Las posibilidades que brinda la IA al sector productivo de la Región
Marcela Angulo, presidenta del Comité de Innovación y Pymes de CPC Biobío, señaló que hay varios casos locales exitosos en el sector energía, celulosa y papel, pesca, salud y logística. Agregó que uno de los desafíos futuros es reducir la brecha digital en el caso de las pequeñas y medianas empresas.
Si bien la academia y el sector público son actores fundamentales en el fomento de tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA), no hay que olvidar que la industria y, en general, todo el ámbito productivo de una región o país desarrolla e impulsa este tipo de herramientas.
Uno de los estamentos que representa a las empresas de nuestra región es CPC Biobío, el cual, en su interior, cuenta con un Comité de Innovación y Pymes. Marcela Angulo preside esta instancia y entregó su visión acerca del avance de la IA en el sector productivo local.
"Vemos que, principalmente, las grandes empresas están haciendo uso bastante extendido de la IA con el fin de optimizar procesos, analizar grandes cantidades de datos, automatizar tareas repetitivas y mejorar la toma de decisiones. Hay varios casos exitosos en el sector energía, celulosa y papel, pesca, salud y logística, entre otros, donde se han logrado importantes mejoras de eficiencia, de productividad y de sostenibilidad", afirmó.
Añadió que también se observa en la zona el surgimiento de varios startups de base tecnológica que hacen uso de herramientas de IA para sus productos o servicios.
"Tal vez es en el mundo de las pequeñas empresas donde hay menos uso, pues en este segmento se verifica una mayor brecha digital y las empresas de pequeño tamaño están recién avanzando en la incorporación de herramientas digitales más básicas como softwares de gestión, comercio digital o instrumentación de procesos", sostuvo.
-¿Qué posibilidades abre esta tecnología para el ámbito productivo del Biobío?
-Todos los sectores productivos tienen un gran potencial de usar las tecnologías digitales y la IA para mejorar productividad y sostenibilidad, y también para transformar los canales de comunicación con sus clientes u otros actores de sus cadenas de valor.
En particular en Biobío, donde cerca del 25% del producto regional es industria manufacturera, es clave promover el uso de tecnologías digitales como el IoT (Internet de las Cosas) o herramientas de aprendizaje de máquinas (machine learning) para ir transformando los procesos de la era 2.0 a una donde se promueva la automatización, que llamaríamos la era 3.0, para luego avanzar hacia la industria 4.0, que hace uso de herramientas más sofisticadas y de IA.
Incluso en el mundo de las Industrias Creativas, Biobío tiene un gran potencial, pues en este dominio convergen las disciplinas artísticas con las ciencias de la computación para crear nuevos productos y servicios que pueden tener alcance global.
Comité
Consultada acerca de la labor que realiza el Comité de Innovación de la CPC Biobío respecto a esta tecnología, Marcela Angulo señaló que se definió como una prioridad apoyar los esfuerzos de digitalización de las empresas, especialmente de las pymes. "Estamos coordinando esfuerzos con la Red Fortalece Pyme y el Centro para la Industria 4.0 de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Concepción (UdeC) para una agenda de difusión y capacitación. Además, la CPC Biobío ha promovido la implementación de un sello de ciberseguridad entre sus empresas", comentó la también directora UdeC en Santiago y presidenta del CFT Lota-Arauco.
-¿Qué desafíos éticos cree que levanta la masificación de esta tecnología?
-Uno de los principales es la privacidad y la seguridad, pues la información que se usa para entrenar modelos de IA puede ser vulnerable a violaciones de seguridad o ser usada de forma inapropiada o para propósitos perjudiciales.
Otro tema importante tiene que ver con los sesgos y eventual discriminación, pues se podrían inducir decisiones discriminatorias que son particularmente sensibles, como los procesos de contratación o de acceso a crédito, entre otros. La responsabilidad y la rendición de cuentas también es relevante, sobre todo en los casos de uso de IA generativa.
Finalmente, el potencial impacto en el empleo, pues la automatización impulsada por la IA puede afectar significativamente el empleo en ciertos sectores, lo que plantea preguntas éticas sobre la responsabilidad social y la necesidad de políticas que aborden la reconversión o transición laboral, a la vez de formar a las personas, y especialmente a los jóvenes, con las competencias necesarias para desenvolverse en un mundo digital en permanente evolución.