Los espías de Le Carré vuelven reeditados en formato de bolsillo
Las novelas más famosas del exagente del M16, "El topo" y "El espía que surgió del frío", regresan junto a la póstuma "Proyecto Silverview", centrada en el uso de internet y el trabajo a distancia. RobertoAmpuero proyecta esta literatura.
Valeria Barahona
La Guerra Fría, periodo histórico citado con frecuencia en el actual discurso político, regresó a las librerías en novelas de pequeño formato y a menor precio, con las clásicas portadas en blanco y negro, acompañadas por siluetas de espías aguardados por sus propias sombras en la narrativa del otrora agente del extinto M15, es decir, el Servicio de Seguridad de Reino Unido, y del actual M16, Servicio Secreto de Inteligencia, John le Carré. La nueva colección "de bolsillo" contiene "El espía que surgió del frío" (1963), y "El topo" (1974), que le valió la fama mundial, además de "Proyecto Silverview" (2020), editada tras su muerte, en 2021.
Esta última fue traducida al español en 2022 y llegó a Chile, en formato convencional, durante el mismo año, antecedida por el despliegue mediático tras el fallecimiento del autor, quien poco antes, según uno de sus hijos, se declaró decepcionado por el Brexit y el estado actual del servicio de inteligencia. Estos motivos llevaron a Le Carré a escribir sobre edificios y construcciones subterráneas en aparente abandono desde mediados de siglo, los que albergan a equipos de inteligencia con conexiones subterráneas de fibra óptica.
Uno de estos cableados lleva a la casa de campo de una exagente, famosa por sus calificaciones, pero que está muriendo de cáncer. El servicio no se permite perder una célula así, de modo que se activa la conexión remota que, al empeorar la enfermedad, ella pide apagar y comienzan los problemas, como tal vez muchas veces ocurrió y sigue pasando con los dispositivos destinados al teletrabajo. ¿Cuáles son las fronteras entre el deber público y la moral? Es lo que parece preguntar el autor mientras da pistas sobre lo que se entiende como el internet actual, el comercio electrónico y la relevancia de los libros junto a la palabra escrita a mano.
El escritor chileno y excanciller, Roberto Ampuero ("¿Quién mató a Cristián Kustermann?"), tiene como uno de los ejes de su obra al detective Cayetano Brulé, razón por la cual explica que para armar historias como las de Le Carré "es importante estar al tanto de la tecnología que va usando el espionaje, que va cambiando, así como el manejo del idioma en términos creativos, desarrollar tramas que despierten el interés del lector, ser capaz de concebir diálogos realistas, vitales, despiertos, naturales, que generen atmósfera. También importa ser capaz de describir espacios específicos como restaurantes, cafés, calles, senderos, que el lector sienta que esos espacios son reales, que puede entrar y formar parte, de alguna manera, de quienes están observando de cerca lo que ocurre".
Le Carré, quien se describe en el libro como "hijo de un estafador" que trabajó en el exclusivo Eton College, donde se forman príncipes y primeros ministros, "no sólo supo utilizar todas estas herramientas, que se pueden perfeccionar (al momento de crear un relato), sino que también aportó su intelecto y un estilo muy personal que le dio su sello propio", afirma Ampuero. Además, "es importante que él, sabiamente, se retiró de la vida activa, propia de las grandes urbes, y se fue a una península del sur oeste de Inglaterra, un lugar muy abandonado donde soplan los vientos, hay mucho césped y está frente al mar, Cornualles", añade Ampuero.
-El autor de "Proyecto Silverview" avizora, pero no alcanza a convivir con la inteligencia artificial (IA). En este contexto, ¿cómo se ve el futuro de las novelas de espionaje?
-Creo que va a seguir siendo una competencia entre los servicios de espionaje apoyados en la IA, pero como (estos sistemas electrónicos) para sacar sus conclusiones se nutren de la información que usted (los usuarios) le incorpora, cada servicio va a tener una especificidad, porque tendrá diferente grado y tipo de nutrientes, de componentes de la información para sacar conclusiones, entonces va a seguir siendo una competencia como es ahora, donde la inteligencia humana es la que opera, valiéndose y apoyándose en la IA, pero esto no significa que todos van a tener los mismos resultados porque no alimentan, ni alimentarán, de la misma forma a los equipos para que les entreguen interpretaciones o conclusiones antes de actuar.
"También es importante saber que a la hora que se utiliza la IA es probable que se pueda ahorrar el recurso humano en operaciones peligrosas para los agentes o informantes, y (así esto) se convierte cada vez más en un juego de ajedrez como es en la realidad, siempre ha sido así en gran parte. La IA juega un papel, pero no se agota en ella misma para tratar de derrotar, infiltrar, desorientar y desinformar al adversario", afirma el autor que por estos días se alista para el lanzamiento de su novela "Nunca volveré a Berlín", que cuenta la vida en Chile del comunista Erich Honecker, exlíder de la República Democrática Alemana (RDA), sepultado en el Cementerio General.
Los otros dos libros de Le Carré editados en pequeño formato, "El espía que surgió del frío" y "El topo", se adentran en los pasillos angostos de aquella época mediante señas como "los agentes no son aviones: no tienen horarios. Éste está perdido, viene huyendo: está aterrorizado. Mundt va ahora en su busca, ahora, en este mismo instante. No le queda más que una posibilidad. Que elija su momento", señala a poco andar el primer texto, junto con que "el trabajo del espionaje tiene una sola ley moral: se justifica por los resultados".
En "El topo" el autor arriesga más y afirma que "sus métodos (de agente) nunca fueron ortodoxos. Los métodos de los genios nunca lo son", en una época en Moscú, recuerda uno de los personajes, donde "procuraban que todos sospecháramos de todos, y no entregarse jamás, de corazón, produce terribles tensiones". Así aparecen desertores, de lado y lado del Muro, dotados de "aquella falsa lógica, en parte intuición y en parte oportunismo intelectual, que suele ser fruto de una mente maravillosa que nunca llegará a la madurez", en "aquellas corrientes de alarma, ira y asco hacia aquella caminata en la noche ciega, con sabe Dios qué gente a su término".