Por Felipe Cuevas Mora

Segundos antes que se encendiera la luz amarilla y se diera la orden para competir, Antonia y Melita Abraham se tomaron la mano y sonrieron.

Una señal de complicidad y unión de las mellizas sampedrinas que debutaron juntas la madrugada de este domingo en el remo olímpico en doble remo sin timonel -Melita ya había participado junto a Josefa Vila en Río 2016- y consiguieron su paso a semifinales.

Lo hicieron alcanzado el tercer lugar de su ronda clasificatoria con un tiempo de 7:23.01, superadas por los binomios de Jess Morrison y Annabelle McIntyre de Australia que cronometraron un tiempo de 7:16:58, y Evangelia Anastasiadou y Christian Bourmpou de Grecia con un tiempo de 7:20:49, pese a dominar con comodidad los primeros mil metros en las aguas del estadio náutico Vaires-Sur-Marne.

En la segunda mitad del trayecto, Antonia y Melita bajaron la intensidad y controlaron sus tiempos quedando en tercer lugar, pero con una marca que les aseguró el paso a la siguiente ronda.

Ronda que se disputará la madrugada de este miércoles en horario por confirmar, pero donde buscarán alcanzar una inédita final olímpica para el remo nacional y sudamericano.

Buenas sensaciones

Tras la competencia, Melita fue la encargada de responder las consultas de los medios, y dijo que "nuestro objetivo era buscar las sensaciones de regata de siempre, hicimos una salida muy fuerte que salió fácil, y nos da para pensar que estamos en nuestras mejores condiciones para enfrentar la semifinales. Hay cositas que mejorar, porque no competíamos hace mucho tiempo, pero tenemos las capacidades y están ahí".

"Pasamos directo a semifinales, y eso significa que tenemos una regata menos en el cuerpo. El primer objetivo está cumplido, nos sacamos la primera regata donde hay más nervios, y la semifinales será nuestro fin del mundo, donde dejaremos todo en cada palada", añadió la sampedrina.

Además, recordó su paso por Río en 2016 y marcó diferencias respecto a como se afrontó el debut olímpico en Brasil: "Vivo estos juegos como una deportista de elite: después de ocho años cuando dije que el objetivo era venir a competir y no solo participar".

Con un par de días de descanso, sin la necesidad de pasar por el repechaje y la mira puesta en las semifinales, las mellizas más famosas de la Región buscan en la ciudad de las luces aquellas que marquen el camino a un histórico desempeño olímpico; al menos el primer paso ya está cumplido.

la semifinal olímpica

7:23 y un segundo de tiempo

"La he acompañado desde chica en Perú, Venezuela, Brasil y en los Panamericanos cuando se ganó las tres medallas. Pero es la primera vez que la voy a ver en unos juegos olímpicos en vivo y en directo. En Atenas no fui, en Tokio estábamos en pandemia e incluso su entrenador la dirigió por el celular. Fue difícil su preparación y pensaba que se iba a quedar en el camino, pero logró clasificar en el primer día; y yo feliz de acompañarla".

Minutos antes de tomar el vuelo de Latam que la llevó desde Santiago a París -gracias a una invitación que la empresa entregó a deportistas del Team Chile para invitar a sus padres- y con una evidente emoción en sus palabras, Elba Alicia Magaña cuenta lo que significa para ella ver a su hija, la tenimesista sampedrina Paulina Vega competir en los Juegos Olímpicos, los terceros en su carrera.

Debut que la tuvo este domingo con derrota ante Mo Zhang de Canadá por parciales de 11-5, 11-7, 11-5 y 11-8, en un partido donde dio férrea batalla ante su rival pese a que no puedo acortar las diferencias en el marcador.

Pese a la derrota, Vega se consagra como una de las leyendas del deporte nacional al jugar sus terceros juegos olímpicos, tras Atenas 2004 y Tokio 2020, siendo acompañada por su madre.

"Me imagino una emoción tremenda, como que me voy a pellizcar para ver si es cierto. Cuando la veo por la tele disfruto mucho, y sigo cada uno de sus pasos; siempre estamos conectadas, nos saludamos en la mañana incluso con las diferencias horarias y estamos conversando todo el día", anticipaba Elba Alicia, en una jornada llena de emociones más allá de la derrota en suelo parisino.

En su segunda aventura olímpica como binomio, los remeros César Abaroa y Eber Sanhueza debutaron la madrugada de este domingo en el doble par ligero, donde finalizaron en el cuarto lugar de su serie y competirán hoy lunes desde las 4.30 por el repechaje para alcanzar las semifinales olímpicas.

La dupla integrada por Abaroa, representante del CDE Inger finalizó en el cuarto lugar con un tiempo de 6:46.90, superados por los binomios de Stefano Oppo y Gabriel Soares de Italia con 6:29:17, Jiri Simanek y Miroslav Vrstil de Republica Checa con 6:34:33, Niels van Zandweghe y Tibo Vyvey de Bélgica con un tiempo de 6:45:07.

Tras la competencia, Abaroa dijo que "lo vivimos como lo planeamos, disfrutamos desde la primera hasta la última palada, dimos todo lo que teníamos. Fue un resultado favorable para nosotros, en cuanto a las sensaciones, es lo que tenemos, lo que hemos entrenado y creemos que nos va a ir bien en el repechaje".

"En este megaevento llegamos en muchas mejores condiciones, tres años más maduros, tres años con más experiencia, con más batallas y este último tiempo hemos dado un salto de calidad. Con la regata de hoy estamos ratificando estas sensaciones, disfrutando todo y en el repechaje vamos a dejar el alma. Ojalá sea lo que merecemos", añadió.

Sanhueza en tanto dijo que "es nuestra primera regata en estas posiciones, y felices por cómo nos sentimos y confiamos en que vamos a dar mucho más en el repechaje".

"Los vivo estos juegos como si fuera el primero y el último, con la confianza de los entrenadores y un trabajo que hacemos hace mucho tiempo", complementó, en la víspera del repechaje.