Compromiso ciudadano con Bomberos
El Cuerpo de Bomberos es la institución más prestigiada del país, si se considera que, a diferencia de lo que ocurre en otras naciones, está formada por voluntarios no remunerados, que restan horas de su trabajo o de su descanso, con el fin de ayudar a la comunidad.
Mañana se celebrará en todo Chile el Día del Bombero Voluntario, recordando los 173 años de la institución, desde que el 30 de junio de 1851 se creó la Primera Compañía, en Valparaíso.
Se trata de una institución que surge de la voluntad y decisión de la comunidad para proteger la vida y los bienes de los habitantes, inicialmente ante los incendios que destruían viviendas y comercios, pero con el paso del tiempo se ha extendido a todos los riesgos que ocurren.
Bomberos debe atender emergencias como incendios o para rescatar heridos en accidentes de tránsito, familias en inundaciones, hasta situaciones más cotidianas, como alertas de escapes de gas o para ayudar a alguna familia que no puede ingresar a su casa porque olvidó las llaves. Así, cada vez se amplía más la acción de esta entidad y pareciera que se ha vuelto ilimitada, impulsada por el altruismo y la vocación de servicio desinteresada de sus voluntarios y voluntarias, en cada rincón del país.
La celebración del Día del Bombero se realiza desde el 30 de junio de 1962, cuando el entonces Presidente de la República, Jorge Alessandri Rodríguez, aprobó la ley N.º 14.866, que dispone la realización de actos conmemorativos en todo el país. Es también la oportunidad para premiar a los voluntarios destacados por sus acciones y prolongados años de servicios, y para recordar a los 349 mártires de los cuerpos bomberiles de Chile, que a lo largo de su historia han entregado la vida en el cumplimiento de su juramento.
Sus integrantes deben someterse a un continuo programa de perfeccionamiento, para estar preparados ante los nuevos desafíos que les presentan las emergencias, como es el caso de los productos químicos y riesgosos para la salud. Ser voluntario es una opción de vida para desarrollar un trabajo desinteresado y para acudir al llamado de quienes requieren de sus servicios, sin hacer distinciones políticas, de credos religiosos o filosóficos, cuestión que constituye un verdadero ejemplo para la ciudadanía, acerca de la necesaria unidad que se requiere para enfrentar situaciones difíciles que nos golpean.
Con frecuencia se señala que el cada vez más amplio radio de acción que asume esta entidad voluntaria también les significa elevar considerablemente los gastos en equipos, maquinarias y desplazamientos, así como los daños al material de trabajo, especialmente en los incendios forestales, que generan una crisis económica. Los gastos se elevan al enfrentar nuevas emergencias, pero los ingresos se mantienen estables. La institución realiza en diversas ciudades campañas para recaudar fondos, que le permita la adquisición de nuevos equipamientos y también para mantener el funcionamiento diario de la institución, con sus diez compañías que operan en la comuna. En la Región del Biobío, la institución opera, en general, con dos fuentes de financiamiento, donde el 75% corresponde a aportes fiscales desde el Ministerio del Interior y aportes municipales voluntarios, y el otro 25% son los fondos propios que se generan a través de campañas económicas, entre las cuales destaca la inscripción de socios permanentes.
Los bomberos chilenos son un ejemplo, aunque con frecuencia deben hacer frente a las incomprensiones de las personas cuando acuden a algunos incendios y sufren agresiones o ataques a los costosos vehículos de trabajo, o porque sus centrales telefónicas se llenan de llamadas falsas que distraen la atención de los voluntarios. Este aniversario llama a reflexionar acerca del compromiso de gratitud que el país tiene con esta institución, por su incesante entrega generosa.
En la Región del Biobío, el 75% del financiamiento corresponde a aportes fiscales desde el Ministerio del Interior y municipales voluntarios, y el 25% provienen de las campañas económicas.