Informalidad laboral en pueblos originarios llega al 32,0% en Biobío
Los datos expuestos por el Observatorio Laboral Biobío son del trimestre febrero-abril 2024. Un total de 17.372 trabaja por su propia cuenta.
La informalidad laboral sigue siendo uno de los grandes problemas económicos del país y la Región del Biobío, algo que se acentuó tras la pandemia. Los últimos datos analizados por el Termómetro Laboral del Observatorio Laboral Biobío -que analiza el trimestre febrero-abril 2024 con datos de la Encuesta Regional de Empleo- muestran que a nivel local la tasa de informalidad llegó al 26,7%, con 191.096 personas bajo esta situación. La buena noticia, quizá, es que este porcentaje cayó levemente respecto a igual trimestre del año anterior.
Como novedad, el informe incluyó la situación laboral de los pueblos originarios en el período de análisis. En materia de informalidad, se contabilizaron 17.372 trabajadores informales que pertenecen a este grupo en Biobío, con una tasa de 32,0%, es decir, una cifra que es 5,3 puntos porcentuales más alta que la que registró la zona en su totalidad.
Otros datos asociados a los pueblos originarios de la Región muestran que la informalidad se acentúa en mujeres (33,4%) y que la desocupación general llega a un 11,2%, siendo también más alta en el sector femenino (11,6%).
Situación de precariedad
Luis Méndez, académico UBB y director del observatorio, explica que en el grupo de los pueblos originarios se dan todos los problemas de la fuerza de trabajo, con una alta tasa de informalidad y bajos niveles de escolaridad, a lo que se suman bajos niveles de ingreso y empleos precarios. "Si bien no son muchos, este grupo sufre todos los problemas de la precariedad del empleo", dice el profesor, quien plantea que las grandes diferencias se siguen notando en comunas de la Provincia de Arauco, "con escenarios muy difíciles".
"En algún momento manejamos esas diferencias y son notablemente distintas a lo que ocurre en la Región. Años atrás calculamos un índice de desarrollo para la Provincia de Arauco y, en promedio, aquella zona estaba como 30 puntos por debajo del resto del Biobío (...) Ahí incluimos lo que era educación, empleo, ingresos, conectividad, transportes, como 12 variables con 75 indicadores", recuerda Méndez.
Para mejorar estas cifras, el director del observatorio cree que hay dos factores de mediano y largo plazo: salud y educación. "Si a una comunidad le incorporas importantes condiciones de salud en términos de acceso a servicios de hospitalización o consultas, mejoras las tasas de morbilidad, y por esa sola condición mejoran las condiciones de desarrollo y de capital humano (...) Surge también el tema de los analfabetos funcionales y digitales, lo que hace más grave la situación", afirma.
La economista e investigadora de Faro UDD, Viviana Véjar, dice que los factores que influyen en la informalidad de los pueblos originarios se asocian a la baja calificación y el difícil acceso que tienen al mercado laboral en trabajos que requieren habilidades complejas. Además, menciona el complejo acceso a los centros urbanos desde donde viven, "algo que hace más difícil el traslado y que aumente la intermitencia y la rotación de los empleos formales".
"Mejorar la conectividad desde donde viven hacia los centros urbano y mejorar la calidad del transporte público. Aunque suene redundante, la descentralización es un tema pendiente que ayudaría mucho a dispersar la concentración de empresas de los centros urbanos. Los incentivos tributarios siempre son atractivos para los inversionistas, por lo que no estaría mal pensar en incentivos que vayan en esa línea para hacer más rentable los proyectos de inversión. Por último, el fortalecimiento de la seguridad y el respeto por el estado de derecho y la defensa de la propiedad privada son un buen aliciente para atraer inversión que provea de empleos formales", subraya Véjar.