Coronel es un museo a cielo abierto gracias a los murales de sus edificios
Organizado por el municipio coronelino, la idea es que estos cinco nuevas obras de gran tamaño y un pabellón en Isla Santa María aporten al hacer cultural y social de la comuna.
Con versiones realizadas los años 2020 y 2022, con este III Encuentro Muralista del Carbón, son 15 obras de este tipo las que suma la ciudad de Coronel, siempre con la idea de visibilizar y dejar plasmada la memoria minera en los muros de la comuna, utilizando para ello diferentes recursos pictóricos.
Desde la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Coronel, organizadores del evento, comentan que contra lo que se pueda pensar Coronel cuenta con diversos edificios de altura, ideal para plasmar este tipo de expresiones de gran formato.
"Sobre todo para construcciones de viviendas y edificios públicos, por lo que todavía nos quedan varios muros para escoger y pintar", explica Yhony Camus, Director de Cultura del municipio, acotando que en esta versión 2024 se pusieron como objetivo pintar en edificios de establecimientos educacionales, públicos y privados. "Presentan grandes muros en medio de sectores donde no necesariamente hay edificios", ilustra el representante.
La mujer en el centro
En esta oportunidad la propuesta temática estuvo puesta en las mujeres y sus múltiples roles, con particular énfasis en la comuna coronelina.
"El primero consideró la pintura de un gran mural en el sector de Puchoco Maule, en torno al trabajo de las mujeres amasanderas, mientras que la segunda versión se desarrolló en torno a la memoria minera y su legado en la comuna", explicó Camus sobre las dos versiones antes realizadas.
Realizado entre el 26 de abril y 16 de mayo pasado, considerando la Isla Santa María en el periplo, en los días siguientes se fueron inaugurando finalizando así el trabajo de los muralistas que participaron este año: Milu Correch, Piero Maturana, Roberta Alhue, Marcelo Admu y Rodrigo Estoy.
- ¿Cuáles fueron los criterios de selección de los muralistas participantes en esta tercera versión?
- Los artistas son invitados con criterios de trayectoria y relevancia de su trabajo, puesto que uno de los objetivos de este festival es traer obras de arte de primer nivel a la comuna. Los currículos y dossiers presentados son cuidadosamente seleccionados para garantizar que cumplan con estos requisitos. Además, consideramos criterios de paridad de género y de equilibrio entre invitados internacionales, nacionales y locales. Desde este contexto es que la línea curatorial da importancia a los murales que representan la realidad local.
- Independiente del aporte en ello de este encuentro, igualmente, se percibe a Coronel como una ciudad de murales...
- A pesar de que no es muy conocida la historia, efectivamente Coronel, como señalas, sí es ciudad de murales. Existen algunos emblemáticos y de gran valor en nuestra comuna, como el mural de teselas de la Premio Nacional de Artes Plásticas, Roser Bru (está ubicado en el frontis del Liceo de Coronel). También hay un mural muy importante que estaba dentro del Sindicato Minero, donde se reflejaba el trabajo de los mineros a través de sus manos, que eran de fuego y las mujeres enarbolaban banderas chilenas, donde se describe el esfuerzo de las familias chilenas en Coronel. Nosotros con este festival hemos querido potenciar esto, precisamente.
- ¿Qué hace que ésta sea una ciudad de murales, pero ahora desde los motivos narrativos?
- Coronel tiene una historia riquísima para contar y los murales dan una plataforma maravillosa para esto. La historia del pueblo minero, asentamientos de los primeros agricultores que llegaron a la zona, la memoria de los pueblos originarios, la pesca artesanal y la familia pesquera, así como el comercio que se generó en torno a la industria minera. Todos estos elementos son importantes al momento de fundar Coronel y son muy valiosos al momento de desarrollar una obra pictórica.
- Ahora se suma el lógico valor social que ello implica desde lo artístico, en este caso.
- La interacción de los murales con el territorio y particularmente con los barrios es un elemento muy importante para el desarrollo social, porque tiene el valor de acercar y permitir un proceso de apreciación artística. En las poblaciones hay muchas dueñas de casa, estudiantes y personas de tercera edad, que no tienen la posibilidad de acceder a la cultura y al arte, por sus horarios o compromisos familiares y quizás por la falta de cercanía del arte tradicional. Ahora al abrir la puerta de su casa y transitar al negocio de la esquina, pueden admirar estos murales que son de una excelente calidad artística, y gracias a su ubicación la gente los interioriza en su lenguaje y los vuelve punto de encuentro. En los más jóvenes se convierten en fotos para redes sociales, por lo tanto, existe una acción que produce la instalación de estos murales en los territorios, desde donde pasan a formar parte de las comunidades.
"Motín" de Rodrigo Estoy luce en la Isla Santa María.