La importancia de ser donante de sangre
Las transfusiones de sangre y los productos sanguíneos ayudan a salvar a millones de personas cada año, y aumentan la esperanza y la calidad de vida de los pacientes con enfermedades que podrían ser mortales. También permiten la aplicación de procedimientos médicos y quirúrgicos complejos.
Los componentes sanguíneos son requeridos en situaciones tan variadas como accidentes, operaciones, trasplante de órganos, tratamientos oncológicos, pacientes con quemaduras graves, enfermedades que producen anemia, etc., por lo que se trata de un recurso muy valioso y que representa un gesto invaluable, ya que el donante anónimo ayuda a salvar vidas. En el proceso de donación se extraen 450 mililitros de sangre, que permiten preparar cuatro componentes distintos: glóbulos rojos, plasma, plaquetas y crioprecipitado, que se transfundirán a diferentes enfermos en función de sus necesidades.
De acuerdo con la OMS, nuestro país tiene una tasa de donación de 17 por 1.000 habitantes, inferior a lo necesario y muy por debajo de otros países, que alcanza a 31 personas por cada 1.000. No contar con este importante recurso trae, entre otras consecuencias, la cancelación de cirugías, las que deben reprogramarse y, en el mejor de los escenarios, efectuarse una vez que se cuenta con la sangre necesaria.
El 14 de junio de cada año se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre, para crear conciencia sobre la necesidad de disponer de sangre y productos sanguíneos seguros para transfusiones, y sobre la contribución que efectúan los donantes voluntarios a los sistemas nacionales de salud. El lema en este año 2024 es "20 años celebrando la generosidad: ¡Muchas gracias, donantes de sangre!", en conmemoración del hito del vigésimo aniversario. El mensaje destaca la contribución esencial de los donantes de sangre para salvar vidas y mejorar la salud de los demás. La campaña se centra especialmente en los jóvenes para garantizar un suministro seguro. En muchos países, ellos han estado en la vanguardia de las actividades e iniciativas encaminadas a lograr el objetivo, con la participación de voluntarios no remunerados.
En esta fecha se recuerda el nacimiento de Karl Landsteiner, patólogo y biólogo austríaco, quien descubrió y tipificó los grupos sanguíneos. Es una oportunidad para llamar a los gobiernos y a las autoridades sanitarias a que proporcionen los recursos suficientes y establezcan sistemas que permitan aumentar la obtención del plasma que es vital para salvar vidas.
El Ministerio de Salud es el responsable de gestionar el suministro de sangre, mediante establecimientos que desarrollan procesos de medicina transfusional, como los Centros de Sangre, de los cuales cuales hay cuatro en el país: Valparaíso, Metropolitano de Santiago, Concepción y Austral en Puerto Montt, así como los bancos de sangre y unidades ubicadas dentro de los hospitales. Existen 51 lugares fijos de donación de sangre en todo el país, dependientes de los Servicios de Salud existentes. Los planes realizados por esos establecimientos tienen por objetivo mejorar la calidad de la atención a donantes y optimizar el tiempo de trabajo en los centros, aumentando paulatinamente el número de donaciones altruistas repetidas, en búsqueda de mejorar la calidad de los componentes sanguíneos que se transfunden a los pacientes. Los voluntarios incluso pueden agendar hora de atención para ser donantes en los bancos de sangre.
De acuerdo con las normas del Ministerio de Salud, para ser donante hay que tener documento de identidad, edad de 18 hasta 65 años y pesar más de 50 kilos, entre otros requisitos. También hay una especial preocupación en las entrevistas con los potenciales donantes para prevenir que intervengan posibles contagiados con virus VIH o que sean consumidores habituales de alcohol y marihuana, entre otros casos.
De acuerdo con la OMS, nuestro país tiene una tasa de donación de 17 por 1.000 habitantes, inferior a lo necesario y muy por debajo de otros países, que alcanza a 31 personas por cada 1.000.