Arauco, a un año del ataque que conmocionó a la Región
Autoridades y vecinos analizan los avances y carencias que han marcado el trabajo de estos últimos doce meses contra la violencia rural. Pese al rebrote de atentados, desde el gobierno dicen que los hechos incendiarios han bajado en 24% y que el énfasis del segundo semestre estará en las "iniciativas habilitantes" y en la recolección robusta de pruebas para detener a los responsables.
Por Nicolás Álvarez Arrau / nicolas.alvarez@diarioelsur.cl
Catacumbas. Las ruinas de lo que fue el centenario molino de la familia Grollmus, en Contulmo, son hoy catacumbas, restos abandonados y adornados de musgo y ceniza. Christian Grollmus lo plantea así. Él vivió en carne propia el ataque perpetrado el 29 de agosto de 2022, hecho que casi le cuesta su vida y la de su familia y que dejó a uno de sus tíos con una pierna amputada. Su padre, en tanto, murió hace cuatro meses sin conocer la justicia. Casi al unísono, el 28 de agosto, un día antes, se cumplieron tres años del ataque que sufrieron cuatro cabañas ubicadas frente al lago Lanalhue, lo que obligó a una familia a huir despavorida arriba de un bote.
El atentado a los Grollmus se trató de una situación sin precedentes en la Provincia de Arauco. Su primer aniversario se da en medio de un rebrote de violencia marcado por seis ataques perpetrados el último mes contra el sector turístico, ataques que pese a todo no quitan optimismo al Ejecutivo, pues sus representantes insisten en que los números en relación a años previos van a la baja. De hecho, y según datos de Fiscalía, durante el primer semestre este territorio registró 42 causas asociadas a violencia rural, es decir, un 41% y 28% menos de las que se contabilizaron en igual período de 2021 y 2022, respectivamente. Por otro lado, datos de Carabineros muestran que al 28 de agosto se habían experimentado 29 atentados incendiarios -casos que pudieran involucrar más de una infraestructura afectada-, lo que representa caídas de 46% y 24% respecto a los primeros ocho meses de 2021 y 2022. Toda esta información es proporcionada por la Delegación Provincial de Arauco.
Pese a todo, esta semana desde el gobierno plantearon que se analizan cambios a la estrategia de seguridad. "Hemos acordado reforzar distintos patrullajes", decía hace algunos días la delegada presidencial Daniela Dresdner. Para este reportaje, el delgado provincial de Arauco, Humberto Toro, explica que hasta el momento la tarea ha estado centrada, justamente, en coordinar la fuerza y la seguridad para el territorio a través del Ministerio Público, Carabineros, la Policía de Investigaciones y la Jefatura de la Defensa Nacional (Jedena) para las provincias de Arauco y Biobío, pero que hoy se requiere que los liderazgos presentes en la zona sean capaces de reconocer los avances, a fin de evitar que este tipo de delincuencia se vuelva a levantar. En otras palabras, por medio de mecanismos como Seguridad Pública, Subdere o Serviu -además del Gobierno Regional y las seremis- este segundo semestre se potenciará la inversión habilitante: proyectos relacionados a mayor iluminación, cámaras de vigilancia, recuperación de espacios públicos o construcción de viviendas con pequeños empresarios, "de tal manera que generemos una complicidad virtuosa entre el poder local, la ciudadanía y las policías".
Otro aspecto de la nueva estrategia, según el delegado provincial, pasa por fortalecer la acumulación de pruebas. "La estrategia nuestra ahora es conseguir buena y contundente prueba para que no salgan de la cárcel cuando los detengamos (a los responsables de los hechos delictuales)", plantea. Al mismo tiempo, la autoridad desliza que ya hay antecedentes que permitirán detener a miembros de la Resistencia Mapuche Autónoma (RMA), grupo hasta hace poco desconocido que se adjudicó el último atentado sufrido en Contulmo y que dejó unas cuatro cabañas destruidas.
Pablo Urquízar, excoordinador nacional de Seguridad de la Macrozona Sur, detalló días atrás a Emol que dicho grupo apareció por primera vez el 10 de mayo de 2023, en Purén, Región de La Araucanía, y que tiene influencia de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), "pero que no se conoce aún si tienen armamento de guerra como la CAM o la Resistencia Mapuche Lafkenche (RML)".
A excepción de la CAM -que desde el año pasado disminuyó su presencia en la zona-, la RML, la RMA y la Weichán Auka Mapu (WAM) son parte de los grupos que aún mantienen activa la preocupación de las autoridades locales.
Evaluación de la jedena
A contar de octubre del año pasado, la Jedena estableció puestos de pre-posicionamiento en las comunas de Contulmo y Tirúa con el objeto de instalar permanentemente a personal de la Infantería de Marina de la Armada de Chile que pudiese apoyar la labor policial. En este contexto, el contraalmirante Daniel Muñoz, jefe de la Defensa Nacional para Arauco y Biobío, advierte que a la fecha han intensificado los patrullajes de personal de Carabineros y de la Infantería de Marina, tanto en horario como en cobertura geográfica y haciendo uso de las capacidades terrestres blindadas y de la cobertura aérea de vigilancia y reconocimiento.
"Podemos decir que existen resultados positivos, porque hemos logrado neutralizar algunas de estas faenas ilegales donde se genera el robo de madera, como también delitos de otra naturaleza, pero la Jedena, manteniendo el compromiso con las tareas que se le han asignado en el marco del estado de excepción, continúa buscando e implementando medidas más eficientes y eficaces", agrega Muñoz, quien indica que la seguridad no es el único eje de acción, por lo que hoy tratan de generar instancias que contemplan operativos cívicos para que la gente del territorio conozca la labor del personal. Esta labor, por ejemplo, ha llevado a la Jedena a desarrollar operativos cívicos para tomar exámenes a los pescadores artesanales, inspeccionar embarcaciones y efectuar mantención a la señalización marítima. En Contulmo también se realizó una actividad social, donde se ofreció servicio médico, peluquería, asesoría de apoyo técnico a Bomberos y la presentación artístico-cultural de los músicos navales.
La familia grollmus y vecinos
"Como familia seguimos igual, porque el tema del terrorismo no ha cambiado absolutamente nada. De hecho, diría que está peor, ya que los atentados siguen en las narices del gobierno. El estado de excepción es de papel o cartón. Este es un año que se ha perdido, pues la ayuda económica o de reparación ha sido cero, y eso es una decepción tremenda, aunque miro con esperanza que en algún momento se va a concretar algo, tal como nos prometieron", lamenta Christian Grollmus, a más de un año del ataque a su familia.
Con el incendio del molino, Grollmus cuenta que se perdió toda actividad comercial en el lugar, situación que obligó a la familia a subsistir con ahorros propios. Más allá de eso, urge acciones que aplaquen la violencia, "cosas básicas y concretas". Entre ellas destaca medidas como una vigilancia completa a la ruta P-700 que une a Contulmo con Tirúa, "la de mayor peligrosidad de Chile, porque todo el mundo sabe que los terroristas entran y salen por esta vía", la instalación de una base de las fuerzas de Control de Orden Público de Carabineros en Contulmo, además de cámaras de vigilancia en puntos estratégicos y luminaria pública.
"Hay estrategias con vecinos, hemos tenido reuniones y nos hemos tenido que coordinar, además de tener una serie de defensas que todos tenemos y que no es bueno comentarlas más profundamente. Estamos más preparados que antes, pero la violencia sigue", enfatiza.
Una dirigente vecinal de Contulmo, quien prefiere mantenerse en el anonimato por miedo a represalias, dice que el rebrote de violencia en la zona se comenzó a palpar hace más de una semana, "cuando se empezaron a ver que botaban árboles en distintas partes y quemas, y eso nos dio el presentimiento de que algo podía venir". Al igual que Grollmus, cree que todavía se requiere un mayor control de las Fuerzas Armadas, pero en caminos aledaños y rurales, más allá de las vías principales, además de cámaras e iluminación.
La presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Cañete, Guadalupe Carrasco, reconoce que hubo un período en que la violencia se apaciguó, "pero hoy vamos en un nuevo avance". En su caso, eso sí, advierte que este recrudecimiento lo comenzó a notar desde julio.
"Nos sentimos bastante atemorizados y complicados por el hecho de no poder vivir tranquilos, de no poder transitar. En mi comuna, sin embargo, nos sentimos un poco más respaldados y empoderados por el trabajo de seguridad pública; el tema está en el entorno, en el estado de excepción, que no es lo que se necesita. La violencia está ocurriendo dentro de los predios, no tanto en las carreteras (...) Acá se necesita ampliar el trabajo de las fuerzas especiales", subraya Carrasco.