Personaje de la mitología griega sirve para abordar temas sobre las disidencias
Nuevo estreno de la compañía Retorno Biobío, bajo la dirección de Raúl Pizarro-Enríquez; apunta a que podamos vivir tranquilos y en paz frente a lo que el autor del texto define como "crímenes de odio".
Un proyecto al que hace tiempo, por lo menos desde fines de 2021, le venía dando vuelta y forma el dramaturgo, actor y director penquista, Raúl Pizarro-Enríquez. Ello por su gusto, desde la infancia, por la mitología griega, los dioses, el Olimpo y que, en su adolescencia, cruzó con "Los Caballeros del Zodiaco".
De todo aquello, visionados, referentes, experiencias de vida, lecturas y proyectos profesionales de carácter escénicos, surgió el texto de "Ganímedes o la tragedia musical de un destino queer", de su autoría, y que mañana inicia una temporada de estreno en la Sala 100 de Artistas del Acero.
Con tres funciones programadas este miércoles, jueves y viernes, a las 19 horas, este montaje de 75 minutos es, además, el segundo estreno de la compañía el Retorno Biobío, desde su fundación el año pasado. Siempre bajo la dirección de Pizarro, ya tuvo una exitosa temporada de casi una decena de funciones del clásico nacional "La Pérgola de las Flores".
Esta nueva propuesta de teatro musical, como está definido en el hacer de la agrupación, se interna en la mitología griega. Allí aparece Ganímedes como la encarnación de la belleza y que, como describe Homero, era "el más bello de los mortales".
El hijo de Tros, mientras pastorea su rebaño en la ladera del monte Ida, en las afueras Troya en Frigia, lo descubre Zeus, quien empeña en convertirlo en su amante.
Con ese objetivo lo secuestra llevándolo al Monte Olimpo donde lo convierte en su amante y copero de los dioses.
No más odio
La trama del montaje involucra la presencia de 11 actores y actrices en escena, germinando a partir de otro proyecto del director -"Raro"- que data de 2019. La intención era estrenarlo ese año, pero producto del estallido y posterior pandemia, desde marzo de 2020, nunca se concretó, según Pizarro-Enríquez.
De ahí, cuenta, quiso seguir escribiendo sobre las disidencias y apareció este relato de este troyano visto como el único amor homosexual Zeus.
"Juego con la dramaturgia basada en la tragedia griega y mi gusto por ella, por lo que me relaciono mucho con el verso, pero también trayéndolo a una mixtura de lenguaje más contemporáneo y chileno. A primera vista es una relación homosexual pero la obra va más allá de eso", sostiene el autor del texto dramático que construyó gracias a un Fondart de Dramaturgia el año pasado.
- Hay una metáfora para entregar un mensaje…
- Básicamente la idea en que se ahonda en poder vivir tranquilo y contra los crímenes de odio. Por eso recalco que pareciera que ser gay, lesbiana o queer no es lo relevante acá (hecho marcado, en el sentir griego sobre la belleza). La obra habla de la libertad de poder amar en todas sus manifestaciones.
- Más allá de condiciones, físicos o géneros.
-Pareciera ser que por nacer disidente naces con una cruz o un destino fatídico escrito, porque en cualquier momento te van a pegar o matar por ser "maricón". Y la idea es dejar de vivir con ese miedo. Y actualmente, pareciera que no existe ese miedo, pero está ahí, porque siguen ocurriendo crímenes de odio constantemente.
Parte del elenco, la actriz Viviana Flores, anota que para ella una de las cosas interesantes de la obra es que va a incomodar al espectador. "Probablemente, porque muestra o abre debate de cómo se vive una relación sexual. Eso incomoda, porque hay gente que no quiere verlo, aunque no debería tener problemas, ya que es parte de nuestras vidas cotidianas.
- ¿Cómo qué aspectos sientes que la gente prefiere no ver?
- De lo que es una relación sexual entre dos hombre, por ejemplo, el cuerpo de la mujer y el concepto de belleza, lo que es bello para el otro y para ti. El tema de la belleza tiene que ver en cómo te ves tú más que cómo te ve el otro, y de cómo te ve la sociedad.