La brecha de profesionales que golpea el desarrollo municipal
Hay administraciones que mantienen un déficit de 40% en sus áreas de planificación. Municipios piden financiar la instalación de equipos técnicos asociativos para apoyar la formulación de planes.
nicolas.alvarez@diarioelsur.cl
En la Asociación de Municipalidades del Biobío tienen un diagnóstico claro respecto a la capacidad de sus administraciones para sacar adelante proyectos. Acusan una "desigualdad territorial" que afecta directamente su gestión y responsabilidades, algo que advierten no tiene que ver con la calidad técnica de los equipos, sino que con los recursos con que cuenta cada casa edilicia para construir sus unidades de trabajo.
"Por razones obvias, la dotación de profesionales y equipos técnicos depende en un 100% de la disponibilidad financiera para su contratación", dicen.
Como complemento, se encuentra la ley que fija plantas municipales que, desde el criterio de la asociación, ajusta muchas veces al debe las posibilidades de contratación de personal para hacer frente al trabajo consistorial. A eso suman "la pésima costumbre del nivel central de establecer más y nuevas responsabilidades a la gestión local sin asumir las diferencias de dotación, equipamientos y recursos financieros, hecho que hace que las diferencias en las capacidades de gestión municipal sean notorias".
A nivel local, la situación más crítica la viven comunas como Tirúa, Contulmo, Alto Biobío, Santa Bárbara, Quilaco y Quilleco, ciudades de menores ingresos, dotación y equipamiento que presentan brechas para llevar a cabo administración en zonas que se caracterizan por tener una alta dimensión territorial, dispersión poblacional, índices de pobreza multidimensional e infraestructura y servicios públicos deficitarios, según dicen desde la asociación.
Parte de los municipios consultados en este reportaje precisan que los problemas más críticos se palpan en la falta de personal para desarrollar estudios, o en las secretarías de planificación, que pueden llegar a tener hasta un 40% de déficit. Si bien indican que el origen de estas inequidades se generan por el modelo de recaudación establecido en la Ley de Renta y la deficiente aportación pública del Fondo Común Municipal, reconocen también que hay un tema de gestión, en donde algunas municipalidades aún no son capaces de priorizar, con lo poco que tienen, las áreas recién mencionadas.
Realidades provinciales
Aunque la experiencia de Alto Biobío ha sido positiva a lo largo de los años, tiempo en el que fueron nutriendo sus equipos como una forma de adaptar el sistema a la realidad del territorio y en el que han podido levantar iniciativas, el alcalde Nivaldo Piñaleo reconoce que aún tienen una carencia de recursos humanos a la hora de hacer estudios, "porque hacemos los proyectos viendo las necesidades, pero muchas veces no alcanzamos a proyectar el beneficio. Eso no lo tenemos y es muy importante, porque para poder invertir hay que hacer proyecciones".
Sólo en Secplan cuentan con ocho funcionarios, entre los que destacan un arquitecto, un ingeniero civil, un topógrafo, un eléctrico, un abogado y un trabajador social, "pero faltan profesionales para los estudios, porque si contratamos ese servicio sale muy caro. Si tuviésemos a los profesionales, presentaríamos los proyectos de forma completa".
Piñaleo cree también que falta reforzar la colaboración con entidades fundamentales como Serviu, la Dirección de Obras Hidráulicas, Bienes Nacionales o Conadi.
En Santa Bárbara este es un tema que se sufre de gran manera. De acuerdo al alcalde Daniel Salamanca, en la Secplan presentan un déficit de hasta 40% de profesionales, lo que a su juicio es algo que también se observa en varios municipios cordilleranos. En su momento, esas comunas se habían mostrado muy favorables con los servicios de asistencia técnica, una medida impulsada por la Subdere para prestar ayuda y fortalecer así los procesos de planificación.
"Se necesitan ingenieros civiles, arquitectos y técnicos especializados, pero a veces los municipios no tienen a más de dos o tres personas (...) En este gobierno se instalaron el año pasado los servicios de asistencia técnica, pero no tuvieron continuidad", lamenta.
En la Provincia de Arauco, las únicas dos comunas mencionadas por la asociación, Contulmo y Tirúa, evitaron profundizar. Mientras que desde la primera dijeron "está difícil" abordar el tema, en la segunda el alcalde José Linco -siempre escueto- aseguró que son apoyados por la Subdere. Luego señaló que sólo contestó la llamada porque pensó que le contactaba un vecino y que debía retirarse a una reunión. Su par de Lebu y presidente de Arauco 7, Cristián Peña, sí abordó el problema que viven en la Provincia.
Según la autoridad, las brechas de personal son una realidad en buena parte de las comunas, lo que responde a la falta de presupuesto al gasto que enfrentan en la zona. A eso suma "las demasiadas funciones" que tienen las administraciones, tales como la mantención de áreas verdes, la planificación, el manejo de basura, las finanzas o las áreas social y jurídica, por nombrar algunas.
"Todo eso con el 40% del presupuesto que tienen los municipios. Entonces, como son municipios pequeños, no da, por ejemplo, para contratar a un ingeniero eléctrico, ni para uno civil. Ahí la única esperanza que tenemos es que nos ayude la Subdere con algún profesional. Al tener menos equipo, tienen menos capacidad de generar proyectos", recalca.
Peña plantea otra carencia: los profesionales que no quieren visitar las zonas más extremas. "A veces hay que hacer estudios de suelo, una mecánica de suelo que hay que contratar, pero simplemente no hay recursos para eso o las consultoras no van a trabajar por no ser algo rentable o porque está lejos. Es un tema de mercado", insiste.
Este escenario no sólo lo experimentan comunas de las provincias de Arauco y Biobío. En el área de Concepción, Florida es uno de los municipios que acusa falta de profesionales, algo que "no permite que muchas de las situaciones complejas sean resueltas vía proyecto". Dentro de los puntos, el alcalde Rodrigo Montero menciona que no hay una oficina que asesore organizaciones o a personas para plantear proyectos, por ejemplo, en el tema de la discapacidad, o en la asesoría que se pueda dar a planes que aborden el deterioro de los caminos. Por último, reconoce que como administración están al debe en enfrentar una estrategia comunal de riesgo de desastres por la escasez de recursos para su aplicación.
"No alcanzas a tomar todos los proyectos anuales porque faltan profesionales para desarrollar la cartera de proyectos. En el caso de la Secplan, entre los ingresos, observaciones y todo lo que conlleva una iniciativa, no alcanzas a tomar todas las líneas de financiamiento. Sería bueno tener la cantidad de profesionales para llevar a tope esos financiamientos", enfatiza Montero.
De acuerdo al jefe comunal, la estrategia para salir adelante tiene que ver hoy con el requerimiento de líneas de financiamiento que acepten dar recursos a las municipalidades para asistencias técnicas, es decir, se contratan otros profesionales de forma externa, a lo que se suma la licitación de planes en etapa de diseño para pasárselos a alguna consultora.
Cómo avanzar
Para superar estas dificultades las municipalidades han desarrollado una serie de estrategias. Ellas mismas destacan "la enorme capacidad de trabajo, flexibilidad y adaptabilidad de los equipos municipales", siendo notorio, agregan, "que muchas iniciativas que obtienen recursos públicos y/o privados para suplir las carencias de personal o platas provienen de la creatividad e innovación presente en los municipios, en todos sus niveles".
Sin embargo, indican que los niveles de gestión regional y nacional tienen una responsabilidad mayor, por ejemplo, a través de una modificación de la Ley de Rentas en la que se incluya la tributación territorial sobre actividades productivas, especialmente la relacionada con la industria forestal. En el caso del Gobierno Regional, creen que este órgano debe utilizar a las asociaciones de municipalidades que históricamente han desarrollado acciones para aunar esfuerzos y recursos locales.
"Por ejemplo, financiar la instalación de equipos técnicos asociativos que suplan, en una economía de escala, las carencias de los equipos formuladores de proyectos de varias municipalidades y en especial las más pequeñas, tal como hace la Asociación Regional en el tema de acceso al agua para el consumo humano con recursos de Subdere, una conversación conjunta que se ha demostrado en regiones como Los Lagos, Coquimbo o Valparaíso y, entre otras, y en cuya enumeración es notoria la ausencia de la Región del Biobío", afirman.