Tres músicas expectantes frente al desafío de tocar a Mahler
Patricia Reyes, Marcela Cerezzo y Javiera Figueroa, dieron algunas luces sobre la Quinta Sinfonía del compositor, que se interpretará hoy y mañana en el Teatro UdeC.
Obra emblemática de la música clásica, puesta por algunos al nivel de "La Novena" de Beethoven, la Quinta Sinfonía de Gustav Mahler (1860-1911), compuesta en 1902, fue la obra elegida para interpretar en el 6° Concierto de la Temporada 2024, de la Orquesta Sinfónica.
En esta ocasión, la agrupación docta, en forma extraordinaria y por exigencias de la propia composición, estará compuesta por 86 integrantes, 30 más que la formación de base.
Bajo la dirección de Paolo Bortolameolli, gran estudioso, intérprete y conocedor de la obra de Mahler; los conciertos están programados para hoy y mañana, a las 19 horas, en el Teatro UdeC. Las entradas están a la venta en Ticketplus.cl y en la boletería de la sala de calle O'Higgins.
Compositor presente
Se trata, además, de dos fechas donde tendrán especial presencia tres músicas de la Sinfónica. No sólo serán parte del cumpleaños 72 de la Orquesta, sino también intérpretes de una sinfonía pasional y profunda emocionalmente, con la capacidad para transmitir estados, que van desde la tragedia hasta la alegría y exaltación.
Patricia Reyes, arpista hace 14 años de la agrupación dependiente de Corcudec; tendrá un gran momento sonoro, cuando se escuche en el "Adagietto", de las partes más conocida de la sinfonía.
"Como arpista, interpretar el Adagietto de Mahler es un gran desafío por la simpleza y gran emotividad de su música", señala sobre un momento que se caracteriza porque, después de pasar por movimientos más intensos y arduos, viene un momento de calma. "Con una atmósfera nostálgica e íntima, que va creciendo en intensidad, como la declaración de amor que su compositor desea expresar y que crece hasta llegar nuevamente a la calma. En esta atmósfera, interactúan desde los más graves sonidos, hasta los más agudos en toda las cuerdas y el arpa", ilustra, para quien la de esta tarde y mañana serán dos experiencias que como intérprete "conmueven de principio a fin".
Parte de las cuerdas, Marcela Cerezzo, violonchelista, se mostró congraciada con la posibilidad de hacer "esta magistral sinfonía de Mahler" en el aniversario del cuerpo artístico.
"Es un gran regalo musical para nuestra Orquesta y para la comunidad (...) La grandiosidad de su discurso musical llena nuestras almas", expresa, recordando que hace unos años también la realizaron en temporada.
"Pero cada vez que se recrean éstas grandes obras se profundiza más, se logra entender este magnífico discurso musical, hay madurez y se aprecia más profundamente la genialidad del compositor", argumenta, acotando que éste es de sus autores más amado
"Su música es sublime, nos habla con todas las emociones humanas y divinas. Nos evoca inocencia, dolor, alegría, pasión, misterio, anhelos profundos y un sublime misticismo. Sólo un gran genio de la música como lo es él, puede lograr tanto", define la violonchelista con más de tres décadas en la agrupación penquista.
Javiera Figueroa, trombón bajo de la Orquesta Sinfónica, también tiene un rol importante en el desarrollo de esta sinfonía.
"Mahler utiliza el trombón para agregar profundidad y drama a la música, especialmente, en momentos de intensidad emocional", explica, acotando que el instrumento destaca en solos poderosos y melódicos, creando un impacto sonoro único en la obra.
"También utiliza a los trombones para crear un clímax emocional y dramático, aportando una sensación de grandeza y majestuosidad, sobre todo, en el quinto movimiento, contribuyendo a la intensidad y grandiosidad de la conclusión de la sinfonía", dice la trombonista, quien lleva tres años como parte del grupo docto.