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Francisca Díaz, actriz y cantante penquista con más de 15 años de carrera; cuenta que durante los últimos tres estuvo en cama, producto de un fuerte resfrío.

"Pero los dioses del teatro y el corticoide me salvaron la voz", comenta la artista que ayer desplegó sus mejores notas y gran presencia en "Respect: mujeres en concierto", el espectáculo musical que abrió ayer la novena edición del Festival REC, frente a una 600 personas, en la Sala Principal del Teatro Biobío.

Aretha Franklin, Nina Simone, Carole King, Tina Turner y Whitney Houston, entre otras; tuvieron su encuentro con el público festivalero en las voces de las también actrices Francisca Walker, Elvira López, Vivianne Dietz y Monserrat Ballarín.

Junto a Francisca Díaz montaron una propuesta sobria, fina y precisa para, además, poner en razón la potente presencia femenina en el propio REC (más del 40% este año son proyectos con mujeres). "Estuvo increíble, lo pasé genial", comentó Díaz, una vez finalizado el show de 60 minutos al que fue invitada en enero pasado por el productor de la puesta en escena, Francisco Olavarría.

El inicio para un primer día que tuvo una muestra de los actuales sonidos que colman la escena local y, lógicamente, nacional. Desde la electrónica de Maysaa Lozano, pasando por los ritmos más pesados de A.N.I.M.A.L., propuestas de carácter independiente y autorales como Javiera Eléctra; además del pop actual de Usted Señálemelo, de la armada argentina, que desembarcó en REC este año.

Todo esto coronado con el cierre de Los Bunkers, banda que debutó en el REC frente al mayor marco de público histórico para una jornada: 120 mil personas.

"Hace rato que no nos veíamos las caras", saludó Álvaro López, la voz de la agrupación que, por razones extra musicales debió parar el show un momento, para auxiliar a una asistente descompensada. Para asistir a otra persona debieron parar nuevamente el show, a eso de las 21.30 horas, dado el numeroso público, y con muchas personas desde muy temprano en el Parque Bicentenario.

La banda hizo cantar a Concepción y sus alrededores en gran forma, llenando el ambiente de emociones, baile y cantos, aplausos de un público que llegó desde diferentes puntos para verlos para convertir el parque en un gran karaoke.

"Es un momento de incertidumbre por lo que pasa en Huachipato. Ojalá que se tomen las mejores decisiones para beneficio de ellos y ellas", dijo Mauricio Durán previo a la interpretación de "Calles de Talcahuano".

Sorpresa familiar

Uno de los números sorprendentes de lo que fue la primera jornada, estuvo representado ayer por el rock familiar de Mondongo.

La agrupación local partió con los shows en el escenario Entel. Durante los 40 minutos en escena, la agrupación mostró un desligue escénico y musical que nunca bajó el ritmo y el entusiasmo de letras contingente interpretadas desde un pulso rockero que recuerda a bandas como Blink-182, Weezar y por ahí Nirvana en sus cuerdas.

"Muy emocionados de ver a la gente que nos dio awante y con tanto entusiasmo cantaron nuestras canciones", comentó Luz Bravo, bajista y coros del grupo formado en 2019. Reconoció que a este show le pusieron mucha energía, para un discurso que recibió una positiva respuesta del público, coreando sus canciones.

Buen regreso

Aunque la producción quizás haya cometido un error al programar a Los Santos Dumont y Niño Cohete en el mismo horario -17 horas- en los escenarios Vans y Entel, respectivamente; ambas evidenciaron las razones por las cuales la capital regional es reconocida como un ciudad trascendente en la música país.

Los Dumont aparecieron con el acelerador a fondo para desde su estilo colmado de psicodelia, presentar un show que tuvo gran y diverso marco de público.

Sin duda, lo desplegado ayer por los locales Niño Cohete, en una vuelta de gran vuelo sonoro y atmosférico; y lo presentado por los entusiastas Fother Muckers, banda con una potente relación con la ciudad penquista, y que marcó su vuelta a los escenarios en 2022; ayer se notaron algunos nombres que deben cuidarse mejor antes de subirlos al escenario de un festival de la envergadura de REC. Claramente, Javiera Eléctra plantea un discurso que busca por diferentes expresiones del sonido, sin embargo, se le vio algo plana en algunos pasajes de un show que se tornaba algo monótono en un escenario como Escudo. De lo presencia en el Teatro Biobío, a Hierra le faltó más puesta en escena, igual que a The Slow Voyage, grupos que cumple 10 años, y que apunta a un stoner rock que luego de tres o cuatro temas decae en sus formas. Al frente del TBB, por ejemplo, Larrea Trip llenó escenario Escudo de sonidos sin voces de claridad, sentido y power.

Hace por lo menos cinco días, que el anuncio de lluvia para la primera jornada del festival comenzó a ser tema en redes y comentarios de pasillo.

Es que el año pasado, sumando los fuertes vientos y precipitaciones más intensas, el primer día debió cambiar su metódica totalmente, contra todo pronóstico de la producción del festival.

Ayer, sin embargo, no ocurrió lo mismo, pues las primeras en las primeras horas de la mañana, hasta pasado el mediodía; no fue motivo para trasladar ni cambiar programación. "Tropiconce es así, habrá que ver y estar preparados para recibir al público", fueron las palabras de Francisca Peró, directora del Teatro Biobío (TBB), hace un par de días; aludiendo a las condiciones del tiempo anunciadas para el día de ayer.

"Nosotros llegamos como a las 10 de la mañana, y en un principio nos iban a ubicar en los domos (explanada del TBB), pero por la lluvia de la mañana, finalmente, nos trasladaron a este sector", señaló una de las participantes de los 32 stands que conformaron la llamada "Villa REC".

Finalmente, el espacio con artesanos y emprendedores culturales y artísticos, quedó emplazado en los pasillos exteriores del Teatro Biobío, bajo techo.

Comentaron, igualmente, que esperan que la situación se normalice hoy, en beneficio de expositores llegados desde Arica, Mulchén, Quilaco, Arauco y Concepción, entre otras comunas.

Varios eran los curiosos que ayer se detenían en un espacio definido en el stand de Arauco, en el Parque Bicentenario.

Allí estaba Mario Riquelme (32), luthier oriundo de Lebu; quien trabajaba en los detalles para terminar la guitarra modelo telecaster que regalarán hoy entre los presentes en la segunda jornada de REC.

En el oficio hace 10 años, y seis de obtener la certificación, Mario realiza esta labor junto a su hermano Pablo, un año menor, quienes se han especializado en la confección de guitarras y Mandolinas sólo por pedido.

Bautizado como MRA Guitars, la iniciativa de estos melómanos fanáticos del metal progresivo, se dio por el gusto por la música.

"Antes fuimos carpinteros, trabajando con mi abuelo en la construcción de lanchas y lanchones", explicó Mario Riquelme, en relación a estas embarcaciones que promediaban los 20 metros de largo.

Hacia el 2014, hicieron su primera guitarra. "Siempre hemos sido músicos, y nos dimos cuenta así que podíamos hacer nuestros propios instrumentos", comentó el mayor de los Riquelme.

Así, también, comenzó a florecer el negocio, según pedido, pues no hacen los instrumentos en cantidad limitada y sólo bajo pedido. Para ello utilizan como materia prima madera de ciprés y lingue. "Es primera vez que estamos en el REC, y felices de la experiencia de exhibir nuestro trabajo. Nos encanta impulsar esta cultura por todo el país", comentaron los luthiers cuyas guitarras bordean los 600 mil pesos.