Déficit de profesores
Un estudio realizado por Elige Educar, iniciativa público-privada que funciona al alero de la Universidad Católica, reveló que existe un déficit importante de docentes en el país. Se estima que para el próximo año 2025 faltarán cerca de 26 mil docentes, y de no mediar cambios importantes, para 2030 faltarán 33 mil.
Esa escasez afectaría principalmente a la Enseñanza Media (32%) con déficit en áreas como: Historia y Geografía (44%), Ciencias Naturales (40%), Inglés, Tecnología y Música y Educación Básica. El tema no es nuevo, pero hay que considerar que hasta al 2020 se proyectaba un déficit de 13.630 docentes, lo que ya era un escenario complejo. Por lo mismo, el año pasado el Ministerio de Educación convocó a una primera mesa de trabajo para la atracción de jóvenes a las carreras de pedagogía. De ella nacieron algunas propuestas que ya se encuentran en fase de implementación, como la Beca Vocación de Profesor para licenciados y profesionales.
De acuerdo con el estudio de Elige Educar, los principales aspectos que afectan la dotación y la necesidad docente son la deserción laboral, que alcanza, en promedio, el 4,1% anual. Es decir, cerca de 8.200 profesores de todo el país dejan el aula cada año. Asimismo, la matrícula de primer año en las carreras de pedagogía (sin incluir a educación de párvulos ni diferencial) ha caído, en promedio, un 4% anual en el periodo 2005-2020. La ley 20.903, que creó el Sistema de Desarrollo Profesional Docente, establece que todas las carreras de pedagogía deben estar acreditadas y ser impartidas solo por universidades acreditadas. Además, aumenta los requisitos de selectividad para ingresar a estudiar pedagogía. La ley también aumentó la proporción de horas no lectivas de los profesores para preparación de clases, evaluación de aprendizaje, trabajo colaborativo, entre otras labores. Hoy las horas no lectivas alcanzan el 35% de las horas de contrato de quienes están en la carrera docente. Y finalmente, está el aspecto de remuneraciones insuficientes del profesorado.
Las regiones más afectadas por la falta de docentes son Aysén y Atacama, mientras que la Metropolitana es la única que tiene una oferta completa y podría mantenerla. Los datos indican que en la última década ha habido una disminución de un 27% de los alumnos que entran a la carrera, mientras que de los que egresan, un 10,7% desertaron en su primer año de trabajo. Una de las principales razones para no estudiar pedagogía tiene que ver con que la sociedad pone en boga algunas carreras, entre las cuales las pedagogías no tienen las primeras preferencias.
Pese a que pedagogía es la cuarta profesión más valorada por la ciudadanía, este reconocimiento público no se refleja todavía en las preferencias universitarias de las nuevas generaciones. El ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, ha declarado que éste es un problema que está presente hace años y que también podría responder al auge de ofertas de carreras diferentes. De ahí que se busca generar acciones para atraer a más jóvenes talentosos a las carreras de pedagogía, a través de acompañamientos con tutores, entrega de información acerca de mallas formativas, distintas menciones que tienen las pedagogías en diferentes casas de estudio y también información relevante de la inserción laboral.
Lo cierto es que en 2018, el conjunto de las universidades chilenas tenían matriculados 18.700 estudiantes de pedagogía, y este año, los alumnos son un poco más de 9.000, lo que es preocupante, porque están ingresando a la carrera de pedagogía la mitad de jóvenes que hace unos años. Hay un déficit actual y proyectado de profesores, y así no se puede garantizar el derecho a una educación de calidad. El bajo interés por estudiar pedagogía es una tendencia que se arrastra marcadamente desde hace más de cinco años, y si bien ha habido mejoramientos de remuneración e incentivos, al parecer no han sido suficientes.
Para el año 2025 faltarán cerca de 26 mil docentes, y de no mediar cambios importantes, para 2030 faltarán 33 mil. Hoy hay en las carreras de Pedagogía la mitad de los alumnos que había en 2018.