Las aspiraciones y los desafíos de Talcahuano
Talcahuano celebrará mañana 259 años desde que fuera fundada el 5 de noviembre de 1764. La ciudad del "Cielo tronador" tiene una ubicación privilegiada, entre las bahías de Concepción y San Vicente, lo que le ha permitido desarrollar su vocación marítima y portuaria, así como el despegue de la actividad industrial.
La industrialización de la comuna llegó en 1947, con el inicio de la construcción de la Siderúrgica Huachipato, que comenzó a funcionar en 1950. Luego, en torno a ella se instaló un polo de empresas metalúrgicas y más tarde -en 1966- vino la construcción de la Refinería de Petróleo Enap, que dio origen al desarrollo petroquímico. Los terminales portuarios petroleros y gasíferos que se han construido en los últimos años han sido un complemento para este proceso de industrialización.
Otro de los pilares del desarrollo ha sido el desembarque pesquero y la instalación de un complejo de plantas elaboradoras. La ciudad puerto acoge también a la Base Naval, donde se encuentra Asmar, el principal astillero del Pacífico Sur. Los terminales portuarios de tipo comercial, industrial, pesquero industrial y artesanal, de defensa, y petrolero prestan servicio a toda la zona centro sur del país, tanto para el ingreso de productos como para la actividad exportadora. Se suma a esto el movimiento aéreo a través de Carriel Sur, que en los últimos años fue remodelado y ampliado, lo que le permite duplicar su capacidad y transformarse en un aeropuerto internacional. Por ello, Talcahuano debe ser considerada como una puerta de acceso y salida de pasajeros y de carga en la Región del Biobío.
El alcalde Henry Campos ha dado a conocer en algunas oportunidades el interés por desarrollar el turismo histórico en la ciudad, sin dejar de lado la tradición portuaria pesquera, exportadora e industrial que tiene la comuna. Esto se fundamenta en que bien podría llamarse a la ciudad como cuna de la Independencia, considerando que Bernardo O'Higgins firmó lo que se considera la primera acta independentista, a fines de 1817 en el Morrillo de Perales, en Talcahuano. Asimismo, en la bahía se encuentra fondeada la reliquia histórica Huáscar, que se considera un símbolo del triunfo chileno en la Guerra del Pacífico, librada contra la Confederación Perú-Boliviana.
Si bien la ciudad sufrió los embates del terremoto y tsunami del 27/F de 2010, logró recuperarse en poco tiempo, especialmente para poner en pie la actividad productiva de sus industrias. Hoy Talcahuano luce remodelaciones, nuevas vías de acceso y corredores segregados para el transporte público y de conexión con la capital regional. En la comuna porteña también está instalado el mall más importante del sur de Chile, Plaza del Trébol, y el casino Marina del Sol.
Entre las aspiraciones de la comuna está la instalación de un teleférico, con un recorrido colgante de 2,6 kilómetros, según los estudios preliminares, que uniría el sector de la estación del Biotrén con los cerros. A su vez, es lamentable que los trabajos para completar el tramo del eje Colón que va desde el Puente Perales hasta Las Golondrinas -inconcluso por la quiebra de la empresa Claro Vicuña Valenzuela, a fines de 2022- no se retomarían antes de diciembre, en el mejor escenario, o en febrero de 2024 en el peor de los casos.
También Talcahuano enfrenta desafíos propios de una zona industrial, marítima y portuaria, como es el caso de la contaminación, y requiere continuar con fuertes inversiones en tecnologías para reducirla.
Como centro económico de importancia, la ciudad atrae a muchas familias que llegan a trabajar en sus empresas. Esto plantea como desafío la necesidad de desarrollar aún más las inversiones habitacionales, aunque algunas poblaciones ya comienzan a rodear las industrias y sufren las consecuencias de la polución ambiental.
La industrialización llegó en 1947, cuando comenzó a funcionar la Siderúrgica Huachipato. En torno a ella se instaló un polo de empresas metalúrgicas, y en 1966, con Enap, vino el desarrollo petroquímico.