Joven director invitado guiará a la Orquetsa Sinfónica UdeC
Batuta venezolana-estadounidense dirigirá dos obras reconocidas en el repertorio docto, este viernes y sábado, en el "Sinfónico 5". Ayer fue su primer ensayo.
Dos obras, una caracterizada por su lirismo y cadencias poéticas, y otra donde se expone una gran intensidad emocional, planteada en un sonido de estructuras potentes, componen el "Sinfónico 5", programa que presentará este viernes y sábado la Orquesta Sinfónica, ya en la medianía de su Temporada 2024.
Siempre a las 19 horas en el Teatro UdeC, lo cierto es que ésta es una oportunidad de tintes hasta inéditos. Ello, porque "Sinfonía No. 1 en Re menor, Op. 13" de Sergei Rachmaninov (1895) -la obra de carácter emocional que citábamos- es un estreno para el cuerpo docto integrado por 56 miembros.
Sumando el "Concierto para oboe y pequeña orquesta en Re mayor" de Richard Strauss (1945) -la parte lírica de la jornada- el otro aspecto "inédito" es la juventud de la batuta invitada. 31 años es la edad de Ilyich Rivas, el director venezolano estadounidense, quien ayer se puso por primera vez frente a la agrupación penquista en lo que, además, es su debut en Chile.
"Estoy muy feliz con el primer ensayo porque esta Sinfonía de Rachmaninov no se hace frecuentemente, es muy difícil y estoy muy impresionado de ver lo que hemos logrado desde el primer día (ayer) y el potencial que hay para este fin de semana", señaló el músico, quien debutó profesionalmente a los 16 años frente a la Orquesta Sinfónica de Atlanta.
Agregó que "técnicamente" ésta era una orquesta de gran calidad. "Así que eso nos va a permitir dedicarnos a las sonoridades y la interpretación los próximos días de ensayo. Me da mucha alegría cuando noto eso desde el primer día", aseguró, quien con una corta carrera cuenta con direcciones en Estados Unidos y Europa, con gran éxito.
Cercanía musical
Asumiendo este feliz debut, Rivas sostuvo que conocía a muchos colegas que han colaborado con la Sinfónica local, que han pasado por Chile o se han formado aquí o han tocado aquí.
"De todos siempre oigo maravillas de esta Orquesta, no tengo nunca una conversación de Chile en la que no surja la agrupación de Concepción, así que no son para nada tan nuevos para mí", dijo.
- Has estado frente a agrupaciones doctas en París, Dublín, muchas ciudades de Estados Unidos y ahora en Concepción. ¿Cuál es esa primera sensación?
- Yo nací en la Cordillera Andina, yo soy un andino, pero de Venezuela. Y aunque nunca viví en Venezuela mi vínculo siempre ha sido muy fuerte con Latinoamérica y, por cierto, aunque mucha gente se queje de la lluvia en este momento, para estos días en que debo concentrarme en la partitura y en los ensayos, me cae muy bien, porque yo vengo de la misma cordillera. Estoy acostumbrado a este tipo de lluvias, así que estoy encantado, quiero decir que, aunque es muy distante, para ser mi primera vez en Chile, me siento de algún modo en casa.
- Hablemos de las obras a interpretar, en este caso, de Strauss y Rachmaninov.
- El concierto para oboe lo he hecho varias veces, es una obra totalmente neoclásica, donde Strauss hace referencia a Mozart, Hayden. Hay mucho pequeño chiste, como motzartino de ópera, hay mucha teatralidad, pero teatralidad siempre bien vestida, como alguien que lanza una indirecta, pero con un tono de voz y un gesto tan elegante que casi pasa desapercibido. Sobre la Sinfonía hay un motivo de Rachmaninov que él utiliza en toda su música, que es el motivo del Dies irae, y ésta es la primera vez que saca el máximo provecho de su potencial, pero lo curioso es que pocos compositores hacen una obra maestra en su primer intento de hacer una sinfonía.
- ¿Has tocado con Gianfranco Bortolato, el solista?
- No, nunca y tengo muchas ganas de conocerlo, yo viví dos años en Italia (...) Sabes que ese tipo de rol, primer oboe de una ópera tan importante como la de Roma, poderlo escuchar tocar un concierto, es una manera de reivindicar la hermosa sonoridad que a veces se proyecta y se conoce sin ver a la persona, sin ver quien lo produce.