Apicultores se preparan para evitar pérdidas con los temporales
Se trata del traslado de las colmenas a sectores seguros, el despeje de caminos de evacuación y coordinación con otros organismos
La apicultura fue uno de los sectores productivos que resultó fuertemente afectado por los sistemas frontales del año pasado. La crecida de los ríos y las lluvias, que tomaron fuerza a partir de junio, dejaron como consecuencia la pérdida de cientos de colmenas en la región, lo que a su vez se tradujo en afectaciones económicas para quienes operan en este rubro.
Un año después y de cara a la época invernal, los apicultores locales han tomado una serie de resguardos para evitar que este escenario se repita, principalmente bajo la línea de la prevención, como mover anticipadamente los apiarios a zonas seguras, mejorar la accesibilidad de los caminos y coordinar zonas de resguardo junto a otros organismos.
Asimismo, algunos coinciden en que la nutrición y medicación de las abejas son medidas trascendentales para este periodo, considerando que estas actualmente permanecen en hibernación, reduciendo su actividad.
Acciones de resguardo
El presidente de Apiconce, Camilo Ruiz, señaló para la invernada -que a su vez es la época con un mayor índice de mortandad para las abejas- son tres las estrategias que se promueven en la asociación. La primera tiene relación con la preparación del hábitat, es decir, optar por un sector que no se haya inundado previamente, que cuente con accesibilidad vehicular y que permita una adecuada escorrentía de agua.
La nutrición de las abejas es otra de las líneas relevantes, pues los productores deben estar pendientes de si las reservas alimenticias son suficientes para subsistir durante la hibernación.
"Lo que suele ocurrir sobre todo con temporadas como esta en que mayo fue muy frío, es que la abeja guarda alimento pero se consume muy rápido. En casos particulares hay que suministrar un suplemento nutricional y si no puede ser miel se debe reemplazar lo más fidedigno posible", explicó.
A lo anterior se suman convenios junto a otros organismos para coordinar espacios seguros para posicionar los apiarios ante una emergencia, medida que ya ha sido efectiva anteriormente frente a incendios e inundaciones. La entidad gremial contempla, además, una labor con la Fundación Reforestemos para la obtención de árboles nativos, que disminuye la erosión de los terrenos dañados por catástrofes.
"Posicionándolos podemos disminuir la posibilidad de que existan inundaciones masivas, ya que son tremendamente retenedores de sustrato", aseveró.
Las labores preventivas también han dado buenos resultados en la provincia de Arauco. Luis Velásquez, dueño de Colmenar Nativo, señaló que si bien su sector no se vio mayormente afectado el año pasado por las lluvias, fueron varios los colegas que perdieron sus apiarios a raíz de la inundación del Río Carampangue.
Por ello, las labores se concentran en reforzar la accesibilidad de caminos, por ejemplo, contar siempre con personal disponible, "tener las colmenas siempre en altura para evitar inundaciones, reforzar en alimentos y pensar en evacuar, si es que fuese necesario, en tiempo crítico", indicó.
Además, contó que "estamos desarrollando un sistema canadiense que funciona a través de energía solar para controlar temperaturas y bajas de población en invierno y medir la cantidad de alimentos. Es una tecnología desconocida en Chile, pero la vamos a implementar para la nueva temporada".
Algunas medidas similares se están implementando en la Provincia de Biobío. Marcos Nuñez, dueño de Api-Nuñez, en Los Ángeles, sostuvo que al igual que en otras provincias fueron diversas las afectaciones por las crecidas de ríos, por lo que muchos emprendedores ya movilizaron sus colmenas a zonas más seguras.
No obstante, sostiene que la falta de experiencia puede llegar a ser más perjudicial que las mismas lluvias, por lo que también resulta trascendental, por ejemplo, la medicación contra la varroasis, un ácaro que suele atacar después de la última cosecha, en pleno verano.
Aquello facilita "entrar a la invernada con una colmena limpia, y posterior a eso se viene la nutrición. Ambas van de la mano para poder pasar un invierno favorable", afirmó.