Por Estefany Cisternas Bastias

Unas 172 personas mayores de 18 años participaron del Diagnóstico de Salud de Personas Trans de la Región del Biobío, un proceso anónimo y voluntario que otorgó a la Seremi de Salud cifras referentes a identificación sociodemográfica e identidad genérica, situación de salud, experiencia de contacto con el sistema de salud y necesidades de salud específicas de personas trans.

El diagnóstico se realizó a través de un formulario online, con 16 preguntas que fueron contestadas del 1 de agosto al 30 de septiembre, dejando una variedad de datos en un instrumento único a nivel nacional.

El objetivo principal de esta instancia fue "retroalimentar a los equipos para tratar de incidir en la mejora de la atención clínica, así como en el perfeccionamiento de los procesos de diseño e implementación de programas locales dirigidos a la Comunidad LGBTIQA+ en general y a la población trans en particular", comunicó el seremi Eduardo Barra.

Resultados preliminares

Un aspecto relevante, es que el 75% de las personas trans que participaron reconoce estar en proceso de cambio de género. El instrumento indicó que el 50% se identifica como hombre trans o transmasculino, 26% como persona No binaria, 20% como mujer trans o transfemenina, y el 4% restante como género fluido, transmasculino no binario, trans no binario o no sabe.

De quienes reconocen estar en proceso de transición, el 44% refiere estar en transición social e intervención hormonal, seguido por 18% "solo transición social", 16% "solo intervención hormonal" y 12% "transición social, intervención hormonal y algún tipo de cirugía o intervención corporal".

De quienes están en transición, el 78,3% ha recibido atención por profesional o equipo perteneciente a un establecimiento de salud en su proceso, y un 36% ha recibido atención de salud trans en hospital público. En cuanto a las atenciones, y considerando que pueden haber recibido más de una, la mayoría corresponde a prestaciones de psicología, endocrinología, seguido por medicina general para derivación a especialista y psiquiatría. Más atrás destacan ginecología, urología y cirugía.

Finalmente, al ser consultados respecto a qué necesidades específicas debiesen estar disponibles en el sistema de salud, las prestaciones de mayor mención corresponden al acompañamiento psico-social, endocrinología, cirugía, nutrición y fonoaudiología.

Comunidad trans

"Nuestra población tiene necesidades específicas para poder integrarnos de la forma en que nosotros queremos ser reconocidos dentro de la sociedad. Lo primero que hay que saber es que para que las personas trans estemos saludables necesitamos una sociedad que nos acepte y no como una excepción a la que hay que darle algún tipo de trato especial", reveló la integrante de la Mesa Intersectorial de Género y Salud de la seremi, Katari Mura, quien también pertenece a la comunidad trans regional. Por lo cual este diagnóstico permite saber qué porcentaje de la población de la región es una persona trans, las prestaciones que pueden acceder, cuáles son las barreras que enfrentan, y ofrecer soluciones a esos problemas.

La sociofundadora de Fundación Vanguardista Divergente (Fuvadi), Paola Laporte, evaluó las cifras preliminares y reconoció que "lo preocupante no son las estadísticas, sino más bien el qué hacemos con los números, porque desde hace años hemos solicitado atención especial para personas trans de la provincia del Biobío, enviando hasta datos y no se han abierto horas".

Laporte también agregó que los números no solucionan la problemática que hoy se vive y que se pretende definir con estudios, la urgencia es hoy, no mañana.

Por otro lado, el referente de género del Hospital Guillermo Grant Benavente, Nico Brandon, aseguró que como comunidad han notado que en comparación a años anteriores, existe un aumento en las voluntades, tanto a nivel político, como también en cuanto a nivel académico, en la formulación de estrategias para mejorar la calidad de vida de los usuarios y usuarias.

Estudiantes de Técnico en Diseño de Videojuegos de Santo Tomás Concepción, apoyados por el "Fondo de Apoyo en la Admisión", desarrollaron un videojuego que mediante una aventura te guía para conocer cuáles son las profesiones más afines a tu personalidad e intereses.

El juego llamado QueST fue creado por los estudiantes de segundo año Aukan Yañez, José Díaz y Jordan Robles. Consiste en recorrer un mundo e interactuar con personajes con el fin de contestar un cuestionario basado en el Test de Holland. El proyecto considera a las carreras disponibles en la misma institución superior y estará disponible para interesados en el punto de Admisión en la sede penquista.

Yáñez explicó que el desafío principal para ellos fue idear cómo hacer que este test vocacional fuera entretenido, jugable y a la vez fácil de entender.

"Pensamos en hacer un juego de obstáculos y en donde el cuestionario se fuera respondiendo según avanzaba la persona. Nuestra mayor preocupación era que el ritmo del juego no fuera algo tan frenético que entorpeciera el test, y a su vez, que la pregunta en medio no interrumpiera la diversión", señaló el estudiante.

El equipo está contento con el resultado, debido a que a pesar de contar solo dos meses para llevarlo a cabo, pudieron obtener un juego funcional y disfrutable que además cumple con su función de ser una alternativa creativa para el Test de Holland.

La directora de Admisión Santo Tomás Concepción, Nicole Sepúlveda, contó que este año decidieron lanzar el Fondo de Apoyo en la Admisión, que busca que carreras formulen proyectos en relación con el proceso de matrículas, como lo es el videojuego.

"Este proyecto es de mucha ayuda ya que es una herramienta tecnológica y más atractiva para los estudiantes interesados en elegir una profesión, al contrario de lo que puede ser una ficha de interés o cuestionario escrito. Además, te da un resultado concreto en pocos minutos, a diferencia de un test convencional donde hay que tomarse un tiempo y esperar que lo revisen para tener un resultado", concluyó Sepúlveda.

Concepción dispone ahora de un nuevo Centro de Participación Ciudadana (CPC), el que se inauguró en el sector de Palomares, en un sitio que por más de 20 años albergó al Campamento 21 de mayo, pero que tras concretarse la solución habitacional para las familias que allí habitaban se transformó en un lugar de encuentro para la comunidad.

"Hoy en un lugar que por más de 25 años hubo un campamento, donde hubo miseria y familias que no tenían alcantarillado, sin agua, sin luz sacaron adelante a sus familias con mucho esfuerzo, tenemos un centro de participación ciudadana", manifestó el alcalde de la comuna, Álvaro Ortiz.

La iniciativa trabajada participativamente con la comunidad también consideró un "Parque Comunitario 21 de mayo Palomares", el que cuenta con áreas verdes, juegos infantiles, máquinas de ejercicios y senderos peatonales. Por su parte, el centro comunitario consideró un hall de acceso, oficina, salas multiuso, cocina, baños y biblioteca, entre otras cosas, buscando ser un espacio de encuentro para la comunidad.

El encargado del CPC, Eduardo Verdugo, detalló que en este espacio tendrán varios hitos importantes, como actividades culturales y deportivas, además de concretar una reunión con las juntas de vecinos aledañas para conocer las propuestas de solicitud de talleres que ellos quieran priorizar.

Los Hospitales de Penco Lirquén y Tomé incorporaron a su atención el Taller de Prótesis, logrando un avance importante en la rehabilitación física. Hasta el momento han beneficiado un total de 6 usuarios y usuarias, fortaleciendo la red de rehabilitación hospitalaria del Servicio de Salud Talcahuano.

La directora del Hospital Penco Lirquén, Patricia Paulos, expresó que la realización de esta nueva prestación está siendo ejecutada por un equipo altamente capacitado para atender las necesidades de los usuarios, quienes de por si tienen una carga emocional.

El taller de prótesis consta de dos instancias, la primera es la rehabilitación pre protésica, donde se evalúa al paciente, si es candidato para optar al beneficio. Si cumple con todos los requisitos se procede a la toma de molde y confección de la prótesis y finalmente, se pasa a la etapa de rehabilitación post protésica, que incluye sesiones de entrenamiento que en general pueden durar entre uno a tres meses.

El médico fisiatra, Pablo Viguera, indicó que el objetivo es preparar al paciente para ser lo más funcional posible, lo más independiente posible, lograr en ellos una reinserción en su vida normal.

Desde el 2021 esta prestación sólo se brindaba en Las Higueras, por lo cual los usuarios y usuarias de Tomé y Penco debían acudir al hospital base para recibir esta atención.