Reacciones ante la emergencia
Lograr una integración y optimización de los procesos de la institución, bajo el prisma del uso de la tecnología e innovación como componentes facilitadores en la entrega de un mejor servicio a la comunidad es uno de los objetivos del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres, Senapred, y en situaciones como la que actualmente está afectando a la zona centro del país este objetivo se pone a prueba.
Hace dos años que se publicó en el Diario Oficial la Ley Nº 21.364 que estableció la creación del Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres, además de cambiar la Oficina Nacional de Emergencia por el Senapred.
El servicio como tal debe planificar, coordinar, organizar, asesorar y supervisar las actividades del Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Sinapred) para reducir el riesgo de desastres.
Esto, a través de labores de mitigación, preparación, alerta, respuesta y rehabilitación con el objeto de reducir la pérdida de vidas, disminuir los impactos económicos, los efectos medioambientales y proteger los modos de vida, contribuyendo al desarrollo sostenible.
Para ello tiene definidos focos estratégicos, como educar, crear conciencia y adoptar conductas responsables en la ciudadanía para reducir el riesgo de desastres, evitar crear riesgo y disminuir el impacto de los desastres. También se suma la búsqueda de medidas para fortalecer la interacción y comunicación con la comunidad, permitiendo a la organización mejorar la calidad de servicio, promover la corresponsabilidad en reducir el riesgo de desastre y lograr una mayor confianza en la población.
La comunicación ha sido uno de los puntos fuertes del servicio, que ha desarrollado una serie de formas de interacción con las personas, como las alertas que son enviadas directamente a los teléfonos de quienes habitan una zona en riesgo potencial. Durante el fin de semana, el sistema de alerta de evacuación a celulares se repitió en distintos puntos del país, con el fin de advertir de la posibilidad de desbordes de ríos y cauces, y así dar tiempo a los habitantes para reaccionar y salir del las zonas en riesgo.
También existen diversas maneras de comunicarse, no sólo a través de los distintos Comité de Gestión del Riesgo de Desastres, Cogrid, que se realizan a nivel regional y nacional, sino que también a través de redes sociales comoo whatsapp, donde recientamente se creó un canal con notificaciones permanentes de las novedades en torno a posibiles emergencia.
Hace algunas semanas en este medio de prensa se publicó información sobre los planes comunales para la Reducción del Riesgo de Desastres como aquellos de Emergencia, que tenían como plazo máximo para su implementación el pasado 7 de agosto.
La ley establece que ambos deben ser desarrollados por la Unidad de Gestión del Riesgo de Desastres de la comuna, o por quien haya sido encomendado en dicha función, previo informe técnico del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres en conformidad con los términos establecidos en el reglamento.
Este nuevo sistema frontal, que podría tener sus días más intensos entre hoy y mañana, nos recuerda que en una Región como Biobío, que sólo en el primer semestre de este año se han vivido diversos tipos de emergencia, desde los incendios forestales de febrero pasado a las inundaciones por precipitaciones en junio, al que ahora se está sumando un nuevo sistema frontal, es realmente prioritario que los municipios concluyan la elaboración de estos planes y cumplan lo antes posible con la normativa.
La comunicación ha sido uno de los puntos fuertes del servicio, que ha desarrollado una serie de formas de interacción con las personas, como las alertas que son enviadas directamente a los teléfonos de quienes habitan una zona en riesgo potencial.