141 años de compromiso con la Región
Cuando el 15 de noviembre de 1882 comenzó a publicarse El Sur, la prensa escrita estaba extendida en todo el país, con periódicos incluso en pequeñas localidades. Su nacimiento fue el reto creador de un grupo de esforzados penquistas que se empeñaron en que el periódico ejerciera una misión informativa, pero a la vez un rol orientador y de vínculo con una extensa región que requería precisar las ideas que condujeran a resolver sus problemas y a fomentar su progreso, en pugna con un centralismo persistente.
Se fundó para representar las aspiraciones de esta zona, captando la vida que bullía en sus fábricas, en las minas de carbón, en los campos, los puertos, el comercio, los centros sociales y culturales. Entonces, Concepción tenía 146 manzanas, contaba con alumbrado a gas desde 1871, y con un ferrocarril que funcionaba desde 1872. A lo largo del río Biobío navegaban vapores, la ciudad tenía teatro, club social, industrias, casas comerciales, un banco regional y dos sucursales de bancos santiaguinos, templos y edificios públicos. En Lota y Coronel había una bullente actividad minera; Penco tenía molino y Tomé se concentraba en la industria de paños y en la molienda de trigo.
La declaración de principios de El Sur, en sus años iniciales, traducía la preocupación por asegurar a las autoridades locales el grado suficiente de independencia administrativa y de atribuciones. Más adelante, y ya encauzado el diario, acometió a principios del siglo XX el cumplimiento de su misión como diario regional, empeñándose en la defensa de las prerrogativas locales y en el apoyo de cada obra de trascendencia. A lo largo de su existencia, ha sido decisivo impulsor de la creación de grandes industrias y de instituciones que han sido señeras.
La prensa no sólo informa, también interpreta y ayuda a los lectores a tomar decisiones informadas. Ahí reside la fortaleza del diario, que en sus páginas expone, promueve o defiende. En la calma del hogar o en el ajetreo de la oficina, el lector posee puntos de vista que los periódicos deben exponer, junto a una interpretación de por qué ocurren los acontecimientos.
Durante 141 años El Sur ha demostrado un compromiso con la comunidad y ha sido uno de los fuertes exponentes del periodismo regional. Ha estado por sobre todos los cambios políticos, económicos y culturales, demostrando un criterio evolutivo, respetando la tradición, impulsando la modernidad, y teniendo como norte interpretar los criterios y las necesidades de los lectores.
Cumplir 141 años no es algo menor, en una sociedad que tiene a la prensa como la expresión de una comunidad activa, que siente, que piensa, que tiene aspiraciones, necesidades, problemas, y que éstos se reflejan en su diario. Durante su trayectoria El Sur ha contribuido a impulsar el progreso, ha sido guardián de la defensa de la región y estímulo para su desarrollo. En sus páginas también se han reflejado los avatares, las tragedias, los sinsabores que han moldeado el espíritu de empuje de los habitantes de esta zona, sin perder su aprecio y respeto por los valores del ser humano.
El Sur es el conjunto de anhelos superiores y creadores de la comunidad, que se vierten todos los días en sus páginas. Los valores que han hecho que este medio de comunicación escrito permanezca en las preferencias y la fidelidad de sus lectores por tantos años son su vocación local, la adhesión y defensa de la libertad de expresión y de la democracia como sistema de gobierno y el respeto a los principios superiores del hombre y su dignidad. Estos se expresan en el trabajo periodístico cotidiano y en la interpretación que hacemos de los acontecimientos, con responsabilidad y respeto. Ese ejercicio impone rigor, reflexión y perspectiva en un mundo que exige inmediatez. Así, estamos seguros de que vamos a cumplir muchos años más, caminando junto a nuestro público y a la comunidad regional.
Durante 141 años El Sur ha demostrado un compromiso con la comunidad y ha sido uno de los fuertes exponentes del periodismo regional. Ha estado por sobre todos los cambios políticos, económicos y culturales.