la existencia de los múltiples delitos formalizados ni la peligrosidad de los imputados, Jaime Pacheco, defensor penal público de los tres sujetos, apuntó principalmente a la falta de corroboración de las declaraciones de los testigos reservados en la investigación y que las pruebas expuestas no hacen más que presumir la participación de los hermanos Antihuen Santi y Nicolás Rivas en el crimen de carabineros, sin vincularlos directamente con la ejecución de los hechos.
Respondiendo a este planteamiento, el fiscal Felipe González, sostuvo que "como Ministerio Público no nos basamos en rumores", apelando a la seriedad y responsabilidad con la que se desarrolló la indagatoria e indicando que ante la complejidad del caso pues no se registraron pruebas directas, cámaras que captaran el hecho, entre otros, fue necesario generar "un análisis en base a la prueba indiciaria".
El tribunal en tanto aclaró que si bien en esta etapa aún no se entregan antecedentes claros sobre el rol que los autores directos habrían tenido al momento de cometer los ilícitos contra los policías; dicha información debe ser ponderada en la instancia de juicio, constatando que a la fecha de ayer, las pericias biológicas, balísticas y testimoniales permiten presumir que los imputado estuvieron en el lugar de los hechos y participaron de dicha acción concertada.