Patricia Stambuk: "Una región sin medios propios no se ve a sí misma"
La PremioNacional de Periodismo 2023 analiza el estado de la prensa en el marco de la contingencia política nacional.
Por Andrea Arias
La Premio Nacional de Periodismo 2023, Patricia Stambuk Mayorga, repasa en esta entrevista el estado y el rol de la prensa en el marco de contingencia política nacional, junto con su visión y el aporte de los pueblos originarios, a los que ha dedicado cuatro de sus libros.
Stambuk es periodista de la Universidad de Chile y una reconocida escritora y académica, oriunda de Magallanes, cuya carrera forjó en el extremo sur, Santiago y Valparaíso. Es vicedirectora de la Academia Chilena de la Lengua y miembro de la Junta Directiva de la Universidad de Magallanes.
-Hace unas semanas, la Asociación Nacional de Prensa (ANP) condenó los dichos que el Presidente Gabriel Boric emitió contra medios de comunicación al acotar que "es impresionante el afán por preferir las malas noticias" que tienen "los diarios". ¿Está de acuerdo con la ANP o con el mandatario?
-Históricamente el poder político ha criticado a la prensa y dudo que algún presidente de Chile no lo haya hecho en su momento. Creo que las autoridades se resienten de no ver reflejados sus esfuerzos en los medios y a la vez los medios sabemos que las malas noticias dominan nuestros espacios por el interés que atraen y porque son los hechos de la realidad que comunicamos, no los inventamos. Prensa y poder político están en su derecho. La autocrítica de ambos siempre será positiva y puede encauzarse en diálogos que vayan más a fondo y contribuyan al país.
-¿Aprueba la creación de la Comisión para la Desinformación del Gobierno?
-Como periodista y firme defensora de la libertad de prensa, pilar de una convivencia pacífica y transparente, no me entusiasmo con este tipo de instituciones. Puedo comprender su creación, si el objetivo es realizar una reflexión compartida y no buscar culpables ni ver el tema desde la perspectiva de conveniencias políticas específicas.
-En el marco de la campaña política y con miras al Plebiscito Constitucional, ¿funciona esta Comisión para la Desinformación?
-Sería temerario de mi parte dar un juicio de valor al respecto. No tengo datos en particular sobre su acción, pero lo importante es hacer llegar el texto a la comunidad y fomentar su lectura, sin sesgos, para que las decisiones no sean el resultado de ver una publicidad que es insuficiente. El breve tiempo que resta hasta el plebiscito no facilita decisiones bien informadas.
-¿Cómo evalúa el nuevo proceso constitucional y su texto?
-La realidad demuestra que personas muy calificadas están "A Favor" y otras, con iguales calificaciones, están "En Contra". Hay muchas materias muy opinables. Lograr una nueva Constitución generó expectativas exageradas e incorrectas que liberan al poder político de sus responsabilidades sobre asuntos que son materia de ley y no de una Constitución. Para mí, un texto constitucional normal organiza el Estado y establece sus límites para garantizar los derechos personales. Hay que considerar, sin embargo, que en un país en desarrollo el Estado tiene una función colaboradora con el desarrollo del país en mayor grado que los países más avanzados.
-Según la ANP, estamos en una época en que la comunicación social sufre la amenaza de la desinformación a raíz de agentes que pretenden reemplazar la labor profesional que realizan los medios con domicilio conocido y estándares regulados por la ley. ¿Existe esta amenaza?
-Existe. Y las víctimas de la desinformación no son los medios, sino los receptores, el público. Esos nuevos medios informales son difíciles de regularizar y hacer responsables de sus contenidos, a diferencia de la prensa tradicional. También hay que reconocer que han surgido medios alternativos de calidad y muy ágiles. Lograr que actúen con criterio y ética solo puede ser el resultado de la educación, sobre la que debe basarse cualquier crítica social.
-La formación de las escuelas de Periodismo en el país y la capacitación al interior de los medios, ¿responden a la evolución digital?
-No conozco los planes de estudio actuales de las carreras de Periodismo, pero he tenido vinculación con algunos directores y lo más importante no es esa capacitación, que a los jóvenes les llega de modo natural. Lo esencial en la formación de los profesionales es una dimensión ética ineludible y una adecuada preparación cultural, con las dimensiones valóricas, históricas y científicas, que deben ser consideradas en cualquier profesión. Y, por supuesto, visto el grave déficit en la lectura y las debilidades en la expresión, hay que reforzar el buen uso del idioma.
-Existe una crisis de financiamiento de los medios tradicionales que se agudizó con la pandemia y que hoy golpea a la prensa escrita, ¿qué transformaciones haría si estuviera a cargo?
-No estoy en el área de la administración de los medios tradicionales, que me parece que no afecta a los grandes medios, porque al menos los medios escritos han sabido crear productos que compensan ese menor avisaje, como los suplementos. Lo que me preocupa es la sobrevivencia de los medios regionales, porque una región sin medios propios no se ve a sí misma y no se encuentra a través de ellos con su propia identidad. La preocupación por esta crisis está centrada principalmente en las regiones, en las comunidades más pequeñas. En ese sentido, los medios digitales aliviarán esta precariedad de las comunas y provincias, pero es preciso defender a los medios tradicionales porque siempre, cualquiera sea su tendencia, están comprometidos con el desarrollo de las regiones donde están establecidos.
-Siendo vicedirectora de la Academia Chilena de la Lengua, ¿qué le parece el uso del lenguaje inclusivo?
-Es un tema que tuvo su momento de gran controversia y que ya se aplacó. Se llegó a un estado de uso razonable de la inclusividad en el lenguaje y dejó un resultado positivo con un mayor respeto al prójimo desde las palabras. Pero la @ y el todes, son impracticables en la comunicación formal.
-Siendo una de sus áreas de trabajo los derechos humanos, ¿cómo evalúa la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado, sus coletazos y desencuentros?
-Mi relación con los derechos humanos es fundamentalmente a través de mi preocupación por los pueblos originarios y su memoria. Esta conmemoración mostró una foto poco grata de un país que no dialoga con madurez.
-¿Es importante el presupuesto para los sitios de memoria?
-La memoria es parte del alma de los pueblos. Yo pediría levantar hermosas esculturas públicas que destacaran a nuestros pueblos originarios de sur a norte.