Aporte universitario a la situación hídrica
Pese a las intensas precipitaciones que trajeron los dos sistemas frontales que desde el fin de semana afectaron la zona centro sur del país, la realidad climática indica que la sequía y la falta de recursos hídricos es un fenómeno que no dejará de estar presente en la Región y en otras zonas del país, por lo que es prioritario buscar opciones para apoyar a quienes están siendo afectados por esta situación.
De acuerdo a las estadísticas, e l 47% de la población rural del país no cuenta con acceso a agua potable y sólo el 11% dispone de un sistema de alcantarillado y tratamiento de aguas servidas. Según especialistas, a este problema, que se extrapola a la Región del Biobío, una zona que tiene una gran cantidad de comunas que pertenecen a la ruralidad, se sumaría también la falta de una institucionalidad que permita abordar la seguridad hídrica en tiempos en que la escasez del recurso sigue siendo crítica.
Hay que considerar que en problemáticas de este tipo, que abarcan factores ambientales, sociales y también políticos, entre otros, la posibilidad de crear propuestas que impulsen nuevas ideas para su solución no sólo deben originarse en las autoridades o el gobierno de turno, sino también en otras instituciones que puedan contar con especialistas en estas áreas.
En la búsqueda de nuevas opciones para abordar estas problemáticas es que se agradece el aporte e interés de las universidades, que a través del desarrollo de proyectos e iniciativas se hacen cargo de estas realidades. A nivel local, distintas casas de estudios han levantado y profundizado iniciativas con el objetivo de desplegarse hacia los territorios afectados y suplir esta falta de gobernanza.
El Centro Regional de Estudios Ambientales (CREA) UCSC, por ejemplo, trabaja en un proyecto denominado "Seguridad hídrica para adaptación al cambio climático", el que cuenta con fondos a través de un FIC-R del Gobierno Regional y tiene por meta desarrollar acciones que se orienten hacia la seguridad hídrica con los distintos actores de la cuenca del río Biobío, ya sea organizaciones de usuarios, servicios sanitarios rurales, municipios y entidades comunitarias.
El equipo que integra la iniciativa se conformó en 2014 y busca aportar a la gestión del agua, y a la fecha, el plan se extiende en 21 comunas de las provincias de Concepción y Biobío, con capacitaciones, desarrollo de herramientas, monitoreo y levantamiento de información.
Otro caso es el de la UdeC, donde la Facultad de Ciencias Ambientales lidera un observatorio colaborativo de la calidad del agua llamado "OB Agua Coronel". El objetivo es analizar en la comuna la calidad del recurso y avanzar en una línea medioambiental para recuperar un ecosistema marcado por la presencia de industrias.
Según lo informado, desde enero de este año se trabaja en la iniciativa en una labor conjunta con el Liceo de Coronel, el municipio, juntas de vecinos y estudiantes de la carrera de Ingeniería Ambiental. Actualmente cuentan con monitores ambientales, los sitios de interés, y durante agosto se está en proceso de capacitación para utilizar los kits con que se monitoreará la calidad de agua, ante de iniciar el análisis de las muestras.
Por último, la Universidad San Sebastián se enfoca en temas de transferencia tecnológica, además de un diplomado que permitirá capacitar a 98 dirigentes de comités de agua potable rural de la Región. La Facultad de Ingeniería han estado desarrollando proyectos en esta línea a través de un FIC-R denominado "Transformación digital APR del Biobío", financiado por el Gobierno Regional.
El avance de estos proyectos son buenos ejemplos de aproximación de la academia a las problemáticas propias de las comunidades donde están insertas y, por lo tanto, se espera sean una de los tantos aportes que pueden realizar a nivel regional.
En la búsqueda de nuevas opciones para abordar estas problemáticas es que se agradece el aporte e interés de las universidades, que a través del desarrollo de proyectos e iniciativas se hacen cargo de estas realidades.