Promueven desde Biobío innovador sistema de cultivo de moluscos
Con la acción es posible acelerar su crecimiento hasta en 25%. La tecnología se replicará en el sur para fortalecer el sector acuícola.
Un innovador sistema que emplea el uso de bandejas apilables y plegables para el cultivo de moluscos bivalvos fue desarrollado por Catterina Sobenes y Christian Díaz, investigadores de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC). Las pruebas de cultivo se llevaron a cabo en la península de Coliumo, en Tomé; y en Punta Lobería, en el Golfo de Arauco, y fueron comparadas con otros dos métodos tradicionales para contrastar el desempeño en las tasas de crecimiento en un ciclo productivo de ostras.
Los resultados mostraron que específicamente en esta última zona, donde las corrientes son más intensas, las especies presentaron bajos índices de mortalidad y crecieron hasta un 25% más rápido con la metodología implementada por los expertos, permitiendo reducir el tiempo y los costos asociados a este proceso.
Si bien este trabajo fue ejecutado entre 2014 y 2015, recibieron la patente de invención en 2023 y actualmente se encuentran en conversación con la empresa Quilmahue Ldta. para su implementación en Quellón, Chiloé, donde existe una fuerte presencia acuícola. Allí también se probarán otras técnicas que buscan optimizar este sector desde la innovación local. En tanto, para la Región del Biobío esta tecnología aún permanece en revisión y beneficiaría, principalmente, a pequeños y medianos productores, y a pescadores artesanales.
Resultados en zonas expuestas
Al comparar esta metodología con técnicas convencionales, tales como las linternas -que consisten en estructuras cilíndricas-, "lo que observamos al final del ciclo productivo es que estas tenían mejores tasas de crecimiento versus los otros métodos. Las bandejas están dispuestas de manera vertical, apiladas una sobre otra, y con un sistema de flotación para mantener la profundidad que uno desea", explicó Catterina Sobenes.
Las labores en terreno revelaron una mayor eficiencia entre los cuatro y seis metros de profundidad, específicamente en las costas descubiertas de la Provincia de Arauco. Esto, debido a que la disposición de las estructuras evitó que se generaran turbulencias o movimientos abruptos, reduciendo significativamente los índices de estrés y energía requerida en el crecimiento de los moluscos.
"Lo probamos con ostras. Estas no tienen visos y por lo tanto no se adhieren desde su base, entonces esta nueva forma permite disponerlas en una superficie, de manera que el alimento se distribuye homogéneamente en el agua", puntualizó la experta, aclarando que "puede ser también utilizada en otro tipo de bivalvos, como los ostiones, abalones o locos".
Futura implementación
Bajo estas condiciones el ciclo productivo se concretó en un 25% menos de tiempo, y se registró una tasa de mortalidad cercana al 5%, que normalmente suele alcanzar un 15%. "Eso significa que se va a gastar menos en los costos de operación, porque se va a tener mayor crecimiento. Si se quiere sacar una ostra de siete centímetros de longitud, en vez de tenerla en diez meses se va a sacar en siete y medio, aproximadamente", indicó Christian Díaz.
Tras haber recibido la patente de invención el año pasado, contó que "estamos en conversaciones con algunas empresas de Quellón, Chiloé, para poder masificar esto, hacer un policultivo, y tener cultivos de mejillón chileno, a través de Bivalnet -que es otro sistema-, junto con ostras chilenas, mediante las bandejas". La experiencia además permitirá reforzar las tecnologías e identificar puntos de mejora para su eventual implementación definitiva en la industria.
A nivel regional, eso sí, su aplicación aún está evaluándose. "Hubo una empresa que estuvo interesada a hacer solicitudes de concesión marina, pero por efectos de la normativa actual desistieron. Hoy día con todo lo que es el uso del espacio del borde costero se está reordenando", detalló.