En qué consiste el burnout, cómo identificarlo y métodos para superarlo
El agotamiento y falta de incentivo puede aparecer con mayor fuerza a fines de año. Existe una serie de estrategias para evitarlo, lo cual derivará en una mejor salud de los colaboradores, además de un mejor desempeño en el área de trabajo.
El agotamiento, o burnout, es una preocupación que ha afectado al mundo corporativo durante mucho tiempo, sin signos de alivio, incluso con modelos de trabajo híbridos en marcha. El cansancio de los colaboradores puede ser particularmente perjudicial durante el final del año y se sabe que disminuye la productividad, perjudica el compromiso e incluso causa problemas físicos y mentales.
El agotamiento y la falta de motivación en el entorno laboral no son sensaciones normales en el día a día. Son síntomas del síndrome de burnout, una enfermedad psicosocial tan problemática para el individuo, sus familiares y la empresa como las enfermedades de carácter físico.
Esta enfermedad puede tener como causa principal el entorno laboral, lo que hace que la empresa sea la principal responsable de la condición mental del profesional. Por lo tanto, la empresa tiene un papel fundamental para evitar este problema, mantener la productividad de sus trabajadores y prevenir, incluso, posibles consecuencias legales.
En Medicina, el síndrome de burnout fue mencionado por primera vez en 1974 por Herbert Freudenberger. El psicólogo estadounidense describió en sus estudios los síntomas enfrentados por él y sus colegas. Este fue el primer paso para muchos otros estudios realizados.
Identificar los síntomas del síndrome de burnout ayuda a las empresas en la creación de iniciativas que colaboran con el cuidado de la salud mental de los trabajadores. Los principales signos son:
Agotamiento y desgaste: Estos síntomas son los primeros indicadores del trastorno que pueden manifestarse de forma física, como dolores de cabeza, fatiga crónica, exceso de sueño o insomnio, falta de aire, entre otros. Y psicoemocionales, por ejemplo, falta de concentración, frustración, impotencia y lagunas de memoria.
Actitudes negativistas: En este caso, el profesional deja de realizar las funciones por miedo a comprometerse y que salga mal, tanto en relación con el trabajo como consigo mismo. Con esto, algunas situaciones causan al individuo la sensación de irritación, impotencia y sentimiento de derrota, que pueden llevar a la ansiedad y la depresión.
Falta de motivación: Este síntoma se confunde fácilmente con la pereza en el entorno laboral. De esta manera, los trabajadores pierden el entusiasmo y se desmotivan en la realización de las funciones. El motivo puede ser o no provocado por situaciones en el propio entorno profesional, lo que ocasiona retrasos o baja calidad en las tareas.
Problemas de salud: Los síntomas del síndrome de burnout pueden afectar la relación del profesional con los compañeros de trabajo. De esta manera, el tratamiento se mantiene con desprecio y cinismo por parte del colaborador. Con esto, el individuo tiende al aislamiento, dejando de cumplir tareas o involucrarse en las actividades sociales de la empresa.
Además, la falta de alimentación adecuada y el descuido de la propia salud son otros factores que acompañan al síndrome de burnout. Esto puede llevar a condiciones de baja inmunidad, facilitando el desarrollo de enfermedades en el profesional, como infecciones, gripes, resfriados, entre otros.
CÓMO EVITAR EL BURNOUT
Es posible comenzar a adoptar algunas prácticas para prevenir y tratar los síntomas del síndrome de burnout en su empresa. Consiste en medidas simples que promueven buenos resultados a largo plazo para la salud mental del equipo (e incluso para los resultados de la organización).
Cuide la salud mental de los trabajadores: Un diálogo abierto entre los trabajadores y la empresa hace toda la diferencia. Con esto, es posible identificar las dificultades que enfrentan los profesionales a diario en el entorno de trabajo y encontrar soluciones para cuidar de la salud mental del equipo. Esta apertura también es importante para que la empresa alinee las expectativas con respecto al equipo, evitando exigencias excesivas.
Incentive una alimentación equilibrada y la práctica de ejercicios: Una dieta equilibrada, con la ingesta de vitaminas y nutrientes esenciales para el buen funcionamiento del organismo, es ideal para reponer las energías, mantener la salud y dejar a los empleados más dispuestos. Por eso, incluya programas de bienestar en su empresa, que promueven la alimentación saludable y la práctica de actividades físicas.
Con esto, ofrezca frutas, jugos naturales, tés, entre otros alimentos saludables en el entorno de trabajo. Además, una excelente estrategia es proporcionar sesiones rápidas de estiramiento, meditación o masajes en el lugar.
Ofrezca momentos de ocio y relajación: El descanso es fundamental para la mente y el cuerpo, contribuyendo a prevenir y tratar los síntomas del síndrome de burnout. Por eso, ofrezca algunos instantes y diferentes opciones de relajación para el equipo. Por ejemplo, programe un momento de ocio con el equipo, según la preferencia de la mayoría, para fortalecer el espíritu de equipo y la relación interpersonal.
Analice la intensidad de las demandas: Las demandas llevan al estrés y agotamiento del colaborador, uno de los principales síntomas del síndrome de burnout. Este es el resultado de la búsqueda de la perfección que el profesional se exige a sí mismo. Por eso, es necesario equilibrar la intensidad de las demandas y saber cómo dar retroalimentación constructiva para no afectar la salud mental del individuo.
Cultive relaciones saludables en el entorno de trabajo: Una convivencia más saludable es crucial para mantener la salud mental de los trabajadores. Por lo tanto, incentive la amabilidad, la cooperación y la cordialidad entre los profesionales. Ciertamente, esta práctica hará que los días sean menos estresantes y más productivos para todos.