Un año marcado por las contingencias
Año de emergencias y contingencias complejas, de investigaciones judiciales y de logros deportivos. Los últimos doce meses en la Región del Biobío pusieron a prueba, una vez más, la resiliencia y capacidad de reacción de una zona que parece siempre dispuesta a los vaivenes de la naturaleza y, por supuesto, de la sociedad.
En las páginas de nuestro matutino quedaron registradas los dos tipos de emergencias que, sin dudas, complicaron más a las zonas rurales de nuestra Región, como son los incendios forestales ocurridos durante febrero pasado y las inundaciones que a mediados de año complicaron especialmente a la Provincia de Biobío.
La primera de estas emergencias afectó especialmente a las comunas de Santa Juana y Nacimiento, donde fallecieron 17 personas, con focos que se expandieron rápidamente amparados en las condiciones climáticas de viento, altas temperaturas y escasa humedad. Además de la pérdida de vidas humanas, la cantidad de viviendas y hectáreas consumidas por el fuego dejó un triste saldo, que hasta hoy mantiene en marcha un plan de reconstrucción de casas definitivas, destinado a las familias que lo perdieron todo.
Este año se han tomado medidas de prevención previas de manera conjunta entre el sector público y privado, lo que ha significado avanzar en un constante monitoreo, mayor trabajo con la comunidad y disposición de recursos como brigadas y apoyo aéreo de forma anticipada. Hasta ahora, los resultados han sido claros, ya que la cantidad de focos detectados esta temporada en menor en un 58% respecto del verano pasado, aunque todavía quedan semanas por delante.
En el caso de las inundaciones ocurridas a partir de junio jugó un rol clave el fenómeno de El Niño, que fue anticipado por los informes meteorológicos, en especial por la posibilidad de episodios de precipitaciones cortos, pero intensos y que se hicieron realidad. Dentro de las zonas afectadas estuvo Saltos del Laja, zona turística reconocida de la Región del Biobío, que se transformó en símbolo de las dificultades que debieron enfrentar los afectados y llamó a la reflexión en torno al uso de las zonas aledañas a los ríos, que la extensa sequía mantenía con menores caudales, pero que la naturaleza se encargó de recordar el paso de sus cauces.
En ambos casos tanto desde el Gobierno central como el Gobierno Regional se destinaron recursos y planes especiales para la entrega de apoyo a las zonas más afectadas, lo que ha sido una constante durante todo el año, con el objetivo de recuperar las condiciones de las zonas damnificadas y también la capacidad productiva de quienes perdieron todo.
Estos episodios marcados por las emergencias fueron dolorosos para la zona por el efecto en sus habitantes y se unieron a una situación distinta que también ha remecido la Región, pero en lo político y judicial. El estallido del caso Convenios a mediados de año y que levantó un manto de dudas sobre la gestión de las autoridades de la zona es una situación que no hay que perder de vista ni mucho menos dejar de lado al momento de analizar los hechos más relevantes ocurridos este año en el Biobío.
A partir de la indagación del traspaso de fondos públicos de forma irregular a fundaciones, la Fiscalía Regional avanzó en los últimos seis meses en distintos hechos que vinculan a organizaciones sociales con el Gobierno Regional y que provocaron renuncias de funcionarios, formalizaciones y numerosas diligencias para determinar si existen delitos en estas asignaciones. Actualmente avanza la investigación de 13 aristas y una de ellas ya formalizó a cinco imputados.
Es imperativo entonces que la opinión pública no deje de informarse y seguir las novedades que pudieran surgir en estas investigaciones tanto penales como administrativas, en un nuevo año que se caracterizará por el debate político por las elecciones regionales de octubre.
Por último y más allá de la situaciones más difíciles vividas por la Región, es también relevante destacar a quienes aportaron con su talento y dedicación a las inolvidables jornadas deportivas vividas en el Biobío. Se trata de los triunfos del remo y canotaje en los Juegos Panamericanos, que sumaron medallas para el Team Chile con pruebas realizadas en la Laguna Grande de San Pedro de la Paz, un escenario que brilló en todo su esplendor en el cita deportiva internacional. Así también hay que sumar el logro del club deportivo Huachipato, que se coronó campeón del torneo nacional a principios de este mes, devolviendo a la zona la alegría del fútbol que se vive en familia y en regiones.
El año 2024 se avecina y es de esperar que la Región alcance nuevos logros y que haya buenas noticias para sus habitantes. La recuperación económica, las inversiones en proyectos que impulsen el desarrollo, la resolución de problemáticas que afectan a toda la comunidades, como la congestión vial y el transporte público, y por supuesto la continuidad del constante movimiento cultural y artístico del Biobío serán algunos de los objetivos en un año que ojalá sea distinto.
Estos episodios marcados por las emergencias fueron dolorosos para la zona por el efecto en sus habitantes y se unieron a una situación distinta que también ha remecido la Región, pero en lo político y judicial