Vacancia en locales minoristas sube 50% en un año y alerta a comerciantes
Aparejado a este problema asoma la fuerte rotación de emprendedores que llegan a un recinto y lo dejan después de seis u ocho meses.
Según la Federación de Cámaras de Comercio, Servicios y Turismo (Fecomtur) del Biobío, en estos días se experimentan fuertes niveles de vacancia y rotación entre los negocios minoristas de la zona. Respecto al primer punto, indican que del total de establecimientos que hay en la Región, el 15% no están siendo usados. Sobre lo segundo, advierten que es común ver a emprendedores que llegan a instalarse a cierto recinto hasta cumplir seis meses. La malas condiciones económicas obligan la búsqueda de nuevos horizontes comerciales.
Juan Antonio Señor, presidente del gremio, explica que producto de la llegada de nuevas actividades a los centros de las ciudades, como los casinos, que pagan precios más altos, los arriendos se elevaron a nivel general, afectando al resto de los comerciantes. "Empieza la rotación de locales, con personas que duran seis u ocho meses, hasta que se tienen que ir y llega otro (...) Se aceleró la rotación, pero aumentó la vacancia, es decir, hoy hay más locales vacíos", grafica.
De acuerdo a sus cálculos, este último fenómeno creció, por lo menos, 50% durante este último año.
El caso penquista
Desde la Cámara de Comercio de Concepción plantean que en su caso hay locatarios que no logran durar un año, es decir, el que se instala lo hace con expectativas, pero con el pasar de los meses se da cuenta que no era lo que esperaba. Arturo Della Torre, director de la entidad, precisa que la actual situación económica está difícil, lo que hace que los comerciantes de la ciudad se vean forzados a apostar por lugares más pequeños.
Las razones son múltiples. Por ejemplo, está el costo de los arriendos, "que son muy altos", según el directivo. Cuenta que en años anteriores las ventas permitían solventar un arriendo elevado, "pero hoy, con la estrechez que hay y los márgenes muy pequeños, cuesta pagarlo".
Sobre el otro problema, Della Torre agrega que en el centro de Concepción hay alrededor de 7 mil patentes comerciales, de las cuales el 15% o 20% se encuentra en situación de vacancia, o con negocios que tienen colgados letreros de arriendo o liquidación de productos. Sólo para ilustrar, de los 103 locales que hay en Galería Alessandri, unos 10 hoy están cerrados, "producto de que algunos arriendos son excesivos, lo más baratos de $1,5 millones", según plantea el comerciante Hugo Muñoz.
Talcahuano y chiguayante
En Talcahuano cuentan que en lo que va del año han cerrado 20 locales y que en este momento son 10 los que están desocupados, de un total de 422 establecidos. "Hay una rotación, pero duran seis o siete meses, ya que lamentablemente la ciudad es chica, hay pocos espacios comerciales, pocos los dueños y caros los arriendos, que se cobran en UF", dice el presidente de la Asociación Gremial del Comercio Establecido de Talcahuano, José Alarcón.
Para el comerciante todo se explica por los valores elevados de los arriendos, que por 50 metros cuadrados en la calle principal pueden llegar a costar $3 millones, aunque también a la incertidumbre que produce la situación de Huachipato. Alarcón indica que en caso de perderse los 20 mil empleos proyectados se verían impactadas 120 empresas que prestas servicios a la acerera, "y esas firmas compran en el comercio minorista de Talcahuano; la gente tiene miedo de comprar, porque antes compraba cinco o seis (productos) y lo mejor, pero ahora lo más económico".
Otros factores que motivan la vacancia y la rotación, agrega, son la llegada masiva de los malls chinos -sólo en el casco histórico del puerto hay ocho de estos establecimientos- y la inseguridad que se ve motivada por la presencia de 18 sitios eriazos en el centro, "lo que aleja a la gente".
Por último, el presidente de la Cámara de Comercio de Chiguayante, Víctor Costa, reconoce que el panorama es peor en otras ciudades, aunque sus cifras igualmente se asimilan a la realidad regional: un 15% o 20% de los 1.500 locales establecidos registran fluctuaciones. "Acá hay un elemento que tiene que ver con la violencia, que se comenzó a incrementar con asaltos o el robo hormiga. Eso deja muy vulnerables a aquellos que recién parten", dice.