Conducción responsable en vacaciones
De acuerdo con un estudio de Comisión Nacional de Seguridad en el Tránsito (Conaset), si bien es el alcohol el que tiene mayor presencia en las tragedias de las calles y carreteras, cada vez toma más presencia la conducción bajo los efectos de las drogas, una situación que puede crecer en época de vacaciones o descanso.
Los accidentes de tránsito bajo la influencia del alcohol o en estado de ebriedad suelen tener una amplia cobertura noticiosa, sin embargo, hay otras sustancias que son igual de peligrosas a la hora de manejar, pero respecto a las cuales la población todavía no toma real conciencia. Es el caso de la marihuana, cada vez más extendida en nuestro país y en el mundo, cuyas consecuencias al volante pueden ser nefastas, cuyo consumo suele crecer en periodos de mayor descanso o de recreación.
Los resultados de un ensayo clínico internacional muestran que aquellas personas que consumen cannabis ven deteriorada su capacidad de conducción durante las siguientes cuatro horas y media, independiente de sus hábitos previos en relación con esta droga. Pese a ello, la mayoría se siente lista para el manejo a los 90 minutos.
Dado este estudio, en Chile la Asociación Médica para la Prevención dio en su momento la voz de alerta al decir que "conducir después de haber consumido marihuana es tan peligroso como hacerlo después de haber ingerido alcohol, porque el consumo afecta la capacidad de tomar buenas decisiones, baja el tiempo de reacción y pone más lentos los reflejos, por lo que implica un peligro cuando hay cualquier actividad que puede poner en riesgo la vida de otros".
Dependiendo del tipo de droga que se consuma, ésta puede actuar de formas distintas. Por ejemplo, algunas provocan estados de estimulación o euforia, en cuyo caso la persona se impacienta y podría no esperar la luz verde sino que acelerar antes. Otras deprimen la actividad cerebral, y el conductor podría no alcanzar a reaccionar ante un peatón que se cruza repentinamente. En otros casos, se perturba la actividad cerebral, de manera que es posible que el conductor cometa una infracción pero no recuerda qué ocurrió.
Los especialistas coinciden en que las personas no están al tanto de los riesgos que corren, tanto para sí mismas como para un tercero, lo que se suma al ambiente de menor preocupación y mayor relajo que se produce durante el descanso. Por eso, alertan a los conductores. Se afirma que la percepción de riesgo es muy baja, es especial con ciertas sustancias que se han ido aceptando socialmente, lo que hace que muchos minimicen los verdaderos peligros, particularmente en jóvenes y en situaciones como estar manejando.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la droga como toda sustancia natural o sintética que al ser introducida al organismo puede alterar de algún modo el Sistema Nervioso Central, generando modificaciones en el estado de conciencia, de pensamiento, de estados de ánimo y funciones motoras. A su vez, estas sustancias se reconocen como susceptibles de crear dependencia ya sea psicológica y/o física.
Desde Senda, donde realizan constancias campañas y fiscalizaciones, advierten que los efectos del consumo de alcohol y otras drogas siempre son un riesgo en la conducción, no existen cantidades de bajo o menor riesgo.
La conducción bajo los efectos de algún tipo de sustancia es una realidad presente, pero muchas veces ignorada familiar y socialmente, y que tiene un efecto trasversal. Desde conductores profesionales de diversos servicios, ya sean de transporte o de carga, así como también entre quienes conducen en labores informales, como reparto o traslado vía aplicaciones, y los propios automovilistas particulares son parte de este fenómeno. Esta es una situación que no puede ser ignorada, por lo cual es necesario en forma periódica ir revisando la legislación y adecuarla según la realidad vaya mostrando nuevas tendencias qye afecten a la sociedad.
La conducción bajo los efectos de algún tipo de sustancia es una realidad presente, pero muchas veces ignorada familiar y socialmente, y que tiene un efecto trasversal.