Valeria Barahona

Las ideas pueden ordenarse como pasajes, así como el teórico Walter Benjamin trazó un urbanismo propio en "Dirección única", un concepto que busca ser traspasado a ciudades reales por el académico de la Universidad Pompeu Fabra (España) Jorge Carrión en la serie "Booklovers", que desde Chile es posible ver en la plataforma caixaforumplus.org, dependiente de Fundación "La Caixa", tras un breve registro.

Los capítulos de entre 30 y 40 minutos de duración recorren las ciudades más icónicas para la literatura en América Latina, como Buenos Aires, Argentina, que a los minutos es presentada como la "con mayor número de librerías a nivel mundial". El viaje, sin embargo, no se limita a recorrer estanterías, sino que busca dar voz a quienes construyen la industria, como autores, editores y libreros, quienes explican sus motivaciones para continuar en un trabajo que siempre pareciera ir a contramano.

La escritora y periodista Leila Guerriero ("Plano americano") muestra la biblioteca de su casa mientras se refiere a su generación, y en un punto afirma que "el amor, por lo menos tal como uno lo tiene asumido con las personas, (…) tiene muchos resquicios, traiciones, pliegues. El encuentro con el libro es una cosa completamente, casi te diría yo, una especie de fuerza natural", tanto, que frente a esto "el amor me parece poquito".

El entramado del circuito literario a ambos lados del Océano Atlántico es tan compacto que la editora Elena Medel agrega en España que "cuando alguien me dice que ha comprado un libro de (su sello) La Bella Varsovia en tal ciudad, sé probablemente en qué librería fue y cómo se llama la persona que lo vendió". Carrión, en tanto, se refiere a la serie desde la biblioteca de su casa, en Barcelona, por donde se pasea un gato durante la videollamada con este medio y recuerda que "en la serie aparecen muchos, creo que hay un vínculo secreto entre los libros y los gatos, a los escritores nos gustan porque estamos muchas horas solos".

-¿Cómo estás con el éxito de "Booklovers"?

-El éxito no existe, es muy importante recordarlo, es un mito (ríe), un mito que tiene mucha repercusión. Nos está yendo muy bien, pero te aseguro que no con el éxito, si tú lo conoces me contarás cómo es.

-En Latinoamérica te conocimos con el podcast de ciencia y literatura "Solaris", donde convertiste la expresión "¡madre mía!" en una suerte de firma, así como ahora en "Booklovers" es "letraheridos".

-Seguramente el proyecto que preparó "Booklovers" como formato fue "Solaris", mi primer proyecto digital ambicioso y el primero que nació para existir como objeto digital, nunca me planteé publicar como libro los guiones de "Solaris", ni que tuviera otra vida que no fuera enteramente digital. Ahí, el "madre mía" surgió por casualidad, no estaba premeditado eh, como una especie de marca o de contraseña, y ahora hay más de 700.000 oyentes de "Solaris": yo creo que esa comunidad se construyó con esa suerte de palabra secreta o expresión compartida, por eso cuando empecé a concebir "Booklovers" pensé en el "letraheridos", no porque era un modo particular de nombrar a los posibles espectadores, sino porque es una expresión muy catalana, y los catalanes que escribimos en español la usamos, por lo que poco a poco se ha empezado a usar en España, pero todavía es muy minoritaria, por eso me pareció que era un gesto bonito hacia mi cultura, que sería la más parecida a "booklovers", término que además mezcla el sentimiento con el libro.

-"Booklovers" también es el hashtag o etiqueta que se usa en Instagram para mostrar ejemplares.

-"Booklover" se me ocurrió que sería una buena marca para la serie porque, a su vez, tiene que ver con el turismo cultural, el hashtag, las nuevas generaciones de lectores, mientras que "letraheridos" es una buena marca para nombrar a los miembros de la comunidad o la constelación de cómplices del proyecto, pero, claro, es el formato digital y sus particularidades que tienen que ver con el ecosistema y la viralidad. En lo que respecta puramente al contenido, no a la selección de personajes o espacios de ciudades, "Booklovers" adapta mis cuatro libros sobre libros, que son "Librerías", "Contra Amazon", "Barcelona. Libro de los pasajes" y "Madrid: libro de libros".

-Ahora las personas también encargan los libros, pareciera que la cultura de ir a la librería y conversar con el librero quizás se está perdiendo un poco.

-Yo creo que conviven los dos circuitos, de circulación de los libros y de la información y el conocimiento de los libros ¿no? Pienso que millones de personas siguen yendo a librerías y a bibliotecas por los textos en papel, y que otros millones, que a veces son los mismos eh, están en Instagram, en la página web de la biblioteca, leen en formato digital, se comunican por WhatsApp con su librero o usan algoritmos para encontrar los libros que buscan. Entonces la serie intenta (armar la ruta) porque evidentemente se puede visualizar mejor y se crea más empatía con rostros humanos y con espacios físicos, por tanto, hay muchas figuras muy fuertes y espacios increíbles que te cagas celos, como la librería argentina Eterna Cadencia, (…) o en el capítulo de Madrid vemos a Bruno Galindo haciendo un podcast (donde explora los secretos de la biblioteca de Julio Cortázar, autor de "Rayuela"), de modo que también hablamos de la dimensión digital del amor a los libros.

-Ya están disponibles los capítulos de Buenos Aires, Madrid y Ciudad de México. ¿Por qué no incluyeron Santiago, debido a que continuamente están hablando de libros o escritores chilenos?

-Cuando escribes un libro, aunque sea de no ficción, tienes libertad absoluta. Cuando escribí "Librerías", en 2012, había estado sólo una vez en Chile, yo no era escritor, todavía no había publicado nada, estaba viajando y en la primera edición cito apuntes que hice por Atacama, Santiago y Valparaíso. En un segundo viaje a Santiago conocí Metales Pesados, Ulises, etcétera y en la edición ampliada de librerías menciono más, pero quiero decir que tú en un libro estás en casa y puedes hablar de lo que quieras, tienes una especie de presupuesto ilimitado. En la televisión, el presupuesto nos daba para rodar en dos ciudades de América Latina, pero efectivamente creo que en una segunda o tercera temporada tendrían que estar Bogotá, Montevideo, Santiago. Para esta primera temporada buscamos un equilibrio en representación, donde Buenos Aires es la ciudad con más librerías del mundo, y en México están las bibliotecas más impresionantes.