Por Diana Aros Aros

ChileValora es un servicio público dependiente del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, cuya función principal es certificar competencias laborales de los trabajadores a nivel nacional, independiente de la forma en que las hayan adquirido y de si poseen o no un título o grado académico. En esa línea, desde la creación de la entidad en 2008, ChileValora ha evaluado para certificar las competencias laborales -que contemplan conocimientos y habilidades en un oficio- de un total de 16.524 personas en la Región del Biobío, de las cuales 14.896 (90%) han aprobado el proceso.

Según datos de la entidad, de la cifra, el 67% son hombres (equivalentes a 9.963 personas) y un 33% son mujeres, correspondientes a 4.933 certificadas. De este último recuento, el 50% es en el sector gastronomía (2.442 personas), 22% en comercio (1.083 personas) y un 8% en servicio (409 certificadas, la mayoría en el perfil de gestora de inclusión laboral).

En relación a los sectores con mayor cantidad de personas certificadas por ChileValora, el rubro de la construcción lidera con 4.209 personas, seguido de gastronomía, hotelería y turismo con 2.820 y transporte y logística con 2.307.

"Nosotros hemos certificado personas en la Región, de las cuales un 20% son personas que no han sacado su cuarto medio. Por lo tanto, hoy día un reconocimiento a su experiencia, a su aprendizaje de vida es súper importante, porque al final les permite a ellos poder contar con un certificado del Estado de Chile que les permita emplearse de mejor manera, formalizar su trabajo, poder reconvertirse laboralmente, entonces eso también es una buena noticia para la Región", expuso la directora ejecutiva de ChileValora, Ximena Rivillo, en su última visita a la zona.

Presencia regional

El pasado 15 de abril se promulgó la ley que permite modernizar y fortalecer ChileValora. Dentro de las iniciativas que esto permitirá, será incrementar la cobertura nacional de certificaciones a través de la creación de oficinas regionales, las que en una primera instancia se espera que para el 2025 se instalen tres, para luego desplegarse hacia otras zonas del país. Esto último, será evaluado, ya que se debe contar con la aprobación del Ministerio de Hacienda, quien autoriza las partidas presupuestarias.

En ese sentido, Ximena Rivillo indicó que "nosotros esperamos que al más corto plazo una de nuestras regiones sea la Región del Biobío, poder instalar una oficina, poder conversar directamente con los sectores productivos y poder tener esta conversación que permita que la certificación sea un instrumento de empleabilidad, de formalización laboral y también, que pueda ser un instrumento de conversión".

No obstante, mientras avanza esta iniciativa, ChileValora firmó recientemente un convenio con la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), en el contempla la colaboración mutua y la generación de una alianza estratégica de cooperación interinstitucional, para facilitar la incorporación de perfiles ocupacionales y competencias laborales en la oferta formativa de la casa de estudios.

Franquicia tributaria

A esto, la nueva legislación también permitirá la homologación y reconocimiento recíproco de certificaciones otorgadas en el marco de convenios celebrados con otros países. "Hoy día, en el marco de la Alianza del Pacífico estamos conversando con países que son parte de la alianza, como Perú, Colombia y México, a hacer un reconocimiento de estas certificaciones, con instituciones de alto rango. También tenemos convenios con otros países que van a permitir que la migración sea segura, regulado, donde, quienes viajen a Chile, nosotros tengamos instrumentos para saber si estas personas tienen un oficio que poner al servicio de nuestro país y viceversa", cerró Ximena Rivillo.

En el marco del Proyecto Impulsa de la Facultad de Ingeniería, Arquitectura y Diseño (FIAD) de la Universidad San Sebastián (USS) y la empresa Orizon Seafood, estudiantes de las carreras de Ingeniería Civil Industrial e Ingeniería de Energía y sustentabilidad ambiental, presentaron propuestas académicas para optimizar el desempeño productivo y eficiencia energética de la industria pesquera. Lo anterior, luego de un estudio en terreno desarrollado en las instalaciones de la compañía pesquera.

Durante la jornada final, los estudiantes expusieron los proyectos "Ruta hacia la carbononeutralidad", "Modernización de la reportabilidad productiva" y "Eficiencia energética en la flota pesquera", que fueron valorados positivamente por miembros de la empresa.

El subgerente de Sostenibilidad de Orizon Seafood, Allan Carrasco, sostuvo que la instancia "es una forma de contribuir desde el mundo privado al desarrollo académico, al acercar a los estudiantes a los procesos productivos". En la misma línea, Carrasco apuntó a que "esta iniciativa permite a Orizon Seafood promover una visión integral de la industria en los futuros profesionales, que desarrollaron estrategias y herramientas innovadoras y sostenibles en torno a la industria pesquera".

El Proyecto Impulsa es una iniciativa efectuada por segundo año consecutivo por la Universidad San Sebastián junto a Orizon Seafood, que permite a los estudiantes de ingeniería insertarse en diferentes áreas productivas de la empresa y proponer soluciones. Este año, se destacó la incorporación del uso de tecnología de la industria 4.0 en las propuestas de intervención, enfocadas en torno a temáticas de innovación y sostenibilidad.

Ricardo Saavedra, académico en Vinculación con el Medio de la FIAD, indicó que la colaboración y los resultados obtenidos a través del Proyecto Impulsa "se destacan como un ejemplo virtuoso de vinculación entre la academia y la empresa, beneficiando tanto a la formación académica como a la sostenibilidad empresarial".

Un total de 34 personas de Los Álamos y Lebu fueron capacitados por el Instituto Forestal (Infor), quienes recibieron formación en construcción en madera en el marco del programa "Capacitación para la competitividad de la pyme forestal maderera y la construcción con madera en el Biobío", que cuenta con el apoyo del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR).

Durante sus tres años de duración, el programa contempló la ejecución de tres cursos de formación en Carpintería y Terminaciones, uno por cada provincia del Biobío, así como tres cursos para la clasificación de madera aserrada estructural, también distribuidos por provincia. Además, incluyó tres capacitaciones dirigidas a los profesionales del Ministerio de Vivienda y Urbanismo y el Serviu en el ámbito de la madera para la construcción.

El coordinador del área de Tecnología y Productos de Madera de Infor, Gonzalo Hernández, destacó que "el curso ha sido una plataforma para que los beneficiarios adquieran habilidades prácticas y conocimientos técnicos que les permitirán contribuir significativamente a al industria de la construcción maderera en nuestra Región".

A lo anterior, Hernández añadió que esta formación no sólo mejora la competitividad de las pymes constructoras, sino que también impulsar el desarrollo sostenible y el uso eficiente de nuestros recursos forestales".